JUEVES Ť 1Ɔ Ť MARZO Ť 2001
Orlando Delgado
Pobreza, banca popular y rescate bancario
Guillermo Ortiz, gobernador del Banco de México, señaló con fuerza en el Foro Económico Mundial que es cierto, la globalización ha tenido efectos terriblemente desiguales, mucha gente quedó marginada del proceso; por eso, explicó, hay tantos críticos que fundamentan sus planteamientos en la concentración del ingreso y en el extraordinario avance de la pobreza, aunque sigue habiendo quienes "defienden entusiastamente los beneficios de la globalización". En América Latina, y particularmente en México, por lo menos 40 por ciento de la población vive en la pobreza, con concentraciones del ingreso peores a las que prevalecen en Asia, lo que obliga a mantener la continuidad en las políticas macroeconómicas, las que, según él, no son contradictorias con el combate a la pobreza.
Una semana antes, se anunciaron dos noticias que revelan la medida exacta de la importancia de esa indispensable lucha contra la pobreza, reconocidamente compatible con la globalización: el programa nacional de microcréditos, que arrancará con un fondo de 200 millones de pesos y que pretende otorgar entre 30 mil y 40 mil créditos a los changarros, ahora convertidos en microchangarros; la Secretaría de Hacienda reveló que "en el 2000 el gasto destinado al rescate bancario tuvo un sobregiro de casi 20 mil 500 millones de pesos".
En consecuencia, el año pasado se gastaron 60 mil 517.6 millones de pesos en el apoyo al IPAB, pese a que se había autorizado la impresionante cifra de 40 mil 18 millones, para pagar solamente el componente real de los intereses generados por los pagarés Fobaproa-IPAB. No ha faltado el "experto" financiero que ha señalado que este sobregiro beneficiará a los deudores, e incluso a los ahorradores, aunque para cualquier observador es evidente que los bancos comerciales no sólo han abandonado el otorgamiento de crédito, sino que han mantenido un diferencial importante entre lo que pagan a los ahorradores (tasa pasiva) y lo que le cobran a los deudores (tasa activa).
En el presupuesto de este año, para continuar el rescate se destinarán 49 mil 270 millones de pesos para los intereses reales, en tanto que al muy publicitado programa de banca popular se destinará 0.4 por ciento de ese monto. Precisamente por esto, el propio Ortiz nos advirtió que "la región (América Latina) va a tardar más de 60 años en duplicar el ingreso per cápita de sus habitantes... En China se logró duplicarlo en los últimos 10 años". Así las cosas, si por cada peso que se dedica a prestarle a los changarros y a los microchangarros, propuesta central del proyecto de inclusión social del gobierno de Fox, dedicamos 246 pesos a seguir pagando los intereses de los pagarés Fobaproa-IPAB, es evidente que los recursos públicos difícilmente servirán para contribuir a que se distribuyan con equidad las posibilidades de generación de ingresos.
Por ello, la recomendación del Banco Mundial de "atacar el problema de la pobreza con agresividad" aparece subordinada a otros temas centrales del proyecto globalizador: la reforma fiscal, concluir la reparación del sistema financiero, finanzas "sanas" de las entidades de la Federación, mayor inversión en educación, así como en infraestructura (en donde se incluye el tema de la participación privada en el sector eléctrico), acompañado por reformas en el sistema legal y judicial que reduzcan su vulnerabilidad a la corrupción, luego el ataque a la pobreza y, finalmente, atender los problemas ambientales derivados del crecimiento económico.
Cada uno de los temas planteados por el Banco Mundial involucrará decisiones que pondrán de relieve los énfasis verdaderos del proyecto foxista, expresados no por las declaraciones presidenciales, sino por los fríos números de las asignaciones presupuestales. Un dato ilustra este tipo de decisiones: según el secretario Gil Díaz, la reforma fiscal que, entre otras cosas, eliminará la tasa cero en el IVA, significará una recaudación adicional en este mismo año de 122 mil 600 millones de pesos, cuya utilización no ha sido planteada. Los 200 millones del proyecto de banca popular palidecen frente a los datos anotados para el rescate bancario y la reforma fiscal. La pobreza, como se ve, seguirá avanzando, aunque se trate de convencer a la sociedad civil con declaraciones mediáticas.