JUEVES Ť 1Ɔ Ť MARZO Ť 2001
Ť Impulsa esa posición ante la reunión de la ONU
Chile, por la abstención de AL ante probable condena a Cuba
Ť Polonia y República Checa presentarán en abril propuesta de amonestación por supuestas violaciones a derechos humanos
HUGO GUZMAN ESPECIAL DE EL MOSTRADOR PARA LA JORNADA
El gobierno de Chile promueve "una segunda línea de acción" de países del hemisferio americano frente al caso de Cuba, distinta al camino escogido por Estados Unidos, según informa el diario electrónico chileno El Mostrador. En esa ruta, Chile persistirá en condenar el bloqueo económico a la isla caribeña y ha promovido el voto de abstención ante la propuesta de condena a Cuba por violaciones a los derechos humanos que presentarán en abril próximo ante Naciones Unidas las representaciones de los gobiernos de Polonia y República Checa.
El año pasado el gobierno de Ricardo Lagos votó en favor de la censura a la isla, pero esta vez en medios diplomáticos de esa nación se da como un hecho que -aunque no le corresponde votar en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU- ha incentivado la abstención de países latinoamericanos, en abierta oposición a la política de Estados Unidos, que promueve el voto en contra de Cuba acusando a la nación socialista de violar los derechos humanos. Es probablemente una de las batallas más emblemáticas y uno de los objetivos más preciados por la Casa Blanca respecto del régimen cubano.
Brasil, México y Canadá, tres países gravitantes en el hemisferio americano, coinciden hasta el momento con Chile en esta línea de frente al caso cubano.
Romper la inercia
En ese camino existe la voluntad de generar "una segunda línea de acción" frente al tema de Cuba que "cree un cierto contrapeso a la política de Estados Unidos" y que haga aparecer a los gobiernos del G-4 distanciados o no dependientes de la política estadunidense.
Dos ejes de esa "segunda línea" serían abstenerse en la condena a Cuba en la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra y seguir criticando de manera enérgica el bloqueo a la isla socialista.
Aunque la opción no dejaría de criticar a Cuba, sobre todo en materia de derechos civiles, sería más flexible y suave en cuanto a cuestiones directamente relacionadas con violaciones de derechos humanos.
La postura de Argentina, sin embargo, no está clara ahora, tras la dura disputa entre ese país y Fidel Castro, quien acusó al gobierno de Fernando de la Rúa de "lamer la bota yanqui". Tras un duro intercambio de notas diplomáticas de protesta, De la Rúa defendió el voto de condena emitido el año pasado. Además, el canciller argentino, Adalberto Rodríguez Giavarini, se reunió con su colega uruguayo, Didier Opertti, y acordaron que sus respectivos países impulsarán un voto común de los países latinoamericanos con representación en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Mientras tanto, en La Habana se enteraron de la "opción alternativa" y la rechazaron. Para el gobierno cubano, la única opción aceptable es un voto en contra de la resolución de condena; cualquier otra cosa le parece una maniobra de Estados Unidos para la que se están prestando los latinoamericanos.