MIERCOLES Ť 28 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Autora de un libro acerca de ética y bioética coeditado por Paidós-UNAM

El siglo XX fue de una irracionalidad inconcebible, asevera Juliana González

Ť Es tiempo, también, de liberaciones, de practicar la tolerancia y la pluralidad

CESAR GÜEMES

gonzalez-juliana-doctora-3Lejos de pensar que un amplio escrito dedicado a la ética, como el que da ahora al mercado editorial la catedrática Juliana González, se vería en problemas para acercarse lectores, ocurre lo opuesto: su volumen El poder de Eros, fundamentos y valores de ética y bioética (Paidós-UNAM), se vuelve casi de inmediato punto de referencia por lo urgente de su consulta.

-Un país como el nuestro, que ha entrado en un proceso de cambio social y político, requiere hacer que circulen por lo pronto en la academia temas como los de su nuevo libro. ƑPara el ciudadano más allá del aula pensó en alguna estategia de invitación a la lectura?

-El texto tiene partes muy técnicas y densas desde el punto de vista académico. También incluí capítulos que quieren ser más ligeros o accesibles y ahí quizá está el guiño del que habla. Es pertinente que el libro sea visto de esa manera: como posibilidad o esperanza de abrir una conversación sobre estos temas que vienen a romper la atonía de orden ético que quiere prevalecer en nuestro tiempo. Por un lado soy muy crítica de mi propio mundo y época, pero al mismo tiempo albergo una enorme esperanza. Desde que recuerdo he tratado de hundirme incluso en los derrumbes de valores de nuestro tiempo y ver si desde ellos mismos hay alguna salida. No creo que la respuesta esté en el regreso al pasado porque eso niega la crisis de valores actual. El problema insoslayable es una tendencia deshumanizada y deshumanizante en todos los órdenes a lo que es preciso sumar la ausencia de reflexión sobre los hechos que realmente importan en la vida individual y social.

''Mi inquietud ha sido tener una conciencia de la crisis y de la crítica y ser yo misma crítica de mi propio entorno, pero siempre orientada por la esperanza de que podemos resurgir. Un poco el trabajo del libro tiene la idea de que, hablando en términos de Freud, a pesar de las fuerzas tanáticas que dominan la cultura contemporánea, por su lado el poder de Eros, que es el de la vida y la creatividad, es capaz de sobrepasar los obstáculos y equiparar en cierto sentido la existencia con una vida más justa. Este siglo que acaba de pasar ha sido, sin duda, de una irracionalidad inconcebible. Así que me ocupo de lo humano y me preocupo de lo inhumano. Pero al mismo tiempo fue una época que apuntó en direcciones de aliento muy fuerte que no podemos desconocer. Es un tiempo de liberaciones, de igualdades, de búsquedas y de una exigencia diría yo hacia la democracia que nos hace por momentos ir con ella a la tolerancia, la pluralidad y la búsqueda de reciprocidad con lo que ésta tiene de destrucción de estructuras de poder."

Difícil, vivir en la alegría

-La relación del mundo ético con la idea de la alegría, como lo plantea usted en el capítulo que dedica a Fernando Savater, es un binomio interesante: es más arduo no ser gentil entre gentiles.

-Esa es la gran ironía: comportarnos como seres humanos, ser felices y vivir en la alegría, es de las cosas más difíciles. Es decir, Ƒdónde están esas trabas que nos pone la sociedad o nosotros mismos por las cuales no somos naturalmente bondadosos y justos? Ese es el gran problema. Ahora, un autor como Savater creo que tiene la virtud de que se comunica directamente con la juventud lo mismo que con la academia. Llegar a tantas personas al mismo tiempo es un hecho bueno por donde se le quiera mirar. Pero no olvidemos que se le critica muchísimo, sobre todo desde las universidades, aunque a lo mejor en el fondo tenemos un poco de envidia por no contar con su tino. Claro que como filósofa, debo decirlo, a veces me dice qué pero no me dice cómo, no me da las razones.

''El tratamiento académico de los problemas filosóficos a lo que hace referencia es a la necesidad de justificar, de articular racionalmente los conocimientos. En ese ámbito Savater nos deja en un silencio que hace insatisfactoria su obra. Lo que logra por un lado lo pierde un poco por el otro, aunque tiene obras de primer nivel, como Invitación a la ética, un trabajo donde logra más el equilibrio entre la parte académica y la comunicativa. Ahora, sin duda debería de sernos más fácil la bondad y la justicia, el problema es por qué nos portamos como una golondrina o una zanahoria, pues porque no somos ninguna de los dos cosas."

-Si no queremos retomar los valores del pasado porque las relaciones sociales han cambiado, Ƒno habrá que escuchar razonamientos éticos como los de los neozapatistas al mismo tiempo que oír a la academia?

-Creo que así puede ser puesto que dentro de mi trayectoria profesional hay cuatro años de labor en el Instituto Nacional Indigenista. Ahí me acerqué a las comunidades indígenas, estuve con Rosario Castellanos haciendo obras de guiñol en Chiapas, luego con Nancy Cárdenas y Ricardo Pozas. Lo que me he podido aproximar a la población indígena nacional me provoca al menos conmoción por la sapiencia ética que encuentro. Ahora, el movimiento zapatista actual además de las posibles sombras que pueda tener, desde el punto de vista ético y de reivindicación desde la más profunda dignidad, creo que está presente. Y esto lo digo con absoluta convicción, no como algo coyuntural.