MIERCOLES Ť 28 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť México rehúsa hablar sobre petición de sanciones si se incumple el fallo del TLC

Tardaría 10 años el libre acceso de camiones a EU

Ť El gobierno está evaluando la seguridad de los vehículos: Departamento de Transporte

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 28 de febrero. El presidente George W. Bush dijo hace días en México que deseaba iniciar "de inmediato" una discusión en torno a la aplicación de las provisiones del TLC sobre autotransporte, pero un alto funcionario del Departamento de Transporte de Estados Unidos informó a un grupo empresarial esta semana que podrían pasar hasta 10 años para que los camiones mexicanos gocen de acceso pleno a Estados Unidos.

Así lo declaró Dave DeCarme, director de la División Marítima, Superficie y Facilitación, del Departamento de Transporte. A principios de marzo, Estados Unidos y México iniciarán negociaciones sobre las provisiones de autotransportes del TLC, pero DeCarme advirtió que el gobierno estadunidense todavía discute los mecanismos específicos que se utilizarán para asegurar que los camiones mexicanos cumplan con las normas de seguridad locales.

Inicialmente, las provisiones del TLC para autotransporte obligaban a Estados Unidos a permitir a los camiones mexicanos acceso limitado a su territorio en 1995, y acceso pleno en enero de 2000, pero sindicatos y grupos dedicados a asuntos de seguridad del consumidor obstruyeron la aplicación de la medida, argumentando que los vehículos no cumplían con las normas de seguridad estadunidenses.

Este mes, un panel establecido para solucionar conflictos comerciales por el TLC falló en favor de México, y declaró que Estados Unidos había violado el tratado al negar el acceso a los camiones del país vecino más allá de la "zona fronteriza" de 20 millas. Washington está obligado a cumplir con esta orden y abrir su frontera o enfrentar penas que, según un cálculo del diario Wall Street Journal, podrían alcanzar hasta 2 mil millones anuales. Pero la interrogante es Ƒcómo se definirá cumplir?

Durante un desayuno organizado por la Cámara de Comercio Estados Unidos-México esta semana, DeCarme reconoció que la decisión del panel anunciada el 6 de febrero obliga a Estados Unidos a iniciar negociaciones con México en torno a la aplicación de esta decisión dentro de 30 días, algo que dijo hará su gobierno. Pero también advirtió que aunque el fallo no permite que el país establezca una prohibición general a la operación de los camiones mexicanos en su territorio, sí afirmó el derecho del gobierno estadunidense de imponer normas de seguridad a los vehículos que ingresen a esa nación.

"Ahora estamos viendo cómo aplicar exactamente el fallo del panel a la luz de la latitud que el mismo nos otorgó para requerir información adicional a los transportistas mexicanos (sobre asuntos de seguridad)", informó DeCarme a la Cámara de Comercio. Señaló que ya operan 8 mil 500 empresas de transporte mexicanas en las 20 millas de la "zona fronteriza" del lado estadunidense, y que 190 de éstas han solicitado permisos para operar mas allá de estos límites.

El Departamento de Transporte está evaluando el formulario para estas solicitudes de operación para incluir más preguntas en torno a la seguridad vehicular, y considera un programa que enviaría inspectores a estas empresas en México para evaluar sus procedimientos de seguridad. DeCarme también señaló logros en este asunto, y dijo que, por ejemplo, el año pasado México puso al día las normas para vehículos operando en su sistema federal de caminos, y el 24 de julio del año pasado fueron publicadas en el Diario Oficial nuevas normas de inspección.

Acceso instantáneo a historiales

El Departamento de Transporte y su contraparte mexicana han desarrollado un banco de datos para evaluar la seguridad del autotransporte mexicano -similar al utilizado en Estados Unidos- que permitirá a los inspectores de ambos países acceso instantáneo a los historiales de cada camión a través de computadoras. Además, los dos gobiernos han discutido el tipo de documentos que deberían mantener los choferes mexicanos en sus camiones: información sobre los tiempos y distancias manejadas y las precauciones de seguridad que se han tomado.

Lo que el funcionario estaba sugiriendo, según varios líderes empresariales que asistieron al foro de la Cámara de Comercio, es que una nueva ronda de negociaciones tendrá que definir cómo aplicar la decisión del panel del TLC. Como resultado, ni los funcionarios estadunidenses ni los mexicanos estaban dispuestos a ofrecer posiciones firmes sobre estos asuntos.

México espera que Estados Unidos cumpla con el fallo del panel dentro de 30 días, explicó Javier Mancera, director de la Oficina de Comercio y el TLC de la embajada de México en esta capital. Pero al pedirle que precisara sobre lo que México considera como un cumplimiento de la decisión, Mancera se limitó a indicar: "tiene que ser la suficiente para convencernos de que está aplicando el fallo del panel". En comentarios ante la Cámara de Comercio, agregó que "si las empresas de transporte mexicanas logran cumplir con las normas estadunidenses, se les deberían permitir ofrecer servicio (en todo Estados Unidos)".

Si México considera que Estados Unidos está fallando en aplicar el acuerdo de una manera suficientemente ágil, el gobierno de Vicente Fox tiene el derecho de solicitar, bajo los procedimiento del TLC, la aplicación de alguna forma de sanciones económicas. Pero Mancera rehusó entrar en ese tema y ofrecer alguna idea de cuánto tiempo debería permitir el gobierno mexicano para la aplicación plena de las provisiones del TLC en este rubro.

Mientras tanto, ningún autotransportista mexicano -sin importar qué tan seguros son sus vehículos- debería esperar un acceso pleno al territorio estadunidense en el corto plazo. Aun los promotores aquí de abrir la frontera a los camiones mexicanos reconocen que no se logrará pronto. "Probablemente el próximo año tendremos algunos avances concretos en las negociaciones", opinó Martín Rojas, director de Operaciones Transfronterizas de la Asociación Americana de Autotransportistas, en entrevista con La Jornada. "Parte del problema en estos últimos cinco años es que jamás estábamos seguros hacia dónde íbamos, ahora estamos seguros de la intención", concluyó.

Representantes del sindicato Teamsters, que ha encabezado la hasta ahora exitosa campaña para abrir la frontera a los camiones mexicanos, mantiene su escepticismo. Jennifer Esposito, una de las principales cabilderas para asuntos comerciales del sindicato, señaló esta semana que las nuevas normas establecidas por México -publicadas el año pasado en el Diario Oficial- no son tan comprensivas como las que se utilizan por ley en este país. Pero, agregó Esposito, los problemas no están sólo del lado mexicano. Por ejemplo, señaló que no hay suficientes inspectores en los puntos de cruce fronterizos para vigilar incluso un pequeño porcentaje de los camiones que pasan la frontera. "En el cruce de Laredo hay 5 mil camiones al día, pero sólo dos inspectores. Cada uno puede examinar, máximo, de ocho a 10 camiones por día", informó.

Ellos insistieron

La ironía, comentó Mancera esta semana, es que fue Estados Unidos y no México el que presionó por una apertura rápida de las fronteras al autotransporte durante la negociación del TLC. "México no lo deseaba, pero Estados Unidos insistió", recordó ante líderes empresariales. Otra parte del TLC que todavía no se ha aplicado en este sector es la sección sobre el establecimiento de un calendario para permitir la inversión estadunidense en las empresas de autotransporte en México -permitiendo, primero, a los estadunidenses controlar 49 por ciento de la empresa de auto transporte mexicana para diciembre de 1995, después, 51 por ciento, para enero de 2001, y finalmente, hasta 100 por ciento para 2004.

"Algunas empresas mexicanas se oponen; temen la competencia desde Estados Unidos", advirtió Mancera. "Los costos de transporte en México son tres veces más altos que en Estados Unidos... tenemos un enorme problema de eficiencia en este sector", explicó. Pero agregó que el gobierno mexicano espera que "más competencia resultará en mayor eficiencia" a largo plazo.

Pero los Teamsters están preocupados de que este tipo de inversiones también provoquen una mayor explotación de los trabajadores. "Seamos muy claros, los choferes mexicanos no son nuestros enemigos", declaró Tyson Johnson, secretario Tesorero de la Sección 745 de los Teamsters en Dallas, Texas. "Acuerdos comerciales con fallas que enfrentan a trabajadores contra trabajadores son el enemigo real. Los choferes mexicanos merecen un salario digno y equipo seguro, para que todos puedan competir de manera justa".