MIERCOLES Ť 28 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Su movimiento permitió crear una nueva conciencia sobre los derechos indígenas, dice

Insólito reconocimiento de Fox al EZLN, ante la elite mundial de los negocios

Ť Ya no más pretextos ni condiciones que sólo retrasan la solución del conflicto, demanda

JUAN MANUEL VENEGASENVIADO

Cancun, qr, 27 de febrero. Ante la elite mundial de los negocios, el presidente Vicente Fox hizo un reconocimiento al EZLN, pues ''gracias'' a la movilización que inició hace 7 años en Chiapas ''fue posible crear una nueva conciencia sobre los derechos de los pueblos indígenas... ahora, en México, todos sabemos que nunca más deberán ser excluidos ni discriminados''.

Pero a la par del insólito reconocimiento, lanzó una velada advertencia: ''Ya no más pretextos ni condiciones que sólo retrasan más y más la solución del conflicto; ya no más pretextos, švengan de donde vengan!''.

Aprovechó para presentarse como promotor de la iniciativa de ley indígena que elaboró la Cocopa y que él retomó para enviarla al Congreso; incluso, dijo que la marcha zapatista tiene el objetivo de ''sumarse a la iniciativa del gobierno federal''.

En el Foro Económico Mundial que hoy concluyó en Cancún, dijo el Presidente, ''el EZ y el gobierno federal, unidos, apoyaremos para que (esa iniciativa) sea aprobada en el Congreso''.

Fue la clausura de la cumbre que reúne a representantes de las empresas más poderosas del mundo; del encuentro que año con año inicia en Davos y se prolonga hacia alguna nación ''con potencial de desarrollo''.

Dos escenarios

Y mientras a pocos kilómetros las policías municipal, estatal y PFP tundían a palos a cientos de globalifóbicos que se manifestaban en este centro turístico, en el hotel sede de la cumbre el mandatario mexicano destacaba que en el país ''ha llegado el tiempo de la paz (pues) la sociedad ya no admite pretextos ni condiciones que sólo retrasan más y más la solución del conflicto'' en Chiapas.

Unas horas antes, en la inauguración del muelle de Mahahual, Fox dio respuesta -sin mencionarlo- a Marcos, al defender el plan Puebla-Panamá, que la víspera había criticado el subcomandante. Este programa ''no pretende arrebatar ni territorio ni oportunidades, ni recursos naturales ni mucho menos dignidad a los indígenas... los pueblos indígenas del sur-sureste y de Chiapas quieren autonomía, pero una autonomía bien entendida, no para confrontar o retar al gobierno federal ni al sistema federalista que tenemos en México''.

Y enfatizó: ''Para criticarlo, para estar haciendo señalamientos šprimero hay que conocer de qué se trata!''. ezln-orizaba7

En la población de Othón P. Blanco, Fox tomó el micrófono y empezó a hablar de Chiapas, de la marcha zapatista, de las perspectivas de paz... de su lucha -según dijo- hombro con hombro con Marcos: ''La marcha por la paz va en camino de Chiapas a la ciudad de México, a la gran Tenochtitlan, para buscar trabajar juntos el gobierno federal, el Presidente de la República, el subcomandante Marcos y el EZLN, y buscar que el Congreso federal apruebe la denominada ley de Cocopa, la ley de concordia y pacificación, ley que en el propio título marca su objetivo''.

Esta marcha por la paz -continuó- nos llevará a finalizar el conflicto en Chiapas y abrir 10 millones de oportunidades ''para 10 millones de hermanos y hermanas indígenas''. Abrirá también la oportunidad para que México entero ''paguemos la enorme deuda que hemos contraído con estos hermanos y hermanas; no sólo en Chiapas, sino también en Quintana Roo, en Yucatán, en Colima, en Jalisco, en Guanajuato, en Chihuahua... en cualquier lugar donde están las comunidades indígenas esperando ese reconocimiento a su dignidad, a su cultura, a su historia y a sus tradiciones''.

Pero sus exigencias ''van mucho más allá'': ''desarrollo económico, desarrollo humano, educación bilingüe, mejores ingresos, empleos, progresar, tener y disfrutar la cultura, practicar el deporte y sumarse al quehacer del país entero''. Por ello, mientras los zapatistas caminan hacia el norte, el gobierno ''ha emprendido la marcha hacia el sur para venir a encontrarse con los gobiernos estatales y municipales, con los ciudadanos... y estamos empeñados en reducir las diferencias regionales, en impactar el desarrollo sustentable en esta parte del país''.

La marcha hacia el sur significa un ''compromiso šprofundo! Con los ocho estados del sur-sureste mexicano y con cada una de las familias que habitan en este maravilloso territorio'', expuso.

Antes de abandonar Mahahual, Fox anunció que acudiría a la clausura del Foro Económico Mundial y adelantó parte de lo que diría: ''Vamos con mucho orgullo. Creemos en la globalización, porque la vemos como una oportunidad para todos los pueblos, empezando por los indígenas, que deben ser los protagonistas y beneficiarios'' de la colaboración económica entre las naciones.

Ya en el foro, su mensaje lo dedicó a remarcar que la etapa que desea instaurar en el país de apertura comercial e inversión extranjera, prácticamente sin límites, tiene que ver con su compromiso con los pobres, con los excluidos: ''Queremos hablar sobre la importancia de construir puentes entre economía y desarrollo humano; entre los mercados y la economía familiar, entre apertura y desarrollo local, entre globalidad y desarrollos regionales''.

Siguió: ''Hoy tenemos la oportunidad de construir un México de vanguardia económica y elevado desarrollo humano. La visión del México del siglo XXI es de esperanza, de optimismo, de unidad y de grandeza; una visión de paz, de seguridad y de estado de derecho; de libertad, democracia y pluralidad''.

Reconoció que ''la misión'' económica de su administración, si bien responde a las necesidades de un mundo global, ''también a las de una sociedad šcon muy graves contrastes!''. Y recordó parte de lo que dijo en Davos, el 25 de enero: ''No podemos cerrar los ojos a las millones de personas en el mundo y en México que viven con menos de un dólar al día; no podemos ser ciegos a la creciente y dramática brecha entre los que más tienen y los que todo necesitan''.

Fox se refirió a la necesidad de crear ''puentes para que los excluidos del desarrollo se incorporen a un proceso al que tienen derecho; puentes entre los indígenas y el crecimiento; puentes de alta velocidad para llegar más rápido y muy amplios, para que quepan todos los que hasta hoy han sido marginados''. Para ello ''no basta la racionalidad de los mercados. Se requiere de una buena dosis de política pública activa. Hoy, los políticos no podemos permanecer pasivos, como si nada pasara; las sociedades no se transformarán con políticos apáticos. Después de todo, la política, más que el arte de lo posible, es el arte de hacer lo imposible necesario''. Se comprometió a construir esos puentes ''alejados de espejismos, falsas promesas y medidas populistas... llegaremos a los más necesitados, a los más pobres, ša donde nadie ha podido llegar..!''

Vino entonces el mensaje sobre Chiapas: ''Colegas empresarios, ustedes saben que hace siete años un grupo de indígenas levantó la voz en México, en Chiapas, y denunció la opresión y la marginación a la que han sido condenados los indígenas desde hace siglos''. La sociedad mexicana y el mundo entero ''escuchamos sus justos reclamos y gracias a ellos fue posible crear una nueva conciencia sobre los derechos de los pueblos indígenas... ahora sabemos que nunca más deberán ser excluidos ni discriminados, que sus formas de organización y cultura son y deben ser respetados, que sus anhelos de salud, educación, justicia, dignidad, deben ser atendidos. Siete años después, con el cambio democrático ha llegado también el tiempo de la paz''.

No faltó la advertencia velada a los zapatistas: ''Ya no más pretextos ni condiciones. (Pues) el único mandato de la ciudadanía es la paz... esta es la apuesta del gobierno federal, este es el compromiso con todos los mexicanos''.