Ť Ecología y paz, los temas
Estalla en Río de Janeiro la pasión de carnaval
AFP
Río de Janeiro, 26 de febrero. Una vez más, los desfiles de escuelas de samba de Río de Janeiro consiguieron superarse a sí mismos y volver a emocionar a más de 80 mil espectadores, extranjeros y brasileños, con su loca alegría, su descarada imaginación y su pasión por el carnaval.
La preservación ecológica, la paz universal, el poder infinito de la mente humana o el acto sexual entre un hombre y una mujer fueron representados con disfraces y carruajes en el desfile, que duró nueve horas y que finalizó este lunes de madrugada en el Sambódromo de Río, en medio de kilos de confeti, cientos de plumas y toneladas de alegría convertidas en cansancio.
En esa avenida de 700 metros, que cada escuela recorre en su exhibición sobraron samba y fiesta, desinhibición y fantasía. La favorita de esta primera noche fue la última en desfilar: Beija-Flor, vicecampeona en 1999 y 2000, que presentó, ya bajo la radiante luz del día, la historia de Agotime, una reina africana convertida en esclava que consiguió recuperar su alcurnia en Brasil.
La brujería, esoterismo y macumba hechizaron al público, que acabó encandilado con la presentación graciosa y armónica, más de 4 mil personas luciendo deslumbrantes disfraces entre majestuosos carruajes.
Más modesto fue el inicio de la noche, que corrió de la mano de Paraíso do Tuiuti, una agrupación recién ascendida de la categoría inferior que se estrenó entre "los grandes" contando la historia de un árabe que ayudó a Brasil a luchar contra la esclavitud.
Durante las horas de desfile hubo presentaciones para todos los gustos. Tradicao dedicó su samba a Silvio Santos, que de vendedor ambulante pasó a ser dueño de una cadena de televisión nacional; Unidos da Tijuca llevó al Sambódromo la visión del mundo del célebre dramaturgo Nelson Rodríguez, apodado Angel pornográfico.