MARTES Ť 27 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť La privatización de Monte Albán y la situación en los Loxicha, dos de los temas
Los viajeros rebeldes, instrumento de resonancia para denuncias en Oaxaca
Ť Por la presencia insurgente se congregan grupos indígenas en la capital del estado
JAIME AVILES ENVIADO
De Juchitán a Oaxaca, )ax., 26 de febrero. Con una torre de sonido y una manta que dice: "Bienvenidos hermanos del EZLN", unas 200 personas aguardan a la diez de la mañana el paso de la caravana zapatista a la orilla de la carretera que viene desde Tehuantepec. El sitio no es más que una pequeña agrupación de casitas y se llama Villa de Mitla. Por las potentes bocinas, la voz de Marcos gira a todo volumen en un casete y reproduce el discurso de ayer (domingo) en Juchitán: la organización política de estas tierras vuela, por lo visto, en alas de la tecnología.
La gente que espera el autobús de los 23 comandantes y un subcomandante confía en que, gracias a los viajeros rebeldes, la prensa que los acompaña podrá enterarse de algo que mucho los angustia. El gobierno de Vicente Fox, me explican, está dispuesto a privatizar las maravillosas ruinas de Monte Albán y es preciso denunciarlo y detenerlo, me urgen. Si la medida se lleva a efecto, subrayan, miles de familias perderían todo -tierras, viviendas y negocios- en los municipios de Santa Cruz Xoxocotlán y San Pedro Ixtlahuaca.
En 1993, me cuentan, Carlos Salinas de Gortari emitió un decreto de "protección" de la zona arqueológica de Monte Albán que abarca -pues aún está vigente- una superficie de 2 mil 78 hectáreas. Durante el sexenio de Ernesto Zedillo el proyecto no avanzó, pero el 2 de diciembre del año pasado, cuando Fox no había cumplido 24 horas en el poder, el gobernador de Oaxaca, José Murat, publicó en el Diario Oficial del estado una petición firmada por la delegación estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dirigida al INAH federal, para que éste gestione la expropiación de esos terrenos.
Si Fox apoya esta iniciativa serán expulsados los habitantes de las colonias Lomas de San Francisco Javier, San Miguel, Los Angeles, Odilón Pérez, Benito Juárez, José Murat, Ampliación Monte Bello, 4Ű. Sección de Las Culturas, Los Angeles, La Cañada, Loma Grande, Loma Bonita, El Vergel y la agencia municipal de Jesús Nazareno. En esos ejidos, que gravitan en torno del sitio arqueológico, sería implantado el megaproyecto Monte Albán Siglo XXI, es decir, un conjunto de hoteles y restaurantes de lujo, administrado por inversionistas extranjeros.
"Queremos que Marcos lo sepa y lo difunda", dice un maestro rural que lleva, dice, años luchando contra esas ambiciones.
Angustia en Villa de Mitla
Si el domingo los pobladores de La Ventosa detuvieron la caravana zapatista para rogarle que se oponga al megaproyecto del istmo de Tehuantepec, que pretende unir las costas del Pacífico y del Atlántico por medio de una carretera que remplazaría al canal de Panamá, hoy los que bajaron hasta Villa de Mitla parecen dispuestos a rogar la intercesión de los indígenas rebeldes para que obren otro milagro. El megaproyecto Monte Albán Siglo XXI, afirman, sería una extensión del megaproyecto del istmo.
Por ello se levantaron tan temprano los vecinos de Santa Cruz Xoxocotlán y San Pedro Ixtlahuaca, para venir hasta la desolada orilla de esta carretera. En cambio, 150 kilómetros más atrás, en el poblado de Jalapa del Marqués, a tiro de piedra de Tehuantepec, un puñado de personas tomaba café y se frotaba las manos tiritando hoy, a las siete de la mañana, colgando modestas cartulinas sobre las rejas de una escuelita primaria. Ellos no tenían nada que decirle a Marcos, pero se habían organizado y reunido para verlo pasar y echarle algunos gritos de ánimo.
De Juchitán a Oaxaca, a lo largo del tramo que hoy recorrieron los delegados del EZLN, hay un montón de aldeas dispersas y solitarias, tristes a más no poder, en donde los muros blanqueados de cal sobre piedras broncas muestran apenas vestigios de las pasadas campañas electorales. En llanos espectrales y sierras magníficas donde no se cultiva raramente sino el agave para el mezcal, que se vende en el pueblito de Matatlán, sólo parecen habitar los fantasmas.
Pero en el zócalo de Oaxaca, adonde el convoy de autobuses y camionetas llegó con estruendo de helicópteros vigilantes al filo de las dos de la tarde, otras luchas permanecen de pie bajo los portales del palacio municipal. Entre cuatro mecates, bajo un toldo de plástico y tras la morigerada elocuencia de unos letreros ra-yonados con plumón, cuatro trabajadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca cumplen hoy su cuarto día en huelga de hambre para denunciar los latrocinios de Leticia Velázquez, su dirigente sindical.
A sólo unos metros, con un campamento que ya es viejo a fuerza de tanto insistir, las esposas y los hijos de los presos políticos de la región Loxicha, hacinados en una serranía hambrienta más arriba de los hoteles y las bahías de Huatulco, exhiben su desamparo porque de 1996 a 1999 han sufrido la pérdida de 50 familiares, 40 de ellos asesinados, diez más desaparecidos y 138 encarcelados bajo el cargo de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo (EPR).
Resistencia al "concierto por la paz"
En la plaza de armas de Oaxaca, entre tanto, ha comenzado ya el mitin de la Comandancia General del EZLN y en torno del gentío se agrupan las mantas, enormes, del Frente por el Desarrollo y la Democracia, el Movimiento de Unificación y Liberación de los Triquis (MULT), el Congreso Nacional Indígena, el PRD de Tlaxcala y muchas más. Una tela gigantesca arremete así contra los organizadores del concierto del próximo sábado en el estadio Azteca, el llamado "concierto por la paz", que está empleando la fuerza propagandística de los medios electrónicos más poderosos del país para presentar a los zapatistas como responsables del acoso militar que sufren desde 1994 las comunidades en resistencia.
La tela dice: "La paz de Fox, Televisa y Tv Azteca significa más miseria, desempleo, marginación, represión y subordinación a los extranjeros". Y quizá inspirados por esta declaración que flota bajo las copas de los árboles, manos jóvenes reparten volantes mal impresos en los que informan de las actividades que se están desarrollando en la ciudad de México, y concretamente en los campus de la UNAM, donde brigadas de activistas -"no relacionadas con el CGH", me dicen-, están invitando a los chavos a tomar el estadio Azteca, entrar al concierto con mantas y camisetas a favor de los zapatistas y revertir la manipulación de los medios para que el acto se convierta en una manifestación "contra la hipocresía de Fox".
Conmovido por el tamaño de la multitud que rodea el templete de los comandantes y el subcomandante, me desentiendo un poco del mitin dado que el sonido, igual que ayer en Juchitán y que esta mañana en Tehuantepec, es pésimo. Prefiero acercarme a dos reporteros de Canal 40 que, cámara y micrófono en ristre, se plantan enfrente de dos campesinos viejos y les preguntan:
-Para ustedes, Ƒqué significa esto?
Uno de ellos los mira con desconfianza. Luego dice:
-Eso que está diciendo Marcos ahorita es lo que pensamos nosotros. Por eso estamos aquí...