Ť Anuncia que habrá cambios en la forma de investigar y de obtener financiamiento
Posible, hacer de la tecnología un negocio, dice el titular del Conacyt
Ť La meta, que México se convierta en actor y se concentre en áreas en que pueda destacar, dice
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
"He tenido la experiencia de hacer de la tecnología un negocio". Con esta frase, el director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Jaime Parada, da testimonio a investigadores y empresarios mexicanos de que es posible obtener ganancias de la aplicación científica y que, por tanto, esta actividad no puede ser financiada sólo por el gobierno.
Desde esta visión considera que el concepto de
libertad de investigación se ha entendido mal en México y
anuncia un viraje. En adelante, el gobierno federal ?y no los investigadores
en solitario? definirá los temas prioritarios de estudio tomando
como base las necesidades sociales, y luego pondrá a concurso los
fondos. La meta, dice, es "alinear la capacidad intelectual a la demanda".
El nuevo modelo, asegura, va encaminado a que México
deje de ser expectador y se convierta en actor. Y para conserguirlo parte
de una visión "muy realista". En seis años, el país
no va a ser una potencia del conocimiento pero puede concentrarse en determinadas
áreas de oportunidad como las industrias del software, la automotriz,
la biotecnología y la generación de energía.
La nueva visión
Para superar el perfil del investigador condenado a hacer un "voto de pobreza", señala que los científicos y tecnológos mexicanos podrían aprovechar esta nueva visión y obtener más recursos a través de consultorías y proyectos con la empresa. Y se declara convencido de que esto es posible.
Ingeniero y empresario con una marcada trayectoria de trabajo en poderosos grupos industriales como Vitro y Sydermex, Parada rompe con el perfil de muchos directores del Conacyt que provenían del ámbito académico y de las ciencias duras. Originario del Distrito Federal, desde hace una década se instaló en Nuevo León, donde fue director técnico del consorcio Sydermex, que agrupa a Altos Hornos de México, Fundidora Monterrey y Siderúrgica Lázaro Cárdenas. También fue responsable de tecnología de enseres domésticos de Vitro y en los últimos tres años tuvo a su cargo el desarrollo tecnólogico del supercorporativo Cydsa.
-¿Cuáles son las premisas de este gobierno?
ŤEn 30 años, el Conacyt construyó el sistema científico y tecnológico, pero éste aún es pequeño, hay 10 mil personas dedicadas a esta actividad y de éstas, ocho mil son integrantes del Sistema Nacional de Investigadores y 10 por ciento ligados a la tecnología. Ahora queremos que la ciencia y la tecnología involucre no sólo a ese sector, sino a toda la sociedad. El cambio consiste en que antes el Conacyt veía como su clientela a la comunidad científica y tecnológica y ahora la clientela va a ser la sociedad y el sector productivo. Con este fin, el gobierno y las dependencias definirán las prioridades nacionales y crearán una bolsa de recursos que se pondrá a concurso para que los investigadores presenten sus proyectos.
-¿Significa que el gobierno va a decidir qué se investiga y qué no?
-Se va a consultar a la comunidad científica y tecnológica. Por ejemplo, la Semarnat con un grupo de asesores define que el agua es su prioridad y establece proyectos y lanza una convocatoria para otorgar recursos con criterios de equidad y competitividad.
Ciencia de calidad
-Pero esto va a limitar el desarrollo científico y tecnológico del país
-Por eso el proceso de consulta incluye a la sociedad y a la comunidad científica y tecnológica. Otra parte importante será lo relativo a las ciencias exactas, básicas, históricas, a las humanidades, a la economía y a la antropología social. Todas seguirán siendo apoyadas por el gobierno porque el usuario más importante del conocimiento que estas generan es la sociedad y el propio gobierno. Pero les vamos a pedir que hagan ciencia de calidad.
-¿Cómo se va a medir la calidad?
-El primer criterio es que la investigación esté ligada siempre a la formación de recursos humanos. El otro es que el investigador debe ser altamente productivo en cuanto al número de publicaciones originales que genere y por último, que la investigación tenga presencia y aceptación internacional.
-¿En qué áreas o instituciones no se hace ciencia de calidad?
-Se hace ciencia de muy buena calidad en las áreas de la salud, de materiales, biotecnología, y ecología. Prefiero no abundar mucho porque implicaría dar la connotación de áreas de primera o de segunda categorías.
-¿Qué va a pasar con aquéllos que no cumplan esos parámetros de calidad?
-Todos estamos obligados a hacer las cosas con calidad. Es por eso que cuando no haya un usuario, un cliente inmediato, los apoyos se darán a la buena ciencia y cuando haya un cliente los proyectos deberán estar alineados a los intereses de la sociedad. Aunque también se pueden apoyar áreas en vías de su superación y progreso.
-¿Cómo hacer investigación de calidad con infraestructura muy pobre?
Compromiso, aumentar recursos
-El compromiso de esta administración es aumentar los recursos, pero éstos nunca serán suficientes. Por eso hay que hacer una cruzada para diversificar las fuentes de financiamiento. Además, cuando se tiene un proyecto viable que beneficia a la sociedad, a una industria, al sector productivo creo que todo mundo lo va a abrazar con entusiasmo.
-¿Cuál será el futuro de aquellas investigaciones sin utilidad práctica?
-Las vamos a seguir apoyando, pero no hay que olvidar que tienen un cliente potencial que es el propio gobierno y sus dependencias. El problema es que a veces tenemos una mala concepción de la libertad de investigación. Así, en vez de estudiar la historia de la Muralla China, y le estoy poniendo un ejemplo absurdo, podemos investigar otros temas de nuestra historia o aspectos económicos como la relación de la inversión en ciencia y tecnología con el progreso social.
"Un gran reto de todas las instituciones será alinearse a las necesidades y tratar de que el conocimiento encuentre un usuario para que la inversión genere un beneficio social. Se trata de decirle al científico aquí hay tema para ti y no la vieja concepción de tengo una bolsa de recursos, propón cosas y te doy dinero.
"Romper el voto de pobreza"
-¿Qué atractivo tiene ser científico obteniendo salarios tan bajos?
-Esta profesión es atrayente en lo intelectual y estimulante porque implica la formación de recursos humanos. Pero tenemos que romper el paradigma de resignarse a recibir un sueldo modesto proveniente de los tabuladores del gobierno o a hacer "votos de pobreza". Las universidades y los investigadores pueden dar clase y hacer investigación, pero también dar consultoría o establecer contratos para obtener recursos adicionales.
Atraer empresas extranjeras
-¿Cuál es su propuesta para incrementar la inversión privada en ciencia y tecnología, luego de que el gobierno gasta 80 por ciento y la empresa 20 por ciento?
-Junto con las secretarías de Hacienda y de Economía vamos a crear un conjunto de incentivos fiscales, instrumentos de crédito, de capital de riesgo y otros programas de apoyo a la pequeña y mediana industrias. Por ejemplo, en Canadá se otorgan incentivos fiscales al gasto de investigación y desarrollo tecnológico de 20 por ciento a las empresas grandes y de 35 por ciento a las pequeñas y medianas. También queremos atraer empresas extranjeras que establezcan aquí centros de ingeniería y de investigación. México no puede ser sólo el lugar donde vengan a establecerse maquiladoras.
-Pero las empresas de alta tecnología solicitan personal muy especializado y muchas veces lo traen de sus propios países
-Vamos a hacer una cruzada educativa muy importante. El país puede convertirse en un lugar muy interesante para el desarrollo de la industria del software, pero antes tenemos que formar los recursos humanos para no ofrecer solamente mano de obra barata.
-Las empresas extranjeras llegan al país, pero muchas veces no se comprometen a formar personal ni a desarrollar tecnología.
-Se necesita crear un marco de fomento para atraer industrias de alta tecnología mediante un esquema de relaciones de ganar ganar, en el que las empresas, nuestros jovenes y profesionistas y la sociedad sean beneficiados.
-El presupuesto actual representa 0.4 por ciento del PIB. ¿Se va a duplicar?
-Estaría difícil tener una bola de cristal. Dependemos mucho de que en esta gran cruzada partipe activamente la industria y se convenza de que la tecnología le da ventajas competitivas.
-¿Para la mayoría de los empresarios es más fácil comprar tecnología?
-Es que entendemos mal ese concepto. Comprar tecnología no significa adquirir una máquina, una instalación productiva, un equipo de última generación, la tecnología es el conocimiento que da el capital intelectual humano de la empresa. Esto implica provocar un cambio cultural que no se hace de la noche a la mañana y que es difícil hacer cuando muchos de nuestros empresarios no han tenido oportunidad de estudiar una profesión o no cuentan con un ingeniero.
-Con lo rezagado que está el país, ¿qué papel juega frente a potencias científicas?
--A México le quedan áreas de oportunidad porque es difícil pensar que un país le puede apostar a todo.
-Por ejemplo en el tema del genoma humano, México no tiene mucho qué hacer porque no participa en investigaciones.
-Con inteligencia, tiene que aprovechar ese conocimiento y definir las áreas en las que puede destacar. También tiene que actualizar sus programas de estudios para no seguir enseñando conocimiento de hace 50 años, sino estos temas nos van a pasar de noche y vamos a ser expectadores.
Lastres mentales
-Pero ya somos espectadores.
-Espero que pasemos del otro lado del escenario y que en vez de espectadores seamos actores. De eso se trata el cambio, de que nos quitemos los lastres mentales. El genoma ha demostrado que un mexicano, un americano, un africano somos exactamente iguales y nosotros por tradición sabemos que el mexicano tiene muchas ventajas, es creativo e innovador. Por eso quiero que el tema de ciencia y tecnología involucre a muchos actores y no siga siendo un tema de una elite, de una comunidad cerrada, desconectada, fuera de las corrientes económicas, de comercio y de cultura.