LUNES Ť 26 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Sin fecha para juzgar a cinco sospechosos

El crimen de obispo guatemalteco cumple 34 meses en total impunidad

AFP

Guatemala, 25 de febrero.- El brutal asesinato del obispo guatemalteco Juan Gerardi, perpetrado el 26 de abril de 1998, cumple este lunes 34 meses en completa impunidad y sin que se haya fijado fecha para el juicio contra cinco sospechosos.

En una zaga que mezcla ficción, violencia, exilio, tretas judiciales y disputas de poder entre el ejército y el clérigo católico, debieron pasar 21 meses para que fueran detenidos tres militares, un sacerdote y una servidora doméstica como presuntos responsables del crimen de Gerardi.

Entre el 21 y 22 de enero de 2000, fueron capturados el coronel retirado Israel Lima Estrada, ex jefe de Inteligencia Militar; su hijo, el capitán del ejército Byron Lima Oliva y el ex especialista militar Obdulio Villanueva, acusados del delito de ejecución extrajudicial.

También fue detenida la ex cocinera del religioso, Margarita López y el sacerdote Mario Orantes, quien retornó de Estados Unidos, donde recibía atención médica, para internarse en un hospital privado donde continúa bajo vigilancia policial.

Tras innumerables acciones judiciales, la jueza Flor de María Solís ordenó llevar el proceso a juicio en junio último. El pasado 1o. de febrero, el presidente del Tribunal Tercero de Sentencia, José Cojulúm, anunció el inicio del debate el 15 del mismo mes.

Sin embargo, dos días antes, los abogados de Lima Oliva recusaron a la jueza vocal Jazmín Barrios y la apertura del debate público fue postergada.

"Es una noticia esperada, sabida; es lo que iba a suceder, que a última hora presentan un recurso y atrasan todo", dijo en esa oportunidad el presidente de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), obispo Víctor Hugo Martínez. "Protestan por todo, porque si en vez de definir que un pelo era negro y ponen café, ya presentan un recurso (...) porque siempre que están en un caso (los militares) atrasan todos los juicios", denunció.

Puso en duda que, de llegarse a sentenciar a los acusados, se encuentren a los verdaderos autores intelectuales del crimen de Gerardi, asesinado dos días después de que presentó un informe sobre las atrocidades cometidas por militares durante el conflicto armado en este país.

La activista humanitaria Hellen Mack coincidió con el obispo y dijo que "los militares siempre que se ven afectados, recurren a cualquier acción para entorpecer los juicios, atrasarlos y ganar tiempo mientras intimidan a los testigos".