DOMINGO Ť 25 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť "La lealtad de los trabajadores fue pagada con aumentos de precios": Aceves

Arremete la CTM contra el PRI en su asamblea

Ť Sauri admite que el partido optó por defender las razones del gobierno antes que las causas del pueblo Ť Sonora rechifla para Rodríguez Alcaine al concluir su informe anual

FABIOLA MARTINEZ Y ENRIQUE MENDEZ

La presidenta del PRI, Dulce María Sauri Riancho, aceptó ayer que el partido optó por defender "las razones del gobierno, antes que las causas del pueblo"; durante años, dijo, consintió las peticiones que desde el gobierno se hicieron para que la clase trabajadora se apretara, una y otra vez, el cinturón, aun cuando ya no había espacio para una perforación más.

Y es que en la inauguración de la 124 asamblea general de la CTM, el secretario de Previsión Social, Carlos Aceves del Olmo, reclamó que la lealtad de los trabajadores fue pagada por los últimos tres gobiernos neoliberales con topes salariales y aumento de precios. "Ahora exigimos que no se nos coloque más como parte decorativa en mítines o a la hora de las elecciones", expresó.

El sector obrero priísta, disminuido drásticamente en el reparto de candidaturas a cargos de elección popular, apenas tiene en la 58 Legislatura 14 diputados federales y cuatro senadores, ocupa además una sola gubernatura, la de Sinaloa.

De la CTM, que se constituye como la cabeza del sector obrero del PRI, tiene sólo 11 diputados y dos senadores.

En respuesta a los reclamos del sector obrero, Sauri Riancho dijo que ahora, cuando ya perdió el Poder Ejecutivo, el partido no permitirá que las conquistas laborales sean punto de negociación, y exigirá que los salarios no estén "lejos, en el cielo, sino en la tierra".

Al inaugurar la asamblea cetemista, Sauri cuestionó la integración de prominentes empresarios en el consejo de administración de Petróleos Mexicanos (Pemex). Con ello, indicó, se ha iniciado la privatización silenciosa de la paraestatal, en la que ahora la balanza se inclina "dos contra uno".

El tricolor, advirtió, no está dispuesto a que esos nombramientos del presidente Vicente Fox lleven a la venta de la empresa. "En el PRI hablaremos fuerte y no vamos a dar un solo paso atrás. šDenunciémoslo!", exclamó.

Afirmó que como partido opositor, el Revolucionario Institucional no dirá a todo que no, sino sólo a las políticas que atenten contra los legítimos intereses de los trabajadores, y dirá que sí a lo que ayude a la superación del pueblo. "Pero no sólo vamos a ser un partido del sí o del no, sino que vamos a hacer propuestas", precisó.

Sauri Riancho -quien llegó con casi una hora de retraso, pues venía de Yucatán, donde participó en las negociaciones para definir la candidatura de su partido al gobierno del estado- consideró que ahora que el PRI ya no tiene la Presidencia, el pacto que se mantenía con la cúpula obrera debe modificarse para establecerlo sólo con el tricolor.

"Nadie va a lograr que esa alianza se rompa. Que lo oigan muy bien los que esperan que surja una división entre el PRI y el sector obrero. Los trabajadores son militantes del partido por voluntad propia. El nuevo gobierno ganó las elecciones con no más del 42 por ciento de los votos, que no fueron de los obreros y sus familias", expresó.

La dirigente priísta dijo que si bien el 2 de julio de 2000 el PRI perdió la Presidencia de la República, los militantes no perdieron, y no perderán.

Reproches de la central obrera

Previamente, el secretario de Previsión Social de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, dedicó la mayor parte de su mensaje a criticar al PRI, partido en el que estatutariamente milita la central desde la década de los 30. Señaló que a su lealtad y compromiso institucional, los gobiernos ctm-asamblea-2 priístas correspondieron con la imposición de topes salariales.

"Siempre hemos pasado lista de asistencia con el partido, por lo que hoy pedimos que éste se comprometa con nosotros, y además que termine con intereses de grupos y protagonismos estériles que han dividido al PRI".

Fue entonces cuando la cúpula cetemista exigió a la directiva del tricolor que se les tome en cuenta y no continuar, como en los últimos años, "como espectadores del cambio; queremos ser partícipes y no sólo que nos llamen en la víspera de las elecciones, en las coyunturas o cuando los casos ya están perdidos".

A nombre de la CTM, Aceves del Olmo exigió que se terminen las "negociaciones entre unos cuantos y en lo oscurito", y advirtió que el sector obrero no permitirá que el partido se les vaya de las manos.

"Pareciera ser -resaltó- que el partido se alejó de los estatutos, de sus documentos básicos, y ahí, entre otros factores, se finca la derrota del 2 de julio. Nadie nos debe dar por muertos, estamos en un escenario en el que desaparecieron las decisiones verticales, donde la línea sólo la debe dar nuestra responsabilidad como priístas".

La coordinadora de los diputados federales del PRI, Beatriz Paredes Rangel, alertó que las principales instituciones sociales, como IMSS e Infonavit, y la propia Secretaría del Trabajo, están a cargo de "distinguidos representantes del sector empresarial".

"Que quede claro que el cambio que se ofreció no tenía que ver con un salto para atrás... don Fidel Velázquez se fue a tiempo, no vio el salto para atrás en el que podemos estar todos los mexicanos", resaltó.

La asamblea, en la chorcha

Apenas había salido del auditorio Fernando Amilpa la dirigente del PRI, y Leonardo Rodríguez Alcaine comenzó la lectura de su informe anual, en el que pretendía llamar la atención de los cetemistas respecto a los cambios políticos y económicos del país.

Sin embargo, el pésimo sonido, el cansancio y hambre de las huestes llevadas de toda la República a la CTM provocaron que esa media hora del informe fuera espacio para la chorcha, los saludos, la plática, conseguir un tentempié, para una siestecita e incluso una sonora rechifla al final del mensaje de La Güera Rodríguez.

A esto se sumó la voz apenas perceptible del dirigente y lo largo del discurso en el que incluso la plana mayor cetemista, sentada en el presídium, se dedicó a la plática y a contarse chistes.

De nada sirvió el griterío de los animosos yucatecos puestos en primera fila para que Sauri los viera a su llegada, ni los cientos de trabajadores uniformados de las federaciones de Tamaulipas, Jalisco o del estado de México, pues Rodríguez Alcaine no fue escuchado, aun cuando dio cuenta del estado financiero de la confederación, de su preocupación por la "ideología neoliberalista" o de los criterios empresariales y financieros con los que, dijo, se está administrando al Infonavit y al Seguro Social.