SABADO Ť 24 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Organiza sección del SNTE acto en Pinotepa Nacional
Exigen aclarar "desaparición" de tres maestros en Oaxaca
Ť En 23 años, 145 profesores asesinados en esa entidad
VICTOR BALLINAS
La sección 22 del SNTE realizará hoy sábado un acto político cultural en Pinotepa Nacional, en demanda de justicia en el caso de tres maestros desaparecidos.
Según la Comisión Magisterial de Derechos Humanos (CMDH), que organiza el acto, en los últimos 23 años han sido asesinados en el estado de Oaxaca 145 profesores. Aseveró que "estamos trabajando para que estos casos no queden impunes; exigimos castigo para los responsables".
El acto se realizará en el marco del 13 aniversario de la desaparición del profesor Modesto Patolzin Moicen, quien daba clases en la zona 100 de Pinotepa, y su desaparición ocurrió "cuando se le notificó su ascenso como supervisor escolar en la zona 48 de San Juan Cacahuatepec".
Patolzin Moicen se inició como profesor de educación primaria en el estado de Oaxaca, en 1972. Participó activamente en la lucha magisterial en la sección 22 a partir de 1980; en 1987 se hizo cargo de la supervisión escolar 100 de Pinotepa Nacional, y en ese periodo "fue amenazado por Vanguardia Revolucionaria -grupo de choque del SNTE y del PRI-gobier- no", asegura la Comisión Magisterial de Derechos Humanos en su denuncia presentada en Amnistía Internacional, en la ONU y en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Liboria Miranda Silva, esposa del maestro desaparecido, asevera que "por su férrea actuación en contra de la corrupción, Patolzin Moicen fue objeto de agresiones físicas, amenazas y hasta enemistades".
La última vez que su familia tuvo contacto con el desaparecido, fue el 21 de febrero de 1988, pues el 22 debía presentarse en Oaxaca. "El compró un boleto para viajar de Oaxaca a Pinotepa Nacional para el 24 de febrero a las 9 de la noche, en la línea de autobuses Estrella del Valle, en el asiento seis".
No fue sino hasta el 13 de marzo de 1988 "cuando familiares y amigos del desaparecido se enteraron de que el profesor Patolzin nunca llegó al lugar donde desempeñaría sus funciones de supervisor en San Juan Cacahuatepec. A partir de esa fecha se inició una búsqueda en cárceles, hospitales, anfiteatros, en comunidades y ciudades sin poder localizarlo".
"La denuncia, extraviada premeditadamente"
El día 15 de ese mes, la maestra Liboria Miranda Silva, esposa del desaparecido, presentó denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del estado. Días más tarde, la profesora Miranda fue enterada de que en la Procuraduría "no se conocía la denuncia, que fue extraviada premeditadamente".
Tres días más tarde, de nueva cuenta la maestra presentó la denuncia por la desaparición de sus esposo y el magisterio presióno con movilizaciones para exigir el esclarecimiento del caso.
Llama la atención, comenta la esposa del desaparecido, "la cadena de errores y omisiones que se registraron en el caso, y sobre todo la celeridad con que lo trataron, para dejar impunes a los responsables. Afirmó que continuó una denuncia por desaparición, y la Procuraduría emitió dictamen y cargos, por homicidio".
De acuerdo con su testimonio, Miranda señala que el 23 de mayo de 1988 se ejercitó acción penal contra Luis Lucio Atenógenes Baños Montero, Antonio Narciso Anaya, Miguel Angel Roa Franco y otros "como presuntos responsables del delito de homicidio".
El 28 de mayo se libraron órdenes de aprehensión en contra de Humberto Mora Zamudio, Luis Lucio Atenógenes Baños Montero, Apolinar Domínguez Cortez, Rodolfo Prado Equihua, Ignacio Rojas Montalbán en la causa penal 163/988 "como probables responsables del delito de homicidio"; sin embargo, las órdenes fueron dadas a conocer al juez de la causa hasta el 27 de abril de 1989.
El 6 de marzo de 1990, el juez segundo de primera instancia de Puerto Escondido, Oaxaca, dictó sentencia absolutoria debido a que no se configuró el delito de homicidio.
Irregularidades en el proceso: Comisión Magisterial de Derechos Humanos
La Comisión Magisterial de Derechos Humanos señala las irregularidades ocurridas en el proceso. Primera: la desaparición de la denuncia en la Procuraduría de Justicia del estado, que fue hecha por secuestro y desaparición. El juez de Puerto Escondido realizó un proceso por homicidio sin cadáver; el libramiento de las órdenes de aprehensión firmadas por el juez de primera instancia de Puerto Escondido, fue dado a conocer a la PGJEO un año después.
"El primer dictamen médico, avalado por servicios periciales de la PGJEO y por el Consejo Médico Legal Forense, no fue ratificado cuando lo requirió el juez de la causa, con lo que se desmiente el primer dictamen. Ni el juez de causa ni el agente del Ministerio Público solicitaron al oficial del Registro Civil el levantamiento del acta de defunción. Durante la permanencia de los inculpados en la penitenciaria del estado, continuaron cobrando sus salarios, uno de los detenidos que tuvo sentencia absolutoria, fue albergado en el palacio de gobierno".
Tanto la Comisión Magisterial de Derechos Humanos, como la esposa del desaparecido, aseveran que la recomendación de la CNDH 7/94, contiene diversas irregularidades, entre ellas que "se realizaron exhumaciones en presencia de la familia, lo cual es falso, e incluso se le impugnó en su cara al presidente de la CNDH, Jorge Madrazo Cuéllar; recomienda ejecutar órdenes de aprehensión por homicidio, pero no se percató que la denuncia es por desaparición".
En 1978, el primer caso
El primer caso de maestros desaparecidos en Oaxaca fue el de Víctor Pineda Henestrosa, el 11 de julio de 1978. Testigos de los hechos denunciaron que "fueron elementos del Ejército los que se lo llevaron cuando se encontraba conversando en la calle con el señor Marcelino Blas. Eran 4 hombres con uniforme militar portando metralletas y dos civiles, entre ellos se encontraba un sargento del onceavo batallón". En mayo de 1992 se registró el último caso, con Silvia Eliza Ramos Cruz.