VIERNES Ť 23 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť El organismo internacional ''miente y es deshonesto'', advierte el subcomandante
Culpa Marcos a Castañeda de haber bloqueado la participación del CICR en la marcha zapatista
Ť Asegura que el canciller mandó decir: ''Quieren una guerra de mentiras, tendrán una paz de mentiras''
ELIO HENRIQUEZ CORRESPONSAL
La Realidad, Chis., 22 de febrero. El subcomandante Marcos responsabilizó hoy directamente al secretario de Relaciones Exteriores, Jorge G. Castañeda, de haber dado ''la orden de bloquear'' la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el traslado de los delegados zapatistas que irán en la marcha al Distrito Federal -y 12 estados del país-, a partir del 25 de este mes.
Incluso, aseguró: el canciller mexicano ''nos acaba de mandar decir lo siguiente, textual: Quieren una guerra de mentiras, tendrán una paz de mentiras". El mensaje, explicó, llegó de manera verbal a través de ''un propio'', cuyo nombre omitió.
Marcos también se refirió al CICR y dijo que éste ''miente y es deshonesto con la opinión pública o con el EZLN''. Agregó que ''en caso de que el gobierno federal no haya rechazado la participación del organismo en la marcha, entonces el Comité Internacional de la Cruz Roja le mintió al Ejército Zapatista, y en cualquiera de los dos casos, si tuviera un poco de dignidad, ofrecería disculpas a los pueblos indios, a la opinión pública mexicana y se marcharía''.
El subcomandante llegó puntual (a las 10 horas) a la conferencia de prensa, convocada desde el domingo pasado para dar a conocer el itinerario de la marcha hacia la capital del país.
Inmediatamente después de dar los detalles al respecto, el líder guerrillero explicó cómo empezó y terminó la solicitud para que el CICR participara en el traslado de los delegados zapatistas, y cuyo desenlace -señaló- ''nos ha hecho ver cuál es la estrategia gubernamental del señor Vicente Fox'', para quien ''la preocupación central no es la paz en Chiapas, sino aparentar que la paz es posible o es ya un hecho, como ha declarado últimamente''.
Manifestó que, para tal fin, el mandatario ''ha dirigido toda una campaña en dos sentidos. Por un lado, en los medios de comunicación, ya sea personalmente, a través de los miembros de su gabinete o distintos voceros, no sólo para tratar de convencer al pueblo que la paz está cerca sino también para tratar de apropiarse de la marcha zapatista y presentarla como una marcha foxista''.
Por otro lado, sostuvo, esa estrategia ''pretende presionar al EZLN con amenazas y chantajes para que se preste a esta simulación de la paz''. Enseguida, explicó lo ocurrido con la Cruz Roja Internacional: ''En los antecedentes, el CICR ha participado directamente en la relación con las partes en 1994, 95, 96 y 98. Desde entonces, se ha ocupado del traslado de los delegados a las distintas instancias de diálogo y en su tiempo, en 1994, estableció las zonas grises, zonas de amortiguamiento que evitaban un choque entre el Ejército federal y el EZLN''.
Añadió que el organismo ha instalado, además, puestos de socorro y ha sido el canal parta programas de salud y alimentación. Precisó que el método a través del cual se hace la relación con el CICR es el siguiente: ''Una de las partes solicita algo, el comité analiza si puede cumplir con esa solicitud, luego pregunta a la otra parte si está de acuerdo y si dice que sí, entonces elabora un contrato con la parte que solicita. Eso es lo que se hizo en 1994, cuando el gobierno de Salinas solicitó que se instalara la zona gris. El CICR se declaró dispuesto y preguntó al EZLN si estaba de acuerdo; éste mostró su acuerdo y se instalaron esos puestos''.
Marcos comentó que cuando se han hecho los traslados para las zonas de diálogo, ''siempre ha sido el EZLN el que se dirige directamente al CICR, o en su momento a través de la Conai, solicitando el traslado y la neutralización de la sede. Hasta entonces, el comité preguntaba al gobierno si estaba de acuerdo o no''.
Subrayó que ''nunca, y aquí contradigo directamente al señor Fox, ha habido una solicitud directa de una de las partes a la otra pidiendo la intervención del CICR. Lo que tienen que hacer él y su gabinete es informarse bien de las cosas antes de emitir su comunicado. En su comunicado de ayer, el señor Fox decía que debíamos haberle solicitado al gobierno la intervención del CICR, y nunca se ha hecho así en siete años de guerra''.
Luego contó la historia reciente de lo ocurrido sobre el caso: ''El EZLN sostuvo un encuentro con el delegado en jefe del CICR, Pierre Meirandt, en el que le solicitamos al comité participar en el traslado de los delegados. El señor Pierre habló con nosotros, entró en detalles de cuál sería la participación del organismo y establecía los límites de la participación. Se le dieron detalles de la ruta, entramos en detalles del tipo de vehículos y de acompañamiento que se tendría y el delegado dijo que había que esperar dos cosas: una, la respuesta de la sede en Ginebra, y dos, como se acostumbra, la anuencia del gobierno federal mexicano''.
Marcos expuso que el 19 de febrero, en horas de la noche, un delegado de la Cruz Roja Internacional comunicó al EZLN que en Ginebra se habían aceptado los términos de la participación del CICR en la marcha, y estaba en espera de la respuesta del gobierno mexicano.
Abundó: ''El 20, alrededor de las doce del día, a través de un teléfono satelital, el delegado del CICR se comunicó con el delegado en jefe, que estaba en ese momento hablando con las instancias gubernamentales, y le reiteró que Ginebra había dado su aprobación y que el gobierno mexicano estaba renuente a aceptar la participación del comité. Unos minutos después, el delegado del CICR que se encontraba en La Realidad en contacto directo por teléfono satelital con el delegado en jefe, recibió la comunicación de que el gobierno federal se negaba a que la Cruz Roja Internacional participara en la marcha".
Esa, aseguró el subcomandante, ''es la verdad: el gobierno federal bloqueó la orden que Ginebra había dado de aprobación a sus delegados en México. La orden del bloqueo provino de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en concreto de su titular, Jorge Castañeda, quien nos acaba de mandar a decir lo siguiente, textual: Quieren una guerra de mentira, tendrán una paz de mentiras".
Enseguida, cuestionó al CICR: ''Si es cierto que su sede en Ginebra había aceptado su participación, y estaba sólo a la espera de la autorización del gobierno, entonces Ƒpor qué le mintió a la opinión pública diciendo lo que dijo en su comunicado de que no estaba dentro del ámbito de su participación y que no había guerra ni hechos violentos en Chiapas? Le preguntamos al comité: Ƒsi no hay guerra, entonces por qué hay un proceso de paz? ƑPor qué desde 1994 ha participado en el traslado y la neutralización de sedes de diálogo para resolver un conflicto? ƑQué significa el Protocolo 2 de los acuerdos de Ginebra, que reconoce que en caso de conflictos internos el CICR tiene derecho a participar?''.
Y continuó: ''En caso de que el gobierno federal no haya rechazado su participación, entonces el Comité Internacional de la Cruz Roja le mintió al EZLN, y en cualquiera de los dos casos, si tuviera un poco de dignidad, el comité ofrecería disculpas a los pueblos indios, a la opinión pública mexicana y se marcharía''.
Ante unos 150 periodistas nacionales y extranjeros, Marcos dijo a manera de conclusión: ''La lección que sacamos los zapatistas de todo esto es la que hemos sacado durante estos siete años desde el 12 de enero de 1994: la única fuerza en la que podemos confiar es en la de la sociedad civil. Ni en la del gobierno, ni en la de organismos internacionales está la puerta de la paz. Por eso, por la sociedad civil y fundamentalmente por los pueblos indígenas de este país que están lucha por sus derechos, es que el EZLN ha insistido en realizar esta marcha y ha abierto la puerta del diálogo con el Poder Legislativo federal''.
En lo anterior basó el dirigente rebelde su confianza en que la marcha no tendrá problemas de seguridad. ''Nosotros pensamos que la gente va a apoyar nuestra marcha porque es por la paz, y nuestras demandas porque son justas, como es el reconocimiento de los derechos indígenas; va a apoyar el cumplimiento de las tres señales y que el proceso de paz sea serio y responsable de las partes y no un simple evento mediático donde se busque presentar como real lo que apenas es una intuición y una esperanza: la paz en el sureste mexicano''.
Cuestiona ''falsas expectativas'' de paz
Ante las ''falsas'' expectativas que ha generado el gobierno foxista en el sentido de que la caravana rebelde va al Distrito Federal para firmar la paz, aclaró: ''No vamos a firmar la paz en este viaje, vamos a tratar de conseguir una de las condiciones necesarias para que reinicie el diálogo. Si en el trayecto o estando en el DF se cumplen, haríamos contacto para iniciar el diálogo, pero es necesario que el señor Fox tenga claro que no va a tener la firma de la paz con los zapatistas hasta que el dialogo se termine, y para que termine tiene que comenzar, y para que comience tiene que cumplir tres señales. No nos espantan los conciertos ni los miles que dicen que están votando por la paz''.
A la reiterada pregunta sobre los riesgos en la seguridad de los participantes en la marcha, dijo: ''Vamos preparados a que pase cualquier cosa, pero no esperamos que pase algo. Siempre nos ha pasado, que parece que nos quieren amedrentar pero no lo logran''. Además, reiteró, la cuestión de la seguridad ''no nos preocupa''.
Incluso, al responder a una pregunta específica, el subcomandante Marcos aseguró que no le preocupa pasar -como lo hará- por la ex hacienda de Chinameca, Morelos, lugar donde fue asesinado Emiliano Zapata. ''La historia no necesariamente tiene que repetirse con una tragedia'', concluyó.