Ť Entregan a AMLO propuesta; ofrecen su experiencia en tareas comunitarias
Apoyan mujeres proyecto de estancias infantiles
Ť Madres Educadoras relata los avatares que enfrenta
para obtener apoyos económicos
BERTHA TERESA RAMIREZ
La Coordinadora Popular de Madres Educadoras (Copome), conformada por obreras, comerciantes ambulantes, trabajadoras domésticas y otras mujeres subempleadas y sin prestaciones sociales, se manifestó a favor de la iniciativa del Gobierno del Distrito Federal para establecer las bases generales de operación de un sistema local de estancias infantiles en la zonas con mayor marginalidad en cada delegación política con la asesoría del DIF.
La coordinadora, integrada ahora al Frente de Madres Educadoras y Organizaciones Sociales por la Infancia, entregó ayer al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, una propuesta para ser copartícipes con la administración local, por medio de su experiencia en el trabajo comunitario.
Leticia Chávez, coordinadora de la Copome, dijo que "ante la iniciativa de Andrés Manuel López Obrador de entregar una estancia infantil por cada unidad territorial, le proponen coadyuvar con el gobierno en estas instancias infantiles". Agregó que esto se hace necesario porque "nada nos garantiza que dentro de seis años estas estancias que abrirá López Obrador vayan a continuar, por eso le proponemos participar con él y apoyar estas iniciativas de beneficio a la comunidad y garantizar su arraigo y sostenimiento a largo plazo".
Abundó que las secuelas de haber incluido a México, en 1994, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son palpables en la lucha que cada día deben dar en esa organización para atender las necesidades de 30 de los 150 centros infantiles que operan como guarderías y en donde atienden a 8 mil 500 niños desde bebés de cero meses de edad hasta menores de 14 años del Frente de Madres Educadoras.
Agregó que cuando al ex presidente Carlos Salinas "se le ocurrió agregar a México al bloque de los países más ricos deel mundo, el mensaje que envió a las organizaciones internacionales de ayuda fue: no los necesitamos, estamos a un paso del primer mundo". Recuerda que casi inmediatamente se les coartaron los apoyos que a lo largo de muchos años de lucha habían logrado obtener del exterior. Organizaciones caritativas que las apoyaban, como la RAD holandesa, transfirieron sus recursos a países que consideraban que de verdad necesitaban ayuda, como El Salvador.
Después de la decisión presidencial, la lucha ha sido ardua, "hemos tenido que conseguir apoyos en especie, tocar las puertas de algunas grandes empresas, pedirles, apoyo con lápices, leche o algunos alimentos, trabajar doble en los centros infantiles, para seleccionar lo que nos donan por medio del Banco de Alimentos de Cáritas y qué es lo que les sobra "lo que ya no quieren porque no se les vendió. Luego por ahí vienen las compañeras con sus costales de zanahorias echadas a perder, deben dedicar un día a escoger las verduras que sirven o a probar los pasteles que nos donan para ver cuál está echado a perder".
Cecilia Espinoza, de la Fundación Barrio Unido, integrante de ese frente, dijo que tras presentar a López Obrador su propuesta, este aceptó sostener una reunión con el Frente de Madres Educadoras, el primero de marzo próximo. Indicó que Madres Educadoras atiende en sus 197 centros de desarrollo infantil comunitarios a hijos de mujeres que no cuentan con servicio de guardería ni ninguna otra prestación social, coadyuvando con ello a evitar la callejerización de menores.