MIERCOLES Ť 21 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť El zapatismo fue la primera protesta en diez años contra la globalización, señala
Marcos está defendiendo ''una causa sagrada'' en todo el mundo: Ramonet
Ť Se le identifica por sus ideas, por lo que representa, apunta Ť Para el director de Le Monde Diplomatique, el EZLN no caerá en el quehacer de la política tradicional
KARINA AVILES Y MIGUEL ANGEL VELAZQUEZ
La lucha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) no se detendrá después de la marcha, ni caerá en el quehacer de la política tradicional; el zapatismo se reconvertirá para pensar en la otra globalización, en humanizar la globalidad. Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique, acepta la entrevista y se deja conducir por un laberinto de preguntas, sin perder el rumbo.
''Creo que si se hace una encuesta en Europa para saber quién es el presidente de México, nadie sabe quién es, digamos dos o tres por ciento; pero a Marcos lo conoce todo el mundo y lo identifican no sólo por su aspecto, medio romántico, de pasamontañas, lo conocen por sus ideas, por lo que representa'', asegura el periodista.
Con el ojo del analista internacional, Ramonet asegura que aquí, en México, no se tuvo por qué entender forzosamente la importancia del zapatismo a escala internacional. En otros lugares se creyó que era una guerrilla latinoamericana más, como puede haber mil, y advierte que el EZLN no surgió por casualidad el primero de enero 1994 -nacía entonces el Tratado de Libre Comercio para Norteamérica-, fue la primera protesta contra la globalización; la segunda fue Seattle, seis años después.
El director de la edición internacional de Le Monde llegó recientemente de la selva Lacandona y aunque la tarde empieza a enfriar él viste playera y pantalón de mezclilla. Llegó hace un rato, viene de entrevistarse con el subcomandante Marcos.
-ƑY en todo esto, el planteamiento del EZLN podría trascender no sólo a la selva sino a México?
-Lo primero que yo quiero observar es que Marcos es de los pocos dirigentes políticos a escala internacional que hacen este análisis, el de la globalización, el que estamos haciendo; es decir, que lo ha comprendido y lo ha reflexionado. Marcos es el que dice: yo no voy a la conquista de poder, porque el poder no me interesa. Segundo, el uso de las armas ya no se puede hacer, el que las usa pierde, porque nuestras sociedades ya no lo aceptan y él (el subcomandante Marcos) sitúa al poder en su verdadero lugar, en el poder financiero, evidentemente.
El sup, analista internacional
''El análisis que hace Marcos es de lo más avanzado que se puede hacer, y en mi conocimiento es el único dirigente político que lo hace a escala internacional, lo cual es bastante prodigioso cuando uno ve dónde se encuentra.
''Marcos hace un discurso arraigado en una situación muy concreta, que es la de los indígenas en Chiapas y más ampliamente en México, y por consiguiente está defendiendo una causa que es sagrada para mucha gente en todo el mundo.
''En el mundo de hoy, la gente está dispuesta a movilizarse por muchas causas muy generosas; el mundo, contrariamente a lo que se cree y se dice, está lleno de brigadistas, jóvenes internacionalistas, como durante la guerra civil (española).
''Lo que pasa es que las causas no son las mismas, pero los jóvenes, por ejemplo, se van a la guerra en Africa y mucha gente se une a Greenpeace para defender una isla; por eso, la causa de los indígenas a nivel internacional es una causa sagrada por la que mucha gente está dispuesta a pelear, no sólo los mexicanos, sino el mundo entero, y el hecho de que Marcos haga de esta causa una defensa de lo que es una cultura minoritaria, de lo que son los valores tradicionales minoritarios, de la preservación de esos valores que él no presenta como superiores, pero que tampoco tienen que ser considerados como inferiores, es una lucha, evidentemente.
''Esta es una causa y con ese discurso que hace Marcos se ha convertido en una personalidad que tiene eco internacional; es inútil decir que es el mexicano más conocido del mundo. Creo que si se hace una encuesta en Europa de quién es el presidente de México, nadie sabe quién es el presidente de México, digamos dos o tres por ciento. A Marcos lo conoce todo el mundo y lo identifican no sólo por su aspecto, medio romántico, de pasamontañas, lo conocen por sus ideas, por lo que representa''.
-ƑQué significa en este momento de la vida de México la marcha zapatista?
-Yo creo realmente que esta marcha, independientemente de tener una habilidad mediática real, también corresponde al momento que está viviendo este país. México está viviendo un cambio político, la desaparición (derrota) del Partido Revolucionario Institucional no es una cosa secundaria para este país, el PRI ha marcado el siglo, ha marcado a México de manera indeleble, definitiva, es producto de la Revolución, también, y de lo que la Revolución ha sido; pero la marcha se produce en un momento que se podría llamar el estado de gracia del nuevo mandatario.
El beneficio de la duda
''Al nuevo presidente, por el momento, no se le puede decir que es un mal presidente o que es bueno, porque está llegando; lo menos que se puede hacer en este caso, como además yo creo que lo está haciendo la sociedad mexicana, es darle una oportunidad.
''Y esa oportunidad es la que le da Marcos para que México reconozca los derechos de sus indígenas y con ellos se situaría a la vanguardia internacional, porque el problema que tiene este país lo tienen la mayoría de las naciones latinoamericanas, pero lo tienen también muchos países europeos en donde existen minorías; es decir, se trata del reconocimiento de los valores.
Modernización política
''México es el país del mestizaje, pero es también el país de los indígenas, que han tenido y tienen una importancia colosal en la definición misma de la nación mexicana; ese reconocerles sus derechos es una cosa que, con voluntad política, con deseo político, se puede llegar a concretar y sería una manera bastante excepcional de modernizar inmediatamente, políticamente, al país''.
La entrevista continúa entre los ruidos característicos de una cafetería, y Ramonet explica que, a escala internacional, en los últimos diez años el zapatismo fue la primera protesta en contra de la globalización. El Ejército Zapatista de Liberación Nacional tuvo una visión previa de lo que había que hacer en contra de lo que se estaba organizando a nivel internacional, por eso es que el movimiento no surgió por casualidad, nació el mismo día en que entraba el vigor el Tratado de Libre Comercio para Norteamérica. De esa manera debemos reconocer que el zapatismo comprendió antes que muchos lo que es la globalización, lo que es el mundo nuevo en el que estamos. Yo espero que consigan sus objetivos más urgentes, es decir, el reconocimiento de los derechos indígenas, pero sería una lástima para México, para la sociedad mexicana y para el mundo, que un movimiento tan interesante como éste desapareciera una vez obtenido ese objetivo, señala.
-ƑQué sigue después de la marcha?
-Bueno, yo no me imagino a Marcos compitiendo en la elección presidencial mexicana, francamente yo no me lo imagino porque hoy en día el campo de batalla planetario ofrece muchas perspectivas para el combate contra la globalización, que abarca al mundo entero, y una conciencia como la del subcomandante Marcos es una conciencia que no sólo puede seguir siendo útil en México, sino en la escala planetaria.
El poder, en crisis
Autor del libro La tiranía de la comunicación, reflexiona:
''Estamos en un momento en el que la estructura del poder se halla en crisis en la medida en la que el Estado era el poder dominante; sobre el Estado no había nada. Hoy sabemos que desde la caída del muro de Berlín hay algo encima de ese Estado: los poderes financieros. Quienes administran el planeta son el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de Comercio... Estas estructuras tienen vocación para dirigir al mundo por encima de los Estados y además, al lado de esas estructuras existen fuerzas incontroladas que son los mercados financieros, cuyos flujos determinan en la realidad muchas cosas de la vida''.
Sin quitar el dedo del tema, el periodista profundiza en la idea:
''Los dirigentes políticos ya no tienen tanto poder como antes; hoy en día ser presidente de un Estado no produce automáticamente la capacidad de resolver los problemas que tiene el Estado, porque ese propio dirigente no tiene plena soberanía, porque encima de él hay actores que le van a dictar su propio comportamiento; por eso, el poder ya no está en el poder, está más allá o más acá, pero el lugar del poder pareciera estar vacío.
''Por costumbre, seguimos protestando delante del palacio de gobierno, vamos ahí, protestamos ahí, pero fíjate qué ha pasado en estos últimos años: en el último hemos visto gente del mundo entero que ha acudido, ha ido a protestar, pero Ƒqué gobierno se encuentra en Seattle? No hay un gobierno hay un supergobierno, es la OMC''.
Señala que, en la concepción internacional, el responsable supremo de un Estado tenía toda la autoridad para realizar acciones en el marco de las posibilidades de ese país. ''Actualmente ni eso pueden, por eso no vale la pena conquistar el poder, y eso es lo que nos dice Marcos''.
-ƑEntonces, deberíamos decir que, por ejemplo, las decisiones de gobierno, el poder mismo, ya no pasa por los partidos políticos?
-Es difícil concebir la política sin los partidos, pero lo que sí sabemos es que los partidos solos no hacen política. En muchos países se ha aceptado la idea de que un representante o varios representantes de la sociedad civil se integren al gobierno.
''Con eso se admite la idea de que los partidos ya no son los representantes exclusivos de la sociedad civil. El contexto no está para ese tipo de partido constructor, totalitario en cierta medida, con un proyecto social, eso ya no funciona en la medida que las sociedades se han hecho demasiado complejas y sofisticadas, y nadie tiene la respuesta a todos los problemas que plantea.
La gente vota contra el que ya gobernó
''Lo que observamos hoy en general, en las elecciones, es que la gente vota en contra del que gobierna, gobierne el que gobierne. Vota contra quien gobernó, lo sustituye por otro y ese otro hace la misma política porque sólo hay una política hoy en día; eso es lo que llamamos el pensamiento único. Sólo hay una política, es la política neoliberal, con tal o cual matiz, pero es la misma''.
-ƑDigamos que el panorama nos lleva a la destrucción de lo que hasta ahora hemos conocido como Estado-nación?
-El Estado se ha visto desposeído de una serie de decisiones que en caso de que quisiera tomarlas tiene muchas dificultades para hacerlo; se han creado nuevos conjuntos en donde la soberanía se ve reducida en la medida en que se ha creado una especie de superestado y los Estados soberanos, soberanamente se desposeen de su soberanía. Ni siquiera los símbolos de la soberanía tienen el mismo valor, porque ahora tienen valor regional, no nacional, ya que son regiones de una macronación.
''En realidad, el problema que existe hoy desde el punto de vista teórico es que el gran debate está entre los partidos ultraliberales y los socialdemócratas; la discusión está en sus diferentes tradiciones, pero el programa de gobierno es el mismo: los dos consideran que la economía está en el puesto de mando o que hay que poner a la economía en el puesto de mando, y una vez que el político cede el mando a la economía, ésta toma el piloto automático que en este caso son unos preceptos que son los mismos para todos los países.
''El piloto puede ser de izquierda o de derecha, pero una vez que ha puesto el vuelo automático, ese es el que guía el avión y da igual si es de derecha o de izquierda, lo que va a hacer es lo mismo. Esto es lo que ocurre en la práctica, por eso las sociedades están insatisfechas o hay márgenes de sociedades insatisfechas.
''En los países desarrollados estamos observando fenómenos muy curiosos que merecen una buena reflexión. Por ejemplo, en casi todos los países desarrollados lo que podríamos llamar las políticas de la socialdemocracia o los partidos socialdemócratas están en el poder, pero curiosamente esos partidos están haciendo políticas liberales, como por ejemplo el señor Blair, en Gran Bretaña.
''Yo diría que la socialdemocracia, que durante mucho tiempo representó a la izquierda, la opción diferente, hoy en día yo le llamo la derecha moderna. Es decir, la derecha tradicional sale de la historia, como la aristocracia salió de la historia.
''En la medida en que la historia avanza, el grupo predominante en la sociedad es la socialdemocracia, que no es conservadora, es tolerante, no persigue a las minorías y todo el mundo es relativamente tolerante. Hay un discurso uniforme que no satisface a la mayoría de la sociedad. Hay un discurso dominante, no uniforme, no homogéneo, y se encuentra en Europa o en Estados Unidos, en donde únicamente 20 o 30 por ciento de la población no vota y no tiene una propuesta por la cual votar, porque no ha surgido a la izquierda de la socialdemocracia una izquierda de la izquierda creíble, y a la que se le haga confianza para gobernar y que no sea la misma izquierda del viejo partido comunista que nadie quiere.
''Este es un fenómeno bien interesante, por eso, aunque la derecha llegue al poder, como en España, no puede gobernar como derecha y si lo hace se subleva la población; tiene que gobernar como centro-izquierda en algunas posiciones y en algunas otras con la clara idea de la derecha''.
-ƑEntonces dónde vamos? ƑEn dónde estamos?
-Lo que tenemos que ver es que estamos en el momento en que una era se está terminando y el que la otra está empezando, en el que las reglas no se han fijado y que aun nosotros, que estamos viviendo esto, tenemos dificultades para comprenderlo.
''Se termina un ciclo largo, es la era industrial la que termina. Son dos siglos de un funcionamiento económico, político, cultural en definitiva amplio que se termina, y estamos en un nuevo ciclo que no sé cómo podríamos llamar, tal vez la era de la globalización o la era electrónica, como algunos la llaman; pero para entender esta era, nosotros seguimos utilizando las herramientas intelectuales de la era anterior y evidentemente esas herramientas no sirven para deshacer esta máquina.
''Entonces, tenemos dificultades para entender, y yo diría que en los últimos diez años el gran esfuerzo intelectual nuestro ha sido un poco más en lo científico; primero observar el fenómeno y después identificar los problemas, antes de empezar a producir soluciones.
''Y lo que sí observamos es esto: la crisis del Estado-nación, que en parte se debe también al hecho de que los dirigentes políticos han aceptado la idea de que ya la política tiene menos valor que la economía; la era industrial fue una era en la que la política tuvo más importancia que la economía; actualmente, la política la construyen los economistas.
''Por eso el gran valor del zapatismo, ellos lo vieron antes que nadie, antes que nadie...''