MARTES Ť 20 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť "Hay quienes dicen que equivoqué la táctica, pero nada sería más grave que el silencio"

Fox llama a detractores de los zapatistas a respetar la marcha

Ť Al conmemorar el Día del Ejército, reiteró que no habrá tregua contra el narcotráfico

ROBERTO GARDUÑO Y JESUS ARANDA

En el Campo Militar Número Uno, ante miles de efectivos del Ejército Mexicano, el presidente Vicente Fox Quesada respondió a los detractores de su política para resolver el conflicto armado en Chiapas.

"Hay quienes me han dicho que equivoqué la táctica con el movimiento zapatista, que mi propuesta de paz lo fortaleció. En todo caso nada hubiera sido, ni sería más grave, que encerrarse en la funesta conspiración del silencio. šEsa época ya paso! Sé perfectamente que es un problema complejo, pero me mueve mi convicción para encontrar lo más pronto posible una solución digna y justa. Creo en la reconciliación y en el triunfo final de la buena fe", dijo.

Vicente Fox acudió al principal bastión de las fuerzas armadas para conmemorar el Día del Ejército. La tropa, los mandos medios y superiores le brindaron honores con 21 cañonazos y banda de guerra. Fue un desayuno multitudinario al que asistieron cinco mil elementos castrenses, a los que el Presidente les habló sobre la importancia de la marcha zapatista:

El mismo objetivo

"A quienes no ven con agrado la marcha de los zapatistas, yo les he dicho que hay que respetarla, porque compartimos su objetivo de reivindicación indígena y porque tras ella -la marcha- tendrá que lograrse la paz que hemos ansiado por tanto tiempo. Manifiesto con orgullo que el comportamiento del Ejército federal ha sido ejemplar. Su actitud responsable, comprometida, tolerante y generosa, ha contribuido de manera invaluable a la paz".

En la explanada de la segunda brigada de infantería independiente del Campo Militar se dieron cita soldados rasos, enfermeras, oficiales paracaidistas, mandos medios y la cúpula castrense. Al frente de aquel improvisado desayunador al aire libre se encontraban compartiendo mesa el sonriente general Enrique Cervantes Aguirre, el secretario de Gobernación, Santiago Creel, y el comisionado de Seguridad Pública, Alejandro Gertz Manero.

Entre las diferentes mesas donde se encontraban generales, coroneles y tenientes coroneles se hallaban Luis H. Alvarez, Martha Sahagún, Carlos Salomón Cámara, Pedro Cerisola, Ernesto Martens, Reyes Tamez, José Sarukhán, Adolfo Aguilar Zinser, Carlos Abascal y Jorge Castañeda.

Todos comieron tamales oax fox_garciavega1 aqueños, huevo en chile rojo, café negro y jugo de naranja. El ágape fue acompañado de las interpretaciones musicales de la orquesta y coros del Ejército. El secretario de la Defensa, Gerardo Clemente Ricardo Vega García, abrió la ceremonia con un mensaje que redundó en la importancia de las fuerzas armadas. Y así, con un buen sabor de boca, el desayuno continuó.

Después tocó el turno a Vicente Fox, quien desde el elevado presídium observaba la gran asistencia al convivio. El mensaje fue de reconocimiento y agradecimiento a la labor diaria de las fuerzas armadas, hasta la explicación de las acciones de distensión que su gobierno ha establecido en los Altos y la Selva de Chiapas.

Ante sí, Vicente Fox tenía al Ejército Mexicano que combatió al EZLN y aún mantiene una importante presencia militar en Chiapas.

"Con orgullo, hoy los mexicanos compartimos con los soldados de México la celebración de su día. Unimos nuestra voz para expresar reconocimiento y aprecio del pueblo de México y de sus instituciones a los hombres y mujeres del Ejército Nacional, por su probada lealtad, disciplina, vocación y espíritu pacifista".

La alocución del mandatario versó sobre la nobleza de las fuerzas armadas, su extracción popular y su nacionalismo, que hacen del Ejército Mexicano una institución ejemplar y confiable. No obstante, también abordó el tema de los militares que salieron del marco institucional y abonaron el camino de la corrupción:

"Me siento orgulloso de cada uno de ustedes, de cada una de ustedes y de su contribución a nuestro país y a las familias mexicanas. Si bien algunos de sus miembros han actuado alejados de la ética militar, fundamento de su condición de soldados, esto no mancha la institución. šNo pagará el Ejército Mexicano las cuentas que deben rendir quienes sucumbieron ante la corrupción!", aclaró

Amenaza a la seguridad nacional

Tras abordar el tema de la corrupción, el Presidente de la República aseguró que en su mandato no habrá tregua contra el narcotráfico, porque es una amenaza constante a la seguridad nacional: "El Ejército mexicano debe continuar trabajando en esta lucha, en coordinación con las instancias civiles, en un marco de legalidad y con pleno respeto a los derechos humanos".

Los elogios presidenciales se desbordaron. Trajo a colación el compromiso democrático de las fuerzas armadas, cuya naturaleza está por encima de los intereses partidarios o de grupo. También hizo alusión a la defensa de la soberanía y la seguridad interior que desempeñan día con día los efectivos militares. Y reconoció la transformación interna del Ejército con el que, sin "relajar un ápice la disciplina, hemos ido avanzando en una relación más humana".

A los reconocimientos siguió la postura sobre el conflicto en Chiapas. Vicente Fox expuso que el país esta viviendo un tiempo de concordia.

"Somos un Ejército de paz, somos un Ejército para la paz, somos un Ejército que quiere la paz. Hoy estamos inaugurando una nueva era histórica. En esta nueva etapa no caben las reyertas ni las venganzas. La nación requiere de tranquilidad y armonía para hacer frente con éxito a los desafíos del nuevo siglo. A partir de la paz no habrá objetivo que no podamos alcanzar. Con esperanza renovada damos ya los primeros pasos en camino de una paz que a todos respete y que a todos y a todas incluya".

Más adelante vino la crítica a sus detractores y, en contraparte, la exaltación de los efectivos y mandos del Ejército mexicano: "sus oficiales y tropa han dado muestra de madurez y gallardía ante la provocación que sólo son propias de quien actúa con responsabilidad institucional, como hace cada uno de los miembros del Ejército. Su actitud serena y prudente es una muestra más de que el Ejército Mexicano sirve a la paz y es un cuerpo de paz... gracias a su institucionalidad hoy contamos con mejores condiciones para conseguir una solución definitiva en Chiapas, basada en el respeto irrestricto a los derechos humanos, a las culturas y etnias, a las mujeres, los niños y a todos nuestros hermanos chiapanecos".