LUNES Ť 19 Ť FEBRERO Ť 2001

CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

Ť El socialconformismo priísta
Ť Las prebendas del STC-Metro

Pasado ya el clásico periodo de luto, el Partido Revolucionario Institucional se apresta a ingresar a otra etapa política con más apego a los nuevos tiempos. Para ello abjurarán de lo revolucionario; rechazarán, por medio del olvido, lo institucional y en plena comprensión de su promisorio futuro, se aferrarán a una corriente ideológica novedosa para embarcarse en el bote del socialconformismo, en donde casi todos caben.

La propuesta caló hondo en el espíritu guerrero de los gobernadores, por ejemplo del sureste. Levantó olas de indignación entre las juventudes, les sacudió el piso al movimiento territorial y hubo, sin duda, lágrimas de rabia prehistórica entre los más vetustos militantes, pero al final todos, con sus penas y sus ayes, dijeron sí y el socialconformismo se convertirá en su nueva bandera.

Habrá sin duda, entre los críticos de siempre, quienes pretendan descalificar la noble inflexión priísta y hasta se dirá que este hecho no es más que la oficialización de una tendencia adoptada por esa organización partidista desde hace mucho tiempo, pero será necesario medirla en su verdadero esfuerzo.

Solo los ciegos, los sordos, los necios y los brutos no se darán cuenta de cómo el discurso, el quehacer, la forma de la política de este renovado PRI irá hasta las últimas consecuencias en un solo sentido y llevará como enunciado una sola frase: "Sí, señor Presidente".

Lo más grave es que, sea como sea, para el lado que se mueva la organización montada en el poder durante más de siete décadas no tiene remedio. Lo dicen los propios priístas en los hechos: "ya no hay salvación" o como gritan otros: "si no está muerto, Ƒpor qué apesta?".

En fin, de lo que ya no cabe duda es que en los próximos días, meses, años el PRI no dará de qué hablar, se irá apagando asfixiado por el desprecio de las mayorías y como va la cosa ni siquiera se le mencionará en la historia, porque la historia ya no sirve para nada.

Mientras, hay quienes a pesar de todo quieren darle aire a los dinosaurios. Quienes quieren que al despertarse el dino esté allí. Un ejemplo claro de ello es el director del Metro, Javier González Garza, quien a ciencia y conciencia acordó con el sindicato de la entidad que dirige otorgar la construcción de un balneario en el estado de Morelos.

Hubo muchos, entre ellos algunos trabajadores, que se llamaron a sorpresa al conocer la decisión del funcionario y sólo hallaron en "el acuerdo en lo oscurito", ese instrumento político tan socorrido entre el que presiona y el amenazado, la explicación a tal circunstancia.

ƑQué por qué la sorpresa? Bueno, no hace mucho, ante la Asamblea de Representantes un grupo de trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo-Metro pidió que se investigara a la dirigencia sindical dado que, por ejemplo, se les habían otorgado diferentes cantidades de dinero para la adquisición de un terreno y luego para la construcción de un balneario en Yecapixtla, en el mismo estado de Morelos.

En aquellos días se presentaron pruebas al parecer irrefutables de una serie de hechos que nosotros no podríamos calificar de ilegales, pero que, cuando menos no son muy normales, muy claros, por decirlo de alguna manera.

Por si González Garza no se acuerda, aquí le va parte de lo que ya se publicó: El ocho de agosto de 1989, Fernando Espina Arévalo, hoy diputado a la Asamblea Legislativa, recibió 30 millones de pesos de aquellos tiempos para la construcción de un centro vacacional al servicio de los trabajadores del Metro.

El 30 de mayo de 1990, recibió para la misma causa 50 millones, también de los viejos pesos, y el 17 de junio de 1991 el director del Metro, Emilio Mújica Montoya, autorizó la entrega de otros 60 millones para invertirlos en la compra de un terreno para el mismo centro vacacional.

Después, en 1995, el sindicato recibió 100 mil nuevos pesos "para la construcción de la fachada de la barda perimetral del terreno propiedad del sindicato". El terreno está en Yecapixtla, Morelos, y en agosto de 1996, la dirigencia sindical obtuvo de las autoridades del Metro 150 mil pesos para aplicarlos al proyecto integral del conjunto del centro vacacional para los trabajadores del STC.

El terreno tan descrito existe en aquel poblado de Morelos, pero no tiene bardas ni tiene nada. Los líderes se dieron cuenta, después de más de una década, que en ese terreno que ellos escogieron para construir un balneario no había agua.

Aunque ya estaba anunciado, hoy el acuerdo es construir un centro vacacional para los trabajadores del sindicato. No será en el mismo lugar, pero se le erigirá en un poblado vecino, donde tal vez sí haya agua. Muy bien por la dirección del Metro.

El viaje exitoso


Nada de que el viaje de George Bush a México fue un fracaso, nada de que lo opacó el bombardeo a Irak. El viaje fue un éxito. Bush estuvo en nuestro país para saber cómo estaban sus jardineros. Ya los vio y ya se fue. šQué éxito!

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