LUNES Ť 19 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Se encuentran activas seis primarias y una secundaria

Nuevamente a discusión, las escuelas zapatistas en Chiapas

ANGELES MARISCAL CORRESPONSAL

Tuxtla Gutierrez, Chis., 18 de febrero. La instauración de escuelas autónomas zapatistas nuevamente se discute en el ámbito político gubernamental del estado, debido a que fue el origen de la disputa entre habitantes de San Salvador, en Ocosingo, que dejó a tres personas heridas de gravedad.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) y los Servicios Educativos para Chiapas (SECh) dieron a conocer al término del pasado ciclo escolar un informe que señalaba el número de escuelas y alumnos que eran asistidos por los autónomos zapatistas, y el plan de estudios que llevaban.

Según dichos documentos -una de cuyas copias tiene La Jornada-, en la entidad se encuentran activas seis primarias y una secundaria rebeldes, donde más de un millar de infantes reciben clases de maestros zapatistas, como parte de un proceso de educación "que promueve la realidad de explotación"

Este tipo de centros de estudio, instaurados desde 1996 en la zona de influencia zapatista, al margen de las autoridades escolares oficiales, "forman parte de un proceso de educación integral, crítica, liberadora, que promueve la transformación de la realidad de explotación y opresión, en busca de una sociedad con justicia y democracia".

En 1995, revela el informe, se instauraron a lo largo del territorio de influencia del EZLN 80 escuelas autónomas. Para el ciclo escolar 1999-2000 sólo continuaban activas seis primarias, ubicadas en Guadalupe Victoria, Nazareth, San Salvador, San Francisco, El Mango y La Reforma, en Ocosingo, y la Escuela Secundaria Rebelde Primero de Enero, localizada en Oventic.

Al inicio del ciclo escolar pasado unos 150 maestros que laboraban en comunidades de Ocosingo fueron expulsados y sustituidos por instructores comunitarios, "formados dentro del proyecto que pretende crear un proceso cultural-educativo acorde con la situación rural e indígena de la entidad".

En total, 866 alumnos de primaria y un número indeterminado de secundaria recibieron su certificado de estudios por parte de los seis centros educativos, donde se cuestiona la estructura educativa oficial, bajo el argumento de que no corresponde a las necesidades o expectativas de las zonas indígenas.

Según el plan de estudios de las escuelas autónomas, llamado Semillitas de Sol, "el sistema educativo gubernamental está caracterizado por múltiples vicios que van desde la irrelevancia de los contenidos escolares, hasta el ausentismo, discriminación y violencia, comunes entre el profesorado. De ahí surgió el interés de las comunidades por integrar un proceso cultural-educativo propio y coherente con la situación rural e indígena de Chiapas, que respete sus formas de organización comunitaria".

Esta idea dio paso a los centros donde conviven tzeltales, tojolabales, choles, tzotziles, zoques y mestizos.

El proyecto, si bien inició por el interés de las comunidades zapatistas, fue concretado por un grupo de asesores especialistas en diferentes materias. En él participaron antropólogos, sociólogos, ecologistas, biólogos y maestros de educación básica, quienes en una primera etapa impartieron los primeros cursos. Su labor ha ido sustituyéndose por los propios promotores indígenas que adquieren mayor experiencia.

La formación que reciben previamente los indígenas encargados de impartir cátedra en las escuelas autónomas, "está basada en las once demandas de la Primera Declaración de la Selva Lacandona; da cuerpo a cuatro áreas de estudio: Vida y Medio Ambiente, Historia, Lenguas y Matemáticas".

El proyecto de estudio zapatista pretende recuperar "la ciencia y cosmovisión propia de sus culturas (indígenas). Las tradiciones y las historias propias de cada comunidad, para transmitir los saberes y para poder organizarse. También se debe saber escribir y hablar español, si no el mundo no se enteraría de nuestra lucha".