LUNES Ť 19 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Celebra la Iglesia Día Mundial de la Niñez Misionera
El cristiano "no puede hacerse sordo ni ciego ante el mal": Rivera Carrera
JOSE ANTONIO ROMAN
En un llamado a denunciar la injusticia y "curar" a la sociedad de sus males, el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, aseguró que el cristiano "no puede hacerse sordo ni ciego" ante el mal, y mucho menos aceptar las injusticias, las mentiras y la violación de los derechos y la dignidad de los seres humanos.
"El cristiano no puede ser cómplice del mal que amenaza a la sociedad, ni meter la cabeza en la arena diciendo que no le importa lo que sucede en la familia, la escuela o la comunidad local o nacional", insistió el prelado en su acostumbrada misa dominical.
Ante cientos de feligreses que acudieron a la Catedral metropolitana ayer a mediodía, entre ellos numerosos grupos de niños, el cardenal Rivera aclaró que la lucha y rechazo de los cristianos es contra el mal, no contra los seres humanos, que, buenos o malos, siempre conservan su dignidad humana que nadie debe violar.
Aseguró que el católico comprometido con su fe tiene el ineludible deber de "enjuiciar evangélicamente" los hechos y denunciar todo lo que corrompe al mundo.
Aclaró que todo esto se debe cumplir por caminos pacíficos y respetando profundamente al ser humano. El seguidor de Cristo no puede caer en la tentación de pensar que, en tales circunstancias, el fin justifica los medios; que para arreglar la sociedad puede hacer como los grupos que siguen la ideología de la violencia. "La violencia no es el camino para curar a la sociedad", señaló.
El jerarca eclesiástico apuntó que para el cristiano no basta la denuncia y evitar la violencia, pues Jesús mismo enseñó que se debe amar y hasta bendecir a los enemigos, pues el mayor bien que se les hace a quienes desprecian el proyecto de Dios y la dignidad humana es anunciarles el Evangelio.
En la misa con que la Iglesia católica celebró el Día Mundial de la Niñez Misionera, agradeció la presencia de decenas de niños y recordó a los adultos que la tarea de anunciar el Evangelio y la actitud misionera no es exclusiva de sacerdotes y religiosas, sino exigencia de todos los bautizados.
Al final de la celebración religiosa, a la que acudieron los padres del cardenal y la esposa del gobernador de Veracruz, dijo a los feligreses que los templos, verdaderas joyas de arte y sedes del patrimonio artístico de la humanidad, necesitan apoyo económico para su restauración y conservación.
Hace algunos días, luego de una reunión entre el cardenal Rivera y la delegada en Cuauhtémoc, Dolores Padierna, se anunció que la delegación invertirá 821 mil pesos en la limpieza y dignificación de los templos que se encuentran en el Centro Histórico y que regularmente son afectados por el vandalismo, la inseguridad y la insalubridad.
El cardenal Rivera se rehusó ayer a la brevísima entrevista banquetera que al término de la misa ofrece siempre a los reporteros. Y es que, por accidente, en medio de una nube de grabadoras y micrófonos, dos de ellas golpearon ligeramente su barbilla. Con una sonrisa que dibujó su enojo, el cardenal ingresó a la sacristía y ya no salió.