LUNES Ť 19 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Cuenta con el segundo ejército más numeroso del área, revela un estudio
México, entre las naciones de Latinoamérica que menos recursos destina al rubro de defensa
Ť Las relaciones entre civiles y militares son calificadas como "no democráticas": Fishel
JESUS ARANDA
México destina tan sólo 0.01 por ciento de su presupuesto al gasto militar, lo que lo ubica como la nación de Latinoamérica que dedica menos recursos al área de defensa, junto con Paraguay, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Haití, aunque no existe comparación entre la extensión territorial y la población de nuestro país y estas cinco naciones.
De acuerdo con el reporte 1999/2000 del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres, México cuenta con el segundo ejército más numeroso de América Latina, con 192 mil 770 elementos -144 mil del Ejército, 11 mil 770 de la Fuerza Aérea y 37 mil de la Armada-, mientras que Brasil ocupa el primer puesto con 287 mil 600 efectivos, que demandan un gasto de 0.03 por ciento del producto interno bruto de esa nación.
Por otra parte, México también se distingue de la mayoría de las naciones de América Latina por no contar con un civil al frente del Ministerio de Defensa, y por no tener un Estado Mayor Conjunto que agrupe al Ejército, Fuerza Aérea y Armada.
Por lo que se refiere a la cantidad de efectivos, destaca la situación de Colombia -cuyo gobierno enfrenta un conflicto armado desde hace años con diversos grupos guerrilleros y el combate al narcotráfico-, que cuenta con un total de 153 mil soldados, y cuya manutención requiere de 0.03 por ciento de su PIB en gastos de defensa.
El gasto militar de México es inferior -en proporción a su PIB- al de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Uruguay, Venezuela y Honduras.
Chile, por su lado, se destaca por ser el país de América Latina que destina más dinero a gastos militares, al otorgar 0.04 por ciento de su presupuesto a este rubro. Aquí llama la atención que con una población apenas superior a los 15 millones de personas, tiene un Ejército de 87 mil hombres, apenas por detrás de Brasil (287 mil 600), México (192 mil 770) y Perú (115 mil), que son los ejé rcitos más numerosos del área.
De acuerdo con una investigación de John T. Fishel, catedrático del Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, de 17 naciones latinoamericanas que analizó, únicamente República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Perú y México no tienen ministros de la Defensa civiles; sin embargo, cabe señalar que en los casos de El Salvador y Perú, sus ministros son militares en retiro, lo que se considera como un primer paso en la "transición" hacia un jefe civil.
Cabe señalar que apenas hace unos días en Venezuela fue designado un civil como ministro de Defensa en el gabinete de Hugo Chávez.
Por otra parte, las fuerzas armadas de México -que por cierto hoy conmemoran el Día del Ejército- se distinguen de la gran mayoría de sus contrapartes del continente, porque tampoco cuentan con un Estado Mayor Conjunto. En todo el continente sólo República Dominicana y Paraguay están en la misma situación.
De acuerdo con Fishel, la integración de civiles en los ministerios de Defensa latinoamericanos se da en tres aspectos centrales: un ministro civil, un civil en la cadena de mando y civiles en posiciones importantes subordinados al ministro de Defensa.
Según el análisis del especialista, México no se encuentra en ninguna de estas tres situaciones, lo que coloca a nuestro país como uno de los pocos en los que las relaciones entre los civiles y los militares son calificadas como "no democráticas".
Es de señalarse que a partir de la reunión de ministros de Defensa de Williamsburg, en 1995, se ha impulsado la idea en círculos oficiales de Estados Unidos, en el sentido de que el poder militar debe estar plenamente subordinado al poder civil, como una condición para el avance democrático de las naciones latinoamericanas.
Así las cosas, la participación de civiles en los ministerios de Defensa -que por tener esta estructura de un solo ministerio requiere necesariamente la creación de un Estado Mayor Conjunto- se considera como una condición sine qua non para medir el avance democrático de nuestras naciones.