LUNES Ť 19 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Más de 80 organizaciones sociales acompañarán el recorrido rebelde por la entidad
Todo listo en Oaxaca para recibir al EZLN
Ť Los grupos regionales hicieron a un lado sus diferencias para promover el respeto a los derechos indios Ť Hasta el gobernador Murat se apresta a dar la bienvenida a la delegación
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Oaxaca, Oax. 18 de febrero. Está en el aire, en las calles con sus muros parlantes, en los parques, en los medios de comunicación locales, en las conversaciones, en las aulas y las plazas de los pueblos. Más de 80 organizaciones indígenas, campesinas y urbanas, así como una gran cantidad de ayuntamientos y comunidades, se preparan para recibir a la delegación zapatista, desde el primer momento que ésta salga de Chiapas y pise territorio oaxaqueño en Tapanatepec el 25 de febrero, hasta que lo abandone, tras atravesar las sierras Mazateca y Mixteca en los límites con Puebla, el martes 27.
El Foro Estatal por los Derechos Indígenas acompañará a los comandantes del EZLN en su trayecto a Juchitán, donde las organizaciones del Istmo preparan a su vez una recepción notable. Pero como todos quieren caber, las organizaciones que no son de la COCEI ni del PRD en el Istmo harán por su parte un saludo en La Ventosa. Comunidades chontales, zapotecas, huaves, zoques y mixes serán los primeros oaxaqueños que reciban a los zapatistas. Los últimos, los cuicatecos, bajarán dos días después a la ciudad poblana de Tehuacán.
Entremedias, en la ciudad de Oaxaca recibirán a los zapatistas lo mismo el gobierno estatal priísta que el ayuntamiento panista, prácticamente todas las organizaciones indígenas del estado y decenas de grupos académicos y religiosos, sindicatos, organizaciones estudiantiles y de mujeres, ONG dedicadas a derechos humanos, ambientalismo, salud, educación, mejoramiento agrícola, capacitación mediática y difusión cultural.
A pesar de que en las organizaciones del foro predomina la idea, autocrítica, de que falta información en las regiones sobre la movilización que viene, en los más de 400 municipios indígenas, donde habitan los 16 pueblos y se hablan las 16 lenguas oaxaqueñas (sin contar dialectos y variantes) que hacen de esta entidad el mayor mosaico indígena del continente americano, se mueve la gente.
Organizaciones de filiación priísta, como el Consejo Estatal Campesino Emiliano Zapata (CECOEZ), forman parte del foro estatal y como tales se aprestan a recibir también a la comandancia del EZLN, junto con todas las organizaciones y comunidades oaxaqueñas que participan en el Congreso Nacional Indígena.
El propio gobernador José Murat Casab ha reiterado que "en el marco de su responsabilidad, da la bienvenida a la caravana del EZLN, con todo respeto al pueblo de Oaxaca, ya que están en la dirección de buscar la paz", y anuncia que se tomarán las medidas necesarias de seguridad para el tránsito y la estancia de los zapatistas.
En momentos tan sensibles a la dichosa "problemática indígena", el Congreso local, de mayoría priísta, aprobó la semana pasada la creación de una Secretaría de Asuntos Indígenas, que pasó al vapor pero contó con el apoyo del PRD y hasta de un reticente PAN. El decreto que establece la nueva secretaría precisa "la obligación de preservar el acervo cultural y el desarrollo de las formas consetudinarias de la organización social y económica de las comunidades donde prevalecen las etnias".
No debe olvidarse que Oaxaca es el único estado donde existe una ley que regula, aunque con lagunas y candados importantes, las elecciones por usos y costumbres comunitarios. Los pueblos indígenas, de tanto resistir, se han vuelto inevitables, irresistibles, indispensables.
El magisterio del Istmo de Tehuantepec, los valles centrales y la Sierra Norte, agrupado en la sección 22 del SNTE, acordó "apoyar e impulsar la marcha de los zapatistas", y participar en los actos de Juchitán y Oaxaca.
''Hay ambiente, se les espera''
Cada organización aporta lo que puede. En torno al Foro Estatal por los Derechos Indígenas, centenares de comunidades y las organizaciones más consistentes del movimiento indígena oaxaqueño, organizan colectas, asambleas informativas, tequios y movilizaciones para apoyar la marcha de los rebeldes chiapanecos.
Solamente el Movimiento Unificado de la Lucha Triqui (MULT) y la Unión Campesina Democrática juntaron en esta ciudad más de 8 mil personas para exigir garantías y respeto a los zapatistas, a principios de febrero.
En Servicios del Pueblo Mixe (Ser), una entidad creada por los mixes (precisamente en servicio de los pueblos, los consejos de ancianos y los ayuntamientos del distrito mixe, conformado por 17 municipios), algunos de sus miembros aseguran a este enviado que "hay ambiente, a los zapatistas se les espera". "Será una movilización en condiciones difíciles, costará mucho esfuerzo, pero vale la pena", considera la gente de Ser, y agregan: "La marcha va a ser muy importante para que avance la ley de derechos y cultura indígenas. Tenemos información de que para el Congreso Nacional Indígena en Nurio se ha movido a toda la región purépecha de Michoacán. Para los compañeros de allá el esfuerzo también es grande".
Buena parte de las organizaciones de pueblos oaxaqueños que esperan a los zapatistas pertenecen al CNI y participaron directamente en la mesa de diálogo de San Andrés, donde el gobierno zedillista firmó los acuerdos que luego, concentrados en la ley Cocopa, se negaría a honrar. O sea que la demanda de cumplimiento de los acuerdos de San Andrés por el Congreso de la Unión es tanto del EZLN como de numerosos pueblos oaxaqueños.
Al calor de la caravana rebelde, las organizaciones han hecho a un lado sus diferencias, para ampliar sus relaciones e intercambios, con el interés común de sensibilizar a las comunidades y la opinión pública respecto de los derechos indígenas. Entre otras cosas, han ganado espacio en los medios, y en cuanto se lo proponen, ganan las calles.
En este momento, dentro del conglomerado oaxaqueño se movilizan y hablan organizaciones tan diversas como Unión de Comunidades de la Zona Norte del Istm, Coalición de Maestros y Promotores Indígenas de Oaxaca, Coalición Obrero Campesino Estudiantil del Istmo, Organización Mixe, Zapoteca y Chinanteca, y Unión de Organizaciones de la Sierra de Juarez, así como CAMPO de la Chinantla, la Unión de Mujeres Yalaltecas, la Asamblea de Autoridades del Sector Zoogocho, y la de Comunidades Cafetaleras del Sector Ixtán, el Taller de Lengua y Tradición Zapotecas, Bienes Comunales de Chicaxtepec Mixe, el Frente Huixtepecano, la Unión de Pueblos Indígenas contra la Represión y Militarización de la Región Loxicha, el Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón, las autoridades de los pueblos amuzgos y chatinos.
El Consejo Indígena Municipal Chocholteco proclama haber estado "junto con nuestros hermanos indígenas del país en todos los campos de batalla", participando en la ANIPA (Asamblea Nacional Indígena Plural por la Autonomía), el FIPI (Frente Independiente de Lucha de los Pueblos Indios), la Mesa de Diálogo de San Andrés y el CNI. Ahora se une a la recepción de los zapatistas.
A esto se suman todos los centros independientes de derechos humano (BARCA en la Sierra Sur, TUDHO en la Mixteca, Tequio Jurídico, Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto, Unión de Mujeres Indígenas contra la Crisis y agrupaciones culturales indígenas como Binigulazaa, Los Hijos de Condoy y Voz Zapoteca.
Más que una lista interminable de siglas, es la concatenación orgánica de todo el movimiento social oaxaqueño, donde se agregan el Frente Zapatista de Liberación Nacional, comités promotores de la Consulta Zapatista, bases, e incluso instancias institucionales del Partido de la Revolución Democrática y otros partidos políticos; también uniones de productores y artesanos, brigadas indígenas, congregaciones religiosas, frentes de colonos urbanos, transportistas y comerciantes, el Barzón Agropecuario y la Comunidad Anarcopunk de por acá.
Espeso, sabroso y abundante
Quien quiera hacer un censo de todo lo que se mueve en los pueblos y los centros urbanos de Oaxaca, le bastará observar este amplio "comité de recepción" y seguir la estela de la caravana zapatista. Para el tercer Congreso del CNI en Nurio se espera, además, la participación de decenas de organizaciones y representaciones comunales de Oaxaca, parte clave del consenso nacional indio que respalda la Ley de Derechos y Cultura Indígena y la hace suya.
El mismísimo gobernador priísta ha reconocido, ahora que anda tan pro indígena, que los acuerdos de San Andrés representan "uno de los consensos fundamentales para la paz". Bien que aceleró la aprobación legislativa de su secretaría del ramo, antes de la llegada del EZLN. No se le fueran a menear de más las aguas del caldo oaxaqueño, que como sea ya está espeso, sabroso y abundante. Y si acaso la gente del foro estatal tiene razón al considerar que la información y la participación conseguidas con sus afanes a una semana del arribo de la delegación zapatista resultan "insuficientes", cuesta trabajo imaginar de qué tamaño sería la movilización (que ya empezó y es el principal asunto estatal del momento) si esta participación fuera "suficiente".