DOMINGO Ť 18 Ť FEBRERO Ť 2001

SEMANA POLITICA EN ESTADOS UNIDOS

Ť George W. Bush preside, pero Cheney al parecer decide

Ť Los adultos, encabezados por el vicepresidente, mandan

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington, 16 de febrero. "Si el viaje fuera verdaderamente importante, habrían enviado a Dick Cheney", comenta un funcionario del gobierno, bromeando a medias, al responder hace unos días a una pregunta sobre el encuentro en México, el viernes pasado, entre George W. Bush y su colega mexicano.

Y la broma es a medias porque la otra mitad es un comentario serio sobre el papel clave que tiene el vicepresidente Dick Cheney en un gobierno donde el presidente es percibido como alguien con menos experiencia que la gente que lo rodea. Mientras Bush departía con Fox el viernes, Cheney dirigía los ataques contra Irak y encabezó una reunión de miembros de gabinete para elaborar una nueva estrategia energética para responder a la crisis en California.

"Cheney es el que alza las pesas", tituló el Wall Street Journal en su evaluación de las primeras tres semanas del gobierno del republicano Bush, en el cual se discutía la crisis energética de California. El presidente "ha dependido mucho del vicepresidente Dick Cheney para manejar los detalles", escribió el rotativo.

El vicepresidente ha contratado a 15 ex-pertos en regiones del mundo y asuntos mi-litares para asesorarlo en temas de política exterior y de seguridad nacional, un cambio sustancial con respecto a su antecesor, Al Gore, quien sólo tenía un asesor principal sobre asuntos de seguridad. Entre los principales especialistas contratados por Cheney hay expertos en Rusia y Medio Oriente, aunque falta designar a sus asesores para América Latina.

Un rumor que circula aquí es que Roger Noriega, el asesor de Jesse Helms, podría sumarse al equipo de Cheney, pero, por el momento, eso aún no ocurre. Este personal de seguridad nacional se considera particularmente importante ya que el número de especialistas que trabajan para la asesora de seguridad nacional, Condoleezza Rice, ha sido reducidos sustancialmente de los contratados por su antecesor.

En total, Cheney ha contratado a 50 integrantes para su equipo en la vicepresidencia, incluyendo a un ex asesor del Pentágono como su jefe de asesores y un veterano cabildero como su representante legal. En-tre los asesores de política doméstica ya contratados están varios que prestaron sus servicios a legisladores, y el New York Ti-mes reportó que el vicepresidente hasta ha-lló una chamba para el hijo del presidente de la Cámara de Representantes, Dennis Hastert, una movida políticamente aguda ya que podría facilitar las relaciones de la Casa Blanca con el Poder Legislativo.

"Cheney será una influencia real", co-mentó al New York Times William Kristol, editor del semanario conservador Weekly Standard. Cheney, se dice, fue quien anuló las aspiraciones de varios candidatos al puesto de secretario de Defensa antes de que Donald Rumsfeld fuera nombrado en el puesto, y ahora conservadores esperan que Cheney y Rumsfeld logren neutralizar la influencia del secretario de Estado Colin Powell, quien es considerado como un li-beral peligroso en torno a varios temas.

Claro, nadie está sugiriendo que el presidente Bush no manda en su gobierno, y varios mandatarios han dependido de sus gabinetes para manejar los detalles de la política. Bush escogió México como destino de su primera gira exterior para señalar la importancia de las relaciones estadunidenses con el país, y mucho de lo que hace un presidente tiene gran significado tanto sustantiva como simbólicamente.

Pero tradicionalmente el papel del vicepresidente era más que nada simbólico, y más que nada era un representante del presidente en eventos protocolarios de alto ni-vel, como funerales de gobernantes extranjeros y en ceremonias de inauguración de proyectos federales. Hace 30 años, los vi-cepresidentes tenían un equipo mínimo. Fue hasta la vicepresidencia de Al Gore cuando el puesto obtuvo un perfil nacional e internacional más dinámico y significativo; de hecho, Gore fue considerado como el vicepresidente más poderoso de la historia del país... hasta la llegada de Cheney.

Desde la llegada de Bush, circulan los chistes de que es el presidente, pero que los "adultos" son los que mandan en su gobierno. Los "adultos" son gente que trabajó, en su mayoría, en el gobierno del padre del ac-tual presidente. Al frente de los "adultos" está Cheney, ex secretario de Defensa de Bush padre.

Pero el ascenso de Cheney sufrió un pe-queño revés esta semana cuando Bush confirmó, en una orden a su equipo de seguridad nacional, que su asesora de seguridad nacional, Rice, encabezará las reuniones conjuntas de los secretarios de Estado y Defensa, el director de la CIA y el jefe del estado mayor militar.

Al parecer Cheney estaba considerando presidir estas reuniones del máximo nivel del equipo de seguridad nacional, y la or-den de Bush parece dar fin a esa especulación. Sin embargo, fue notable que el presidente tuvo que interceder.

No obstante, el Wall Street Journal informó esta semana, cuando los gobernadores de los estados del oeste del país empezaron a presionar a la Casa Blanca en busca de ayuda para la crisis energética en California, que no intentaron comunicarse con su antiguo colega, el ex gobernador y hoy presidente Bush. Todas las llamadas, indicó el diario, fueron al vicepresidente.

Tal vez Vicente Fox debería conseguir ese número de teléfono también.