Ť La industria del Holocausto, de Finkelstein, es un ''panfleto'', publica el diario Le Monde
Reavivan polémica sobre el supuesto lucro con el trauma del nazismo
Ť El stablishment judío-estadunidense se empeña en sofocar el debate: defensores del escritor
Ť ''Está plagado de exageraciones'', dice Traverso, autor de una obra acerca del tema
MONICA MATEOS-VEGA
La librería electrónica Amazon informó que el polémico libro La industria del Holocausto, de Norman Finkelstein, publicado en Estados Unidos y Gran Bretaña en julio de 2000 y dado a conocer la semana pasada en Alemania, es ''particularmente apreciado'' por potenciales compradores en América Latina, Suiza y Austria, en ese orden.
También la página web del autor registró los últimos días un incremento de visitas. El sitio ofrece un amplio catálogo de críticas en torno del libro donde Finkelstein sostiene que las organizaciones judías estadunidenses ''explotan el sufrimiento'' que vivieron millones de personas bajo el dominio nazi con el fin de ''arrebatar dinero'' a Europa. Esta verdadera industria es, afirma, una máquina puesta en marcha deliberadamente para justificar la política ''criminal'' de Israel contra los palestinos.
Entre otras cosas, compara las actividades y el museo del centro Simon Wiesenthal ?una fundación dedicada a investigar y perseguir a los responsables nazis del exterminio? con Disneylandia y dice que las asociaciones semitas se comportan como un casino de Montecarlo, ''extorsionando a Europa en nombre de las víctimas".
También denuncia el incremento en la cifra de supervivientes de los campos de concentración: ''Si todo el mundo que dice ser un superviviente lo es de verdad, ¿a quién mató Hitler?''.
¿Cuestión de marketing?
Curiosamente, son pocos los comentarios que la obra recibió en la prensa de Estados Unidos. Los defensores del escritor ofrecen una explicación simple: ''Si el libro ha pasado inadvertido es porque el stablishment judío- estadunidense, contra el que está dirigido La industria... se empeña en sofocar el debate''.
El autor, un judío de 47 años, ciudadano estadunidense, es hijo de deportados y debió acudir a un editor británico para dar a conocer su libro. En Francia, donde el volumen fue tachado de ''panfleto" por el diario Le Monde, el editor fue el judío Eric Hazan (ediciones La Fabrique) quien decidió incluir un texto de Rony Brauman, personalidad destacada del mundo humanitario francés, también judío.
Hazan explicó a la agencia Afp que La industria... ''se inscribe en la política de Israel con respecto a los palestinos y en el asunto de demanda de apoyo incondicional a una política injustificable. Como los judíos de Israel pretenden hablar en mi nombre, yo me siento forzado a responderles".
El editor subrayó que otro libro, el titulado IBM y el Holocausto, de Edwin Black, también de reciente aparición, "apoya la tesis de Finkelstein... se utiliza el recuerdo de la Shoah para hacer una operación de marketing que terminará con una demanda de indemnizaciones de parte del stablishment estadunidense".
No obstante, uno de los autores de La Fabrique, el historiador Enzo Traverso, quien escribió La historia desgarrada, se declaró inquieto ante la aparición de un libro ''muy superficial, plagado de las exageraciones típicas de los judíos antisemitas. Estoy contra esa publicación. Está confundiendo nuestra editorial con una oficina propagandista".
Tesis simplista y caricaturesca
Por su parte, el presidente de la organización que agrupa a diversas instituciones judías en Francia y Europa, Henri Hajdenberg, estimó que el libro de Finkelstein ''es una provocación" con una ''tesis simplista y caricaturesca". Recordó, en entrevista con Afp, que ganar la batalla por una indemnización contra los bancos suizos fue posible en 1995 porque se había cumplido el plazo del secreto de 50 años aplicado a los archivos y lamentó que ''tome tanta resonancia toda denuncia de judíos hecha por un judío, Finkelstein, que como muchos hijos de deportados, ha sufrido, vivió en una familia donde no se hablaba de esta experiencia terrible y tiene resentimientos contra todo el mundo."
En su editorial del jueves y respecto de la aparición de La industria del Holocausto, el diario francés Le Monde lanzó una suerte de advertencia ''contra las coartadas falsas de un nuevo antisemitismo".
Sin embargo, no se ha dado a conocer cuándo aparecerá el polémico libro de Filkenstein en idioma español.
En México, a su vez, una amplia y documentada reflexión acerca la práctica de ciertos Estados de educar a sus ciudadanos como víctimas se publicó en la revista Letras Libres. El ensayista Ian Buruma apunta que a través de diversas actitudes, parece que a los judíos estadunidenses ''no les basta que se les considere herederos de una gran civilización, quieren que se les reconozca como herederos de su propio holocausto (...) Ser víctima también tienta a los nacionalistas hindúes, a los armenios, los afroamericanos, los indios norteamericanos, los japonés-estadunidenses, y a los homosexuales que han adoptado el sida como insignia".
El autor del texto Placeres y riesgos de ser víctima añade: ''Recurrir al nombre de Spielberg, desde luego, es revelador, ya que la forma favorita de sentir sufrimiento histórico es en el cine".
La historia desgarrada
El silencio de la sociedad fue la actitud dominante tras el exterminio de los judíos en Europa, sostiene en su nuevo libro, La historia desgarrada, el politólogo italiano Enzo Traverso. Lo sucedido en Auschwitz ''es hoy un tema casi obsesivo de la memoria del siglo XX", pero fue ''prácticamente ignorado por la cultura occidental en el momento en que se perpetraba el genociodio judío", explica el autor en un volumen editado recientemente en idioma español por Editorial Herder de Barcelona (www.herder-sa.com).
Ante esa ceguera, continúa Traverso ''?cuyo ejemplo más paradójico y chocante podría ser sin duda Reflexiones sobre la cuestión judía, de Sartre?, los exiliados judeoalemanes y los supervivientes de la masacre nazi reflexionaron sobre lo ocurrido... a ellos está dedicado este libro que explora un paisaje intelectual entre París y Nueva York, con una Europa aún en ruinas y una América convertida en tierra de exilio".
El autor aborda la obra filosófica de Adorno y Anders, el pensamiento político de Hannah Arendt, sin excluir a Primo Levy o Jean Améry, así como la poesía de Paul Celan.
IBM y los nazis
Considerado por su autor, como ''un libro incómodo de leer", aparece en librerías mexicanas IBM y el Holocausto (Atlántida), de Edwin Black quien cuenta cómo la empresa International Business Machine cooperó con el régimen nazi al crear tecnología para identificar y clasificar a los judíos y así confiscar sus bienes, recluirlos en ghettos, deportarlos, explotarlos laboralmente y aniquilarlos de manera eficiente. El trabajo de cruzar datos de tan profusa información exigía una computadora.
''Por supuesto, en los años treinta, las computadoras no existían. Pero la tecnología de las tarjetas perforadas de Hollerith, sí. Con la ayuda de estos sistemas adaptados a la medida de sus necesidades, Hitler pudo automatizar la persecución de los judíos... IBM y su subsidiaria alemana diseñaron uno a uno los complejos procedimientos, anticipándose a las necesidades del Reich", dice Black, hijo de sobrevivientes polacos y residente en EU.