VIERNES Ť 16 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Esquivel habría puesto a padres de familia en su contra

Entrenadores de clavadistas temen que los desplace: Jorge Carreón

JORGE SEPULVEDA MARIN

Mientras un grupo de padres de familia insistió en que "no queremos a un tipo así", en alusión al entrenador Jorge Carreón, éste respondió que llegó a la Alberca Olímpica Francisco Márquez, a entrenar a 15 de sus alumnos, luego de que fue autorizado por los responsables del inmueble y porque sus pupilos representan a la capital del país.

Reviró las acusaciones que los jefes de familia hicieron en su contra; una de ellas, las tres lesiones sufridas por Federico Uñigo durante 1996. "De ninguna forma se me pueden imputar a mí y me gustaría que hablaran con él y con su papá para que conocieran qué fue lo ocurrido en realidad", sostuvo.

Tranquilizó a los quejosos al decir que su único objetivo es entrenar a sus clavadistas y que no se meterá con los competidores que hay en el lugar, porque por eso trabajan en los horarios en que hay poca gente y en momentos en que nadie más usa la fosa de clavados.

Negó dirigirse con groserías a sus alumnos y lo único que puede concluir es que hay entrenadores que lo vieron llegar, saben de sus antecedentes deportivos y posiblemente tuvieron miedo de que los pudiera desplazar. "No soy el mejor preparador de clavadistas, pero tuve al menos a tres participando por un lugar para los JO de Sydney", anotó.

Un grupo de padres de familia se reunió con el titular del Instituto del Deporte del DF, Bernardo Segura, y luego comentó la sorpresa del marchista al conocer "los antecedentes del entrenador", por lo que prometió un nuevo encuentro con ellos el próximo lunes, y que ordenaría investigar el caso para darles una "solución".

El director de Alto Rendimiento del IDDF, Adolfo Salinas, comentó que resulta ilógico que estuviera en la junta "una persona de la administración de la Alberca Olímpica" (Carlos Fernández), ya que se convierte en juez y parte.

Extraoficialmente trascendió que el entrenador Serafín Esquivel, que labora en el lugar desde hace varios años, es quien les dijo a los padres de familia que Carreón era un peligro y que su gente podría quitarles el lugar a sus hijos, algunos de los cuales ya tienen asegurado su lugar para las Olimpiadas Juveniles que en breve se llevarán a cabo.