Pese a que la salsa es territorio de hombres, eso no me detuvo: India
Ť Entre el amor y el odio está la firmeza, afirma la intérprete, ahijada de Celia Cruz
Ť Confiesa intención de incursionar en la actuación, pero aún no tiene proyecto
ERNESTO MARQUEZ
Como
suele ocurrir con los artistas torrenciales cuyas pasiones los delatan
a primera vista, así, Linda Caballero Bell, mejor conocida como
India, se mostró la noche del miércoles pasado en el Salón
Los Angeles, como lo que es: una cantante atípica y pasional.
De ascendencia puertorriqueña, aunque nacida en el Bronx neoyorquino, India llegó con su orquesta al vetusto local de la colonia Guerrero y cantó con fuerza y provocación, emocionando a los casi cuatro mil asistentes al baile del amor y la amistad en el que también participaron el baladista de la salsa Eddie Santiago y cinco agrupaciones más.
"Al principio, cuando voy a cantar, le rezo mucho al Señor y me persigno", nos comentaba India en medio del barullo previo a su presentación. "No, no te creas, a esta altura de mi vida artistica todavía siento pánico, aunque después me controlo y se me olvida al grado de que no me quiero bajar de la tarima".
Con su voz ronca y firme India dice vivir cada una de sus canciones, dándole valor al sentimiento que proyecta cada una de ellas. Esa noche en Los Angeles, la hemos escuchado recorrer todos los polos sentimentales a través de temas que narran sentimientos de despecho, abandono, traición, desilución y las más fieles promesas de amor.
Poco se parece a la niña que a los trece años cantó en inglés por primera vez en una discoteca en Nueva York, y mantuvo los ojos cerrados, para controlar el miedo que la invadía. Ahora, con su título de Princesa de la Salsa exhibe un carisma y simpatía que desborda en sus presentaciones.
Del dance music a la salsita sabrosa
"Mucha gente me decía que en este ambiente no había cabida para la mujer, ya que la salsa era territorio de hombres, pero yo no dejé que esto me parara", recuerda India, refiriéndose a las advertencias iniciales que le hicieron, cuando hacía su transición de cantante de dance music a un género en donde pocas mujeres habían obtenido la gloria.
"Comenzaban los ochenta y yo tenía sueños de ser artista: algo, al parecer, muy natural en una chica latina que no tiene grandes expectativas. Pero no. Yo provengo de una familia en la que algunos de sus miembros han destacado en el terreno de las artes. Ahora bien, ¿por qué me decidí a cantar salsa? Bueno, eso era algo inherente a mí, una cosa muy íntima. Yo notaba que el cantar lo nuestro me brindaba mucha alegría... podía estar triste por alguna razón, pero cuando escuchaba una salsita me sentía tan feliz, tan contenta. Entonces decidí cantar eso, porque en materia musical era lo que de verdad me llenaba".
India comenta: "Poco a poco fuí haciéndome de una posición. Al principio era desastrozo. Abrirme camino entre los grandes de la salsa fue algo muy duro para mí, sin embargo me fui imponiendo y aquí estoy ¡Firme!"
Y ríe Linda con desparpajo al tiempo de exteriorizar sus sentimientos: "El hombre es sabroso", dice refiriéndose a los que hacen este tipo de música. "Son soneros buenos, han sido nuestros maestros, pero tenía que abrirse un espacio para nosotras, para que también dijéramos nuestras cosas ¿no? y demostrar nuestros valores, tal como lo hiciera La Lupe y lo sigue haciendo mi madrina Celia Cruz".
Dice la cantante que el apelativo de India se lo debe a su abuela paterna que al visitarla de recien nacida y ver su abundante y obscuro pelamen exclamó: "¡Ay... pero si es una india!".
Cuenta la anécdota mientras ríe a carcajadas. Ella sabe muy bien que no es Jennifer López pero tiene lo suyo. "Soy sabrosa", menciona con picardía utilizando uno de sus adjetivos favoritos. "Hubo un tiempo en que me pasé de kilitos, me puse gordita y estaba muy deprimida, pero me metí a un programa para rebajar y ahora estoy muy contenta con lo que he logrado en mi persona".
''Siempre me dejo ganar por mi hombre''
Respecto a esa imágen de mujer despechada y revanchista que proyecta en sus canciones dice ser todo lo contrario: "Siempre me dejo ganar, me encanta compartir con mi hombre ?el timbalero y director de su orquesta?. En lo afectivo soy una mujer muy melosa que corresponde en todo pero que resguarda territorios de respeto y consideración. Así es como voy por la vida".
Sola, se llama su más reciente trabajo discográfico en el que mantiene los mismos criterios de produccion musical que en los anteriores. "Yo quedé muy contenta, porque creo haber conseguido mostrar un crecimiento y madurez como cantante".
Tesonera "como una india", Linda confiesa tener planes para incursionar en el terreno de la actuación: "Tengo mucho interés de hacer algo así, donde la gente pueda ver ese lado de mí como actriz. Nunca he filmado nada, pero estoy esperando que me llegue un proyecto que no pueda resistir", dice.
Uno la ve y piensa que es debido a esa personalidad extrovertida y su autodeterminación que ha logrado llegar a donde pocas cantantes del género afronatillano han llegado. "Mi secreto consiste en mantener la disciplina de siempre y decirle no a esas cosas que pueden hacerme daño. A veces hay gente que te va a amar y hay gente que te va a odiar, y entre el amor y el odio está la firmeza", concluye.
India, esta noche y la de mañana sábado en el Salón 21 (Andrómaco y Moliere, Polanco).