VIERNES Ť 16 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Hombres y mujeres son colaboradores de Dios, afirma

Peligrosas, propuestas contrarias al recto ejercicio de la sexualidad: CEF

JOSE ANTONIO ROMAN

La Comisión Episcopal para la Familia dijo que quienes promueven, por los medios que sea, valores contrarios al "recto ejercicio" de la sexualidad y contra el matrimonio, la familia y la vida concebida en el seno materno cometen "moralmente un grave pecado y socialmente una grave injusticia".

En un comunicado --emitido un día después del acto en el que simbólicamente se unieron centenares de parejas de homosexuales, lesbianas y heterosexuales-- la instancia del Episcopado Mexicano encargada del tema familiar lamentó que haya personas e instituciones que quieran enmendarle la plana a Dios con sus "teorías de género".

Dijo que en el hombre y la mujer, su contenido específico viene determinado por la estructura del ser humano, mujer y varón, y no por acuerdos o roles que la sociedad les asigna tal como se afirma, por ejemplo, en algunas teorías construccionistas de género, que sostienen concepciones diferentes sobre cómo la sociedad tendría que cambiar --según ellos dicen-- adaptándose a distintos géneros, sosteniendo algunas de estas teorías la existencia de tres, cinco y hasta siete tipos diferentes de géneros.

Insiste en que Dios creó al hombre y a la mujer con características físicas, biológicas, sicológicas y espirituales diferentes e iguales en dignidad, pero complementarias. Es precisamente de ese carácter complementario que se hace natural la concepción y permanencia de la humanidad a través de las generaciones.

Presidida actualmente por el obispo de la diócesis potosina de Matehuala, Rodrigo Aguilar Martínez, la comisión señala que en el país se ven como un peligro este tipo de propuestas que pretenden, entre otras cosas, legalizar el aborto y hacer posible la unión de personas del mismo sexo, atentando contra la vida y la institución familiar.

Los anteriores planteamientos, agrega, vienen de modelos culturales definitivamente ya desconectados del ambiente cristiano, y se inspiran en una concepción secularizada y prácticamente atea de la vida y en formas de individualismo radical.

La sexualidad humana, femenina y masculina, no es mala ni pecaminosa, "pero sólo se puede dar la donación recíproca, humana, total, fiel y fecunda en una relación entre un hombre y una mujer ", quienes al comprometerse en matrimonio se convierten, además, en colaboradores de Dios en la transmisión de la vida.

Así, la Iglesia católica señala que quienes han querido vivir su sexualidad sin compromisos como en las relaciones extramatrimoniales de fornicación, o que habiendo comenzado un proyecto de vida de amor en el matrimonio han caído en adulterio o divorcio, pueden volver al amor mediante el "camino del perdón y la reconciliación" regresando al lado de su familia y dejando atrás lo pecaminoso.

"Por tanto, no nos engañemos, hay celebraciones como el 14 de febrero, Día del Amor y la Amistad, que nos deben llevar a reflexionar y devolverles su sentido original y profundo", pide la instancia episcopal.