JUEVES Ť 15 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť CEESP
El debilitamiento de EU contagiaría a Canadá y Japón
DAVID ZUÑIGA
La posibilidad de que la desaceleración de la economía estadunidense sea más fuerte de lo previsto ya ha empezado a modificar las expectativas de crecimiento de otros países industrializados.
De acuerdo con información de Consensus Forecasts retomada por el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), ya empiezan a observarse señales del debilitamiento de Estados Unidos, provocado por el colapso del mercado de acciones de alta tecnología, el encarecimiento de la energía y las condiciones del mercado de crédito.
Aunque el consumo personal permanece relativamente estable, se prevé que la desaceleración continuará.
Asimismo, el recorte de tasas de interés anunciado por el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos y la probabilidad de un recorte de impuestos en ese país son señales de que la caída podría ser mucho más brusca.
El índice de confianza del consumidor, la menor creación de empleos y la inestabilidad en el Nasdaq, agrega el análisis, presagian un panorama poco favorable para 2001; no obstante, es muy probable que la Reserva Federal decida recortar nuevamente las tasas de interés y que el Congreso estadunidense apruebe el recorte de impuestos que recientemente propuso el presidente George Bush con la finalidad de reactivar el mercado interno.
En cuanto a Japón, el estudio señala que las perspectivas de mejoría económica de ese país se desvanecieron el mes pasado debido a la caída del consumo, del empleo y del índice Nikkei. Asimismo, se teme que este año la producción industrial y la inversión no sean los esperados debido al debilitamiento de Estados Unidos y al bajo nivel de las exportaciones a la región Asia-Pacífico.
En cuanto a Canadá, el documento explica que aumenta el temor a un efecto de contagio de Estados Unidos, y como resultado ya se ajustaron a la baja las proyecciones de crecimiento para 2001.
Europa, relativamente a salvo
Alemania parece estar a salvo del debilitamiento de Estados Unidos, ya que realiza la mayor parte de su comercio en Europa; sin embargo, persiste la posibilidad de un ligero ajuste si el panorama se complica. Su producción industrial y sus ventas están por debajo de lo previsto, pero ello se debe a la reciente volatilidad de los precios del petróleo. Un escenario de menor inflación y desempleo, así como una reforma fiscal, fortalecerán el consumo.
Por lo que respecta a Francia, se prevé un crecimiento de 3 por ciento en este año y el siguiente.
En el Reino Unido las ventas al menudeo mostraron una tendencia alcista en los últimos meses del año pasado y en Italia se prevé cumplir con las metas de inflación.
En general, los países europeos están relativamente protegidos de la desaceleración de Estados Unidos; sin embargo, no se descartan ajustes en caso de que el debilitamiento se convierta en recesión (dos trimestres consecutivos con crecimiento nulo o decrecimiento).