JUEVES Ť 15 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Son una gangrena que se combate con memoria, dijo
Las desapariciones políticas inundan México: Rosario Ibarra
Ť Al menos 500 personas han sido víctimas de ese delito
JOSE GALAN
De 1968 a la fecha, en México, más de 500 personas se han convertido en desaparecidos políticos. A ellos se les recuerda con "una memoria viva, que duele, lacera el alma", afirmó Rosario Ibarra de Piedra ante estudiantes de la Universidad Iberoamericana, a quienes informó que desde el pasado 13 de diciembre solicitó una audiencia con el presidente Vicente Fox Quesada para informarle de la situación, petición que hasta ahora no ha tenido respuesta.
"No nos han respondido. Será que andan muy ocupados. Pero las vidas humanas son prioritarias", insistió.
En una de las universidades más caras del país, Rosario Ibarra habló de la memoria como una herramienta que lucha contra la amnesia e incluso contra los poderosos, "los de arriba", que a su vez luchan por desvanecerla, y sostuvo: "la gangrena de la desaparición inunda al país. La memoria tiene que comprometerse contra el olvido -insistió-; cómo no voy a gritar si me he topado con muros de sordera, pero nuestros gritos han remontado los muros de los cuarteles, de las agencias policiacas del Estado".
Al dictar su conferencia Amnesia como silencio histórico, Rosario Ibarra de Piedra recordó: "tengo 26 años gritando -su hijo desapareció en Monterrey el 18 de abril de 1975-, porque debemos hablar de cosas que no se deben olvidar".
Y aún hoy, confesó, "sufro mucho. Tengo miedo de contestar el teléfono. Siempre es una denuncia, un preso, un desaparecido". Recordó el viacrucis en busca de su hijo: "fue llevado al campo militar en Monterrey. No lo pude encontrar. Vine a la ciudad de México por 20 días. Pensé primero en un abuso de autoridad. Pero 26 años después no pierdo la esperanza, esa que alimento con la memoria, el recuerdo".
Ante miembros de las elites del país puso en claro su postura, sin ambages: "siempre he estado del lado de los de abajo, de los del sótano. Muchos quizá cometieron un delito, pero también tienen derechos. No para que los desaparecieran.
"Todo lo recordamos", añadió. "Si no está en el papel, está aquí, en la memoria, que está viva. La memoria es la catapulta del olvido". Y recordó ante los presentes una frase del sub Marcos: "memoria es a la que llamamos por acá justicia".