JUEVES Ť 15 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Va en busca de la paz, insiste en la sierra hidalguense

Fox pide a los mexicanos apoyen marcha zapatista

Ť El programa de 250 microrregiones, un ya basta a 500 años de infamias a indígenas Ť Demanda confianza al proyecto


JUAN MANUEL VENEGAS
ENVIADO

Ixmiquilpan, Hgo., 14 de febrero. Desde la sierra de Hidalgo, el presidente Vicente Fox llamó a ''la nación entera'' a apoyar la marcha que el EZLN hará a la ciudad de México, pues ésta debe significar el fin del conflicto armado en Chiapas. Ofreció que cumplirá con todo lo que hace falta para llegar al acuerdo de paz, y en breves comentarios a la prensa confió en que "a más tardar en marzo" estarán listos los primeros resolutivos para la pacificación en aquella entidad.

A lo largo de todas sus actividades en la gira que este martes realizó por suelo hidalguense, a fin de poner en marcha el programa de atención a las 250 microrregiones más marginadas del país, el jefe del Ejecutivo, una y otra vez, tocó el tema de Chiapas; llamó incluso a las comunidades de la entidad a "dar paso" a la caravana zapatista que atravesara por aquí el 28 de febrero.

"La marcha que harán los indígenas de Chiapas va en busca de un mejor futuro y en busca de la paz en nuestro país", empezó por decir en el municipio de Zempoala.

Más adelante, en la sierra, en el poblado de San Bartolo Tutotepec, abundaría: la marcha del Ejército Zapatista "la respaldamos la inmensa mayoría de los mexicanos, y la respaldamos porque sabemos que debe terminar en la ciudad de México, lográndose un acuerdo para la paz... (Por eso) pido al país entero, a cada ciudadano, que exijan al gobierno federal y el EZLN que logremos ya ese acuerdo".

Ese acuerdo, apuntó, tiene un "amplio significado" para todo México: significa integrar al desarrollo a 10 millones de indígenas; regresar la dignidad y la justicia a los pueblos indígenas, y reconocer que como país "hemos fallado" y que, ahora, "estamos dispuestos a empezar a saldar esa deuda que tenemos con nuestros hermanos indígenas".

Ya avanzada la tarde, en la comunidad de La Lagunilla, ante cientos de indígenas hñahñú, insistió: queremos que esa marcha se convierta en la "marcha de la paz". Para lograrlo, "de nuestra parte -y que quede bien claro- todo lo que haga falta que hagamos, lo vamos a hacer; lo vamos a hacer en los hechos, no en las palabras. De nuestra parte, no va a quedar una sola cosa por hacer".

Según Fox, el gobierno y el EZLN están "a prueba, para que dejemos de engañarnos y acudamos al llamado y al acuerdo de la paz, y por eso pido a todos los mexicanos que nos exijan, al Presidente y al subcomandante Marcos, šque ya firmemos la paz!".

Mi compromiso, terminó por apuntar el mandatario en esta comunidad, "es crear las condiciones para que la autonomía de los pueblos indígenas y el respeto a sus formas de organización y a sus costumbres sean un derecho enmarcado en las leyes mexicanas", para lo cual "vamos a defender y a promover dentro del Congreso de la Unión la aprobación de la iniciativa de la Cocopa".

Basta de "humillaciones racistas"

"šYa basta de esta infamia de cinco siglos! šYa basta de un México sin sus indígenas y sin integrar a sus pobres y marginados!". Así resumió el Presidente el objetivo del programa, que hoy puso en marcha, para atender a las 250 regiones más marginadas del país, con población predominantemente indígena.

Se trata del proyecto "más ambicioso" contra la pobreza de la naciente administración federal. Y, según el mandatario, tendrá que poner fin a una historia en la que "los indígenas de México han sido sometidos a humillaciones racistas, a políticas públicas y privadas que implicaron su exclusión del desarrollo y la educación, impidiéndoles cualquier posibilidad de manifestarse como ciudadanos libres y con plenos derechos".

Fox estuvo este martes, desde temprano y hasta ya avanzada la tarde, en la sierra Hidalguense. Primero en San Bartolo Tutotepec y después en la comunidad conocida como La Lagunilla, el Ejecutivo federal trazó el contenido político y social del Programa para Atender a las 250 microrregiones del país que sus colaboradores del gabinete social identificaron con los mayores índices de miseria y marginación.

De igual forma, el Presidente -respaldado por la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota- presentó los datos duros, las estadísticas y las cantidades de dinero (alrededor de 12 mil 500 millones de pesos) que se destinarán hacia esas comunidades.

En San Bartolo Tutotepec, ante cerca de tres mil campesinos de la región y acompañado por algunos de los gobernadores de las 17 entidades del país que abarca el programa contra la pobreza, Vázquez Mota hizo la presentación oficial del proyecto:

El programa nacional, expuso la funcionaria, tiene el objetivo de superar la pobreza y promover el desarrollo integral de las 250 microrregiones, conformadas por los 476 municipios de muy alta marginación. Para atenderlas, "se concentrarán esfuerzos y recursos en forma articulada entre los tres órdenes de gobierno, y con la participación de organizaciones civiles, grupos empresariales e instituciones académicas".

Informó que los municipios en los que se concentrará la primera etapa de "atención inmediata" se localizan en Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Veracruz y Yucatán. La población a atender es de 5.5 millones de personas, de los cuales 3.4 millones son población indígena.

Entre los datos que ofreció, destacan que 55 por ciento de las viviendas de esas comunidades carecen de agua potable; 85 por ciento vive en condiciones insalubres; 37 por ciento no cuenta con electricidad, y 37.5 por ciento de la población mayor de 15 años es analfabeta.

Pero más grave, subrayó Vázquez Mota, es que ocho de cada 10 niños indígenas mueren a causa de infecciones intestinales, lo que demuestra que en México las autoridades han sido incapaces de ofrecer los mínimos niveles de atención a un amplio sector.

La secretaria de Desarrollo Social además indicó que 33 por ciento de los indígenas del país que participan en el mercado de trabajo perciben menos de un salario mínimo; 67 por ciento carece incluso de un ingreso seguro.

Eso es sólo respecto de los indígenas, porque la realidad del país, hablando de su población en general, es todavía más alarmante: uno de cada dos mexicanos llega al siglo XXI marginado de los beneficios del desarrollo, "con mala nutrición, insuficiente educación, sin agua potable, sin energía eléctrica, sin oportunidades de empleo, imposibilitados para adquirir de manera permanente un nivel mínimo de bienestar... Los mexicanos pobres testimonian que la justicia social no se ha cumplido todavía".

Por ello, la responsable de la política social foxista se comprometió a que los recursos que se destinen a atender la pobreza del país serán auditados por ciudadanos y su ejecución vigilada por el resto de los poderes de la Unión. También ofreció que el resultado de las acciones deberá garantizar la pluralidad y el trato por igual, sin distinción de credos, organización social o afiliación política.

En ese sentido, señaló que el sesgo político del Programa contra la Pobreza se orientará a la "ruptura de cacicazgos, condiciones de explotación, manipulación y condicionamiento político de los programas de desarrollo social. Su ejecución será apartidista y democrática, pues de lo contrario correrá el riesgo de quedarse en el populismo o el paternalismo".

Sobre esto, comentó: lo que la gente está pidiendo, exigiendo, es que ya no se le utilice políticamente, "la gente quiere trabajo, no quiere limosnas, la gente lo que pide y lo que necesita son oportunidades para trabajar, y acceder a los servicios elementales de educación y salud; millones de mexicanos no quieren seguir condenados a la exclusión y a la falta incluso de alimentos".

Los indígenas del país "ya no están solos"

Luego de precisar que de los 12 mil 500 millones de pesos que se destinarán a la primera etapa del Programa Nacional de Apoyo a 250 microrregiones una parte se reunió con aportaciones de la iniciativa privada, el Presidente lanzó:

"Esta mañana les digo (a los indígenas y campesinos del país) que ya no están solos. Los gobiernos federal, estatales y municipales, las organizaciones de la sociedad y las fundaciones nacionales e internacionales, todos juntos, vamos a entrarle a resolver este problema. Sólo así triunfaremos en este desafío, siendo corresponsables, asumiendo cada quien su compromiso".

Pidió confianza a todos los mexicanos y paciencia para demostrar que este programa "no será uno más, que no se trata de un asunto de poca monta, que se trata de un programa serio, que va a ir hasta sus últimas consecuencias para reducir la pobreza y la marginación en estas 250 Microrregiones identificadas con muy alta marginación".

Demandó asimismo no hacer caso de los pesimistas y de los malos augurios de que no se puede vencer la pobreza; tenemos que terminar con el masoquismo, con las visiones pesimistas y catastrofistas de que no es posible ganar esta batalla. "šVamos a demostrar que sí se puede avanzar y que lo podemos hacer con paso firme!".

Más adelante, en la comunidad de La Lagunilla, en el municipio de Ixmiquilpan, ante cientos de indígenas hñahñú, el jefe del Ejecutivo resaltó que su idea de priorizar el combate a la pobreza tiene el objetivo de cambiar la historia; "una historia en la que los indígenas de México han sido sometidos a humillaciones racistas, impidiéndoles cualquier posibilidad de manifestarse como ciudadanos libres y con plenos derechos".

Advirtió que a lo largo de nuestra historia como nación ''hemos actuado mal con ellos; tenemos una gran deuda con los indígenas, y mi gobierno, con toda sinceridad, con toda honestidad -y créanme que sin vanos populismos y saliendo del corazón-, hará todo lo que esté a nuestro alcance para empezar a saldar esta deuda".

Ya basta, asentó Fox, de esta infamia de 500 años.

Acompañaron en esta ocasión al presidente Vicente Fox, entre otros, los gobernadores de Puebla, Melquiades Morales; México, Arturo Montiel; Guerrero, René Juárez Cisneros; Michoacán, Víctor Manuel Tinoco Rubí; Nayarit, Antonio Echevarría; Nuevo León, Fernando Canales, e Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto. Ante ellos, Fox hizo un reconocimiento a los grupos empresariales, como Banamex, Cemex, Banorte, Pinturas Comex y Gruma, que apoyaron con recursos para el arranque de este programa contra la pobreza.