MARTES Ť 13 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť En nueve días no vio el rostro de quienes lo retuvieron, asegura

Policía secuestrado en evasión de presos, en Santiaguito, teme a sus raptores y autoridades

MARIA DEL SOCORRO CASTAÑEDA CORRESPONSAL

Toluca, Mexico, 12 de febrero. César Becerril Téllez, uno de los tres policías municipales que fueron encontrados en Susupuaro, Michoacán, luego de permanecer presuntamente secuestrados por el comando que rescató a dos narcotraficantes que se fugaron del penal de Santiaguito, aseguró que teme que la Procuraduría General de Justicia del Estado le finque responsabilidades por una presunta complicidad con los reos.

Dijo que la evasión ocurrida mientras él era responsable del traslado de los procesados de Toluca a Almoloya "pudo haberle ocurrido a cualquier otro elemento", porque "es parte de los riesgos" de su trabajo, y aseguró que sólo había trasladado a Enrique González, El Hormiga, en una ocasión.

El elemento de la Policía Municipal de Toluca, de 24 años y padre de un niño de cuatro años, afirmó que si hubiera sido cómplice de los narcotraficantes evadidos no habría regresado a su hogar. Para él, señaló, "el dinero nunca ha sido una tentación", y refirió que hace tiempo trabajó para el almacén de ropa Milano y se encargaba de llevar importantes depósitos de efectivo al banco. Nunca, dijo, se sintió atraído por la idea de tomar el dinero. Ahora, con la responsabilidad de familia propia, "no sería capaz de hacerlo".

Becerril Téllez explicó que desde hace más de dos años se encarga de realizar traslados de reos desde el penal de Almoloya hasta los juzgados federales, pero aclaró que nunca ha podido conocer si hará algún traslado antes de pasar lista, cuando recibe la orden superior.

El 30 de enero -día en que se fugaron Enrique González y José Heladio Hernández- no fue la excepción y supo que haría el traslado de tres internos. Según el policía, se trataba de la segunda vez que llevaba a El Hormiga a una diligencia. Sin embargo, según el testimonio de sus compañeros que no fueron secuestrados, tanto Becerril como Abdón Reséndiz (el otro policía) habrían participado en dos ocasiones anteriores en el traslado del delincuente. El policía afirmó que hubo un detalle distinto: "Quiero hacer mención de que el trámite para sacarlos (a los internos que llevarían a los juzgados) de Almoloya es de 20 ó 30 minutos para entregarme a los internos. Ese día, todo pasó en cinco minutos; ya me estaban esperando, me dicen 'fírmale ahí' y ya estaban esperándome ahí también los internos para salir".

Aunque el elemento dijo conocer "a todos" los responsables de entregar a los internos para los traslados, no pudo identificar por su nombre quien ese día, sin mayores trámites, dejó salir a los tres procesados que deberían ir de Santiaguito a los juzgados.

El policía apuntó que ese día no se realizaron dos de las diligencias programadas y aseguró que no estuvo presente en ninguna de las audiencias, aunque en su oportunidad los otros tres elementos que participaron en el traslado señalaron que justamente César Becerril, Abdón Reséndiz y Teodoro Lara (los policías secuestrados por el comando que rescató a los narcotraficantes) estuvieron presenciando la audiencia que se realizó dentro del proceso que se seguía a El Hormiga.

Según su testimonio, durante el traslado de regreso al penal fue interceptado "por dos camionetas Suburban en las que iban entre seis y ocho personas", por lo que detuvo la unidad.

Expuso que los individuos que los atacaron "aparentaban ser policías federales, llevaban pantalones de mezclilla y botas", pero aclaró que sólo pudo ver la cara de uno, a quien describió "de tez morena y ceja un poco poblada".

Sin embargo, de sus nueve días de presunto cautiverio no dio mayores detalles en la entrevista, y sólo dijo que los tuvieron en un cuarto oscuro, "como de cuatro por cuatro metros, con un retrete para hacer nuestras necesidades, comiendo frijoles, agua y pocas tortillas".

Tampoco pudo ver a sus captores, ni siquiera cuando unas horas ante de liberarlos les avisaron, "ya se los cargó la chingada" para, horas más tarde, subirlos a una camioneta de redilas.

Respecto de la forma en que esposó al delincuente, detalle que según la procuraduría estatal es uno de los elementos principales que servirían para inculparlos de responsabilidad en la evasión, el policía señala que "posiblemente" El Hormiga fue mal esposado por él, porque "si los esposo fuerte nos cae la Comisión de Derechos Humanos".