LUNES Ť 12 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Pese al boom de instituciones privadas, sólo 2 de cada 10 jóvenes acceden a una carrera
Actualizarse, reto de universidades de AL, afirma Pallán Figueroa
Ť Gremialismo y conservadurismo, principales obstáculos para el cambio, admite el investigador
CLAUDIA HERRERA BELTRAN
La educación superior en América Latina enfrenta problemas severos. En 25 años su matrícula ha crecido de manera "espectacular", de 600 mil estudiantes pasó a 8 millones (en Estados Unidos son 17 millones), pero apenas dos de cada diez jóvenes tienen acceso a una universidad, frente a los ocho que lo hacen en países desarrollados.
La expansión de la población estudiantil se ha basado en el boom de instituciones privadas, pero muchas de ellas llamadas "de garage" por su dudosa calidad. Además, para la mayoría de los egresados estudiar una carrera de licenciatura termina en "frustración" porque cuando dejan las aulas se encuentran con el desempleo o el subempleo.
Esta es la visión del investigador del tema y ex secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Carlos Pallán Figueroa, quien en entrevista aborda los desafíos de este nivel educativo a propósito de la publicación del estudio Presente y futuro de la educación superior: un estado del conocimiento, que realizó junto con la académica Elia Marum Espinosa.
Para el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, las universidades latinoamericanas tienen un doble reto: resolver los enormes rezagos que tienen en aspectos de docencia, investigación, organización, infraestructura, preparación de personal calificado, pero también ponerse al día para aportar su cuota en la superación de la desigualdad social que impera en la región.
La política permea a instituciones
El problema, explica, es que las instituciones de educación superior en todo el mundo, en especial las de América Latina, tienen comunidades conservadoras, permeadas por la política y el gremialismo, que se niegan al cambio. Esta, dice, es una de las paradojas de la universidad pública: "No son las universidades izquierdistas, si es que las hay, las que están marcando la pauta en materia de innovaciones".
-ƑCómo se encuentra la educación superior en AL?
-Ha tenido un crecimiento calificado como "espectacular". En 1970 había 600 mil estudiantes de educación superior y en 1995, ocho millones. Y la expansión se ha dado sobre todo en el sector privado (hay 500 universidades privadas y 319 públicas), pero que tiene calidades muy distintas. Las conclusiones de un documento de Brasil se pueden traspasar al caso de México: hay un crecimiento enorme de las universidades de garage que están dando títulos y diplomas que el mercado no está reconociendo.
Esperanza de "movilidad social"
-ƑQué carreras ofrecen estas universidades y qué ocurre con sus egresados?
-Las universidades privadas ofrecen carreras donde el costo de producción es bajo, como las de administración, contaduría, derecho y algunas aplicaciones en ciencias sociales. Venden la esperanza de movilidad social al joven y a la familia, pero al final, los egresados no trabajan en su actividad o están subocupados.
-ƑA qué se debe este boom de la universidad privada?
-A la idea de que la educación superior permite la movilidad social. Es válida pero ha dejado de funcionar en ciertas carreras y tipos de educación. Para un joven que egresa del ITAM (institución privada) el concepto de movilidad social es muy efectivo y la inversión que hizo en sus estudios es de un alto rendimiento, pero para un joven de una universidad estatal en una región donde no se crean nuevas fuentes de empleo, el resultado es de una frustración terrible cuando se constata que el título no basta para conseguir empleo.
-Entonces, concluir una carrera universitaria ya no es garantía de movilidad social, como lo era para generaciones pasadas.
-Quienes terminaron una licenciatura a principio de la década de los ochenta rebasaron los niveles de bienestar social de la generación precedente. Pero, eso ahora no es tan claro. Muchos jóvenes no tienen empleo o están subempleados. Y en el caso del muchacho que termina una carrera, que sabe computación e inglés y tiene un dominio de los campos cognoscitivos de su profesión tiene un panorama asegurado, pero no de inmediato. Entonces, es muy difícil explicarle a un joven y a una familia que sus primeros años va a ganar un salario de dos mil o tres mil pesos y que con el tiempo, su situación va a mejorar.
-ƑQué otros problemas enfrenta la educación superior?
-Países como México, Brasil, Chile o España producimos muchos profesionales que ya sabemos por anticipado que van a estar subocupados o que no se requieren. Y por otro lado nos faltan muchos profesionales en otras áreas.
En México, que ha tenido una revolución en materia económica y productiva, las universidades no responden a esta situación; por ejemplo, no estamos creando con suficiente celeridad una tecnología propia del país.
-En problema es que el Estado restringe la matrícula para formar maestros y médicos, y seguimos teniendo déficit de esos profesionales y de los otros que necesita el mercado
-Si la formación no se une con la demanda de profesionales vamos a encontrarnos con estas paradojas. Nos sobran médicos y abogados pero tampoco se ha resuelto el problema de reclamaciones agrarias ni de grupos obreros que no encuentran quien los defienda. Es un reflejo de lo que sucedió en el sector social. Por un lado, sectores muy modernos, y por otro, una sociedad agraria.
-O sea que las universidades están rebasadas por los cambios económicos y sociales.
-Eso suena muy radical. En México hay universidades y dentro de ellas, programas que han ido acompañando estos cambios. Hace seis años la SEP destinó fondos para que las instituciones modificaran sus planes y programas de estudios y hubo universidades que lo tomaron en serio, y otras que utilizaron estos fondos para hacer reformas cosméticas.
Se requiere un sistema nacional de evaluación
-Ante este panorama, Ƒqué deben hacer las universidades?
-Primero un recuento de lo que han venido realizando. En el caso de las autónomas, actualizarse, desechar y desarrollar nuevos planteamientos, estar muy vigilantes de su propio desarrollo. Ser muy autocríticas en sus evaluaciones y en el caso de las no autónomas, integrarse en lo que deberá ser un sistema nacional de evaluación.
-El problema es que las universidades están muy permeadas por la política Ƒno es así?
-Por la política, por el gremialismo, por un conjunto de características que forman parte de estructuras de otro momento. Pero no todas son así. Hay universidades del norte del país y de otros estados que han hecho cambios acelerados, pero hay otras con comunidades reacias, conservadoras, con enfoques gremialistas que no permiten el cambio.
-Es contradictorio decir que una universidad es conservadora.
-Esa es la paradoja de las universidades; son centros conservadores. En el caso de México esto se acentúa porque cuando hay iniciativas de innovación el conflicto político está asociado y corremos el riesgo de caer en la inamovilidad.
-Son comunidades conservadoras pero tienen banderas de izquierda.
-Por eso utilizo la palabra paradoja. No son las universidades izquierdistas, si es que las hay, las que estén marcando la pauta en materia de innovaciones. Son otro tipo de instituciones en las cuales hay una mayor capacidad de las autoridades en diseñar e implantar innovaciones en comunidades poco reactivas o poco conservadoras.