LUNES Ť 12 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Intelectuales, escritores, cineastas y defensores de derechos humanos salen a las calles

Marchan miles en Madrid y Valencia contra la nueva Ley de Extranjería

Ť Serán más flexibles los permisos de residencia "por razones humanitarias", anuncia el gobierno

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 11 de febrero. Miles de personas marcharon hoy por las calles del centro de esta capital y Valencia, para expresar su rechazo a la nueva Ley de Extranjería, por la cual cientos de miles de inmigrantes quedan condenados a la marginación social y laboral, al ver suprimidos derechos básicos como el de asociación, sindicalización, manifestación y huelga, y al ser posible su expulsión inmediata de España.

marcha1La nueva ley ?que además niega ayuda legal, de vivienda y escuela para los hijos de estos inmigrantes ilegales? fue aprobada en noviembre del año pasado gracias a la mayoría absoluta que tiene el gobernante Partido Popular (PP-conservador) en el Congreso, y también con los votos de la catalana Convergencia i Unió y la Coalición Canaria.

Con la entrada en vigor de la nueva normativa impulsada por el gobierno de José María Aznar, a mediados del mes pasado, cientos de miles de migrantes latinoamericanos, magrebíes y subsaharianos ?entre otros? comenzaron un movimiento de protesta y movilización exigiendo derechos básicos para los sin papeles.

En la protesta de hoy una de las consignas más entonadas fue: "Aznar te olvidaste que España fue emigrante", mientras que se podían leer pancartas que decían: "Yo soy humano, ¿y tú?", así como "¿Cuántos muertos hacen falta?".

Salida desde Atocha

Arededor de las diez de la mañana, miles de personas se concentraron en la madrileña estación de trenes de Atocha, desde donde partió la cabeza de la manifestación, formada por los 60 migrantes ecuatorianos, marroquíes y subsaharianos que mantienen desde hace 15 días un encierro de protesta en la iglesia de San Ambrosio, en el barrio capitalino de Vallecas.

El cartel que encabezó a españoles y extranjeros decía: "Ningún ser humano es ilegal", una consigna que se repitió en una marcha simultánea en Valencia, al tiempo que en Barcelona se cumplían 23 días del encierro de migrantes, que exigen su regularización.

La manifestación, que según las instituciones convocantes superó las 20 mil personas en Madrid y Valencia, contó con el apoyo de escritores, actores, cineastas, intelectuales y defensores de los derechos humanos, entre ellos el Nobel de Literatura José Saramago, el cineasta Fernando Trueba y el cantautor Joaquín Sabina. También apoyaron a  los imigrantes los cantantes Luis Eduardo Aute y Miguel Bosé, así como la actriz de origen argentino Cecilia Roth, entre otros. "En el sur explotados, en el norte expulsados", era la sentencia que cargaba en un cartel un ecuatoriano que decidió interrumpir el encierro que mantiene desde hace 15 días en la iglesia madrileña, y que no piensa interrumpir hasta que haya un gesto "humanitario" del gobierno español que, a su juicio, mantiene a rajatabla la idea de "al extranjero rico turismo, al pobre racismo".

marcha2La movilización de este domingo estuvo "contagiada" por el llamado "espíritu de Barcelona", ciudad donde hace una semana cerca de 40 mil personas reclamaron al gobierno una solución digna para los migrantes, con apego al respeto de los derechos humanos.

A la protesta su sumaron partidos políticos de izquierda, sindicatos y organizaciones sociales, que junto con los artistas e intelectuales elaboraron un manifiesto conjunto en el que señalaron su "firme rechazo" a la nueva Ley de Extranjería.

"Siendo ya grave que no se permita a los inmigrantes entrar al estado, lo es más que una vez dentro no gocen de los mismos derechos que cualquier persona con nacionalidad española. Nosotros presuponemos que disfrutamos de ellos por estar amparados por una Constitución democrática que debe proteger a todos aquellos que viven y trabajan en el territorio del Estado.

"Por tanto, exigimos al gobierno la inmediata regularización de todos los inmigrantes sin papeles, la libre circulación de personas; no sólo de capitales y mercancías; que la legalidad no dependa de la burocracia de papeles y documentos, y un trato digno, incompatible con el acoso policial y con las expulsiones", señaló el manifiesto, leído en la Puerta del Sol, punto final después de la marcha, después de que se guardara un minuto de silencio por los miles de migrantes que han muerto en su intento por llegar a España a través del Estrecho de Gibraltar.

Al tiempo, la Asamblea de personas encerradas en la iglesia del barrio Vallecas explicó que la Ley de Extranjería significa "la exclusión de la gente desempleada o explotada, la exclusión de los homosexuales, la exclusión de los pueblos colonizados y saqueados", que hoy es la exclusión de "las personas inmigrantes". En este sentido, esta asociación hizo un llamado "a un desafío activo a esta ley que nos convierta a todos y a todas en desobedientes, imaginando y practicando la desobediencia en los lugares que habitamos con el fin de restablecer los vínculos que el Estado pretende romper".

El gobierno conservador, por su parte, anunció que tiene previsto ampliar "los motivos" para la concesión del permiso de residencia, en una nueva reforma a la ley, que considerara de manera "más amplia" los criterios de acogida por razones "humanitarias", al que podrían acceder ciudadanos que provengan de países que hayan sufrido catástrofes naturales o vivan una guerra civil abierta, como podrían ser los casos de India y Colombia.