DOMINGO 11 DE FEBRERO DE
2001
La oferta de Roberto
Roberto Madrazo no dirigirá el PRI. La formación de bloques en su contra y la reaparición del ex candidato presidencial Francisco Labastida se suman al golpe mortal que recibió con la anulación de los comicios para gobernador por el tribunal federal. Por ello, Madrazo ha decidido enfilar todas sus baterías a conservar para su partido la gubernatura de Tabasco, aunque el candidato ya no sea uno de sus títeres y a cualquier precio.
Con una buena parte de los priístas tabasqueños en su contra, el ex gobernador Madrazo ofrece ahora portarse bien. Su operador político, Florizel Medina Pereznieto, ha sido el encargado de tratar de convencer a los antimadracistas del PRI con un paquete apetitoso: una candidatura de consenso a la gubernatura y una elección limpia.
Madrazo y sus operadores saben que su única posibilidad de competir contra César Raúl Ojeda, que repetirá por el PRD, es cerrar el ancho boquete del PRI estatal abierto a fuerza de exclusiones, trampas y traiciones a lo largo del régimen madracista.
Pero se ha topado con un pequeño problema: los antimadracistas no tienen ninguna razón para creerle a Roberto Madrazo.
Por esa razón, Florizel Medina ha ofrecido una garantía: la firma de un pacto político ante el Comité Ejecutivo Nacional del PRI.
La cosa está en veremos. Porque ni estos acercamientos evitaron que el pasado 5 de febrero naciera públicamente la agrupación José María Pino Suárez, que integran, entre otros, cinco de los ocho diputados federales del PRI, un ex gobernador interino y ex dirigentes estatales. La nueva agrupación -donde destacan las presencias de Arturo Núñez, Víctor Manuel Barceló y Lorena Beauregard- se ha propuesto combatir el "cacicazgo" de Madrazo, basado en el autoritarismo y la corrupción.
La nueva agrupación priísta se asume a sí misma como "el fiel de la balanza", pues su fuerza podría significar el triunfo o la derrota para los dos candidatos más fuertes. Desde el PRD también les echan lazos. Se ven caros. Y están empeñados, dicen, en demostrar que lo son.
Era la víspera de la primera visita -17 de enero- del presidente Vicente Fox a Chiapas. Con mucha anticipación, los representantes de los pequeños caficultores del estado habían sido convocados a una reunión con el secretario de Gobierno, Emilio Zebadúa. A la cita acudieron, en representación de 15 mil productores, unos 40 delegados, algunos de los cuales debieron viajar hasta 12 horas para llegar a Tuxtla Gutiérrez. Pero a la reunión sólo acudió el subsecretario Rafael Arellanes, ex asesor de la fracción del Partido del Trabajo en la Cámara de Diputados, quien hizo una larga intervención que provocó que algunos asistentes "comenzaran a dormitar", según refieren testigos. Ni siquiera hubo un representante de la Secretaría de Desarrollo Rural.
Sólo a pregunta expresa, el funcionario justificó la ausencia del secretario de Gobierno: "Estamos muy apurados con la visita del Presidente". Uno de los dirigentes le salió al paso: "El gobierno anterior sólo nos escuchaba después de que hacíamos movilizaciones o tomábamos edificios. ƑEso quieren?". La respuesta del funcionario se dio en los mismos términos que han usado desde el 8 de diciembre de 2000 los miembros del gabinete: ƑQuieren tomar edificios? Adelante. No los necesitamos, porque nosotros vamos a gobernar en la calle y en el campo, donde está la gente.
La reunión terminó abruptamente.
Sea por inexperiencia o porque la agenda de pendientes es abrumadora, coinciden líderes sociales de la entidad, los miembros del gabinete de Pablo Salazar no atinan a atender los asuntos urgentes que pronto pueden derivar en conflictos que aviven el fuego chiapaneco. La mayoría de los líderes consultados, sin embargo, coinciden en que hay que dar tiempo al nuevo gobierno y valoran positivamente acciones como el despido de orejas y de aviadores que sumaban centenares en el régimen del inefable Roberto Albores. Pero también afirman que la espera no puede ser muy larga.
Quizá por esa razón, en el recibidor de la Secretaría de Gobierno de Chiapas hay dos carteles aleccionadores, con dibujos infantiles a color y la firma de la Procuraduría General de Justicia estatal. Tal vez son herencia del gobierno anterior, pero lo que en ellos se lee es clarísimo: "La toma de edificios públicos es un delito"; "El bloqueo de carreteras es un delito"; "No atentes contra tu libertad".
Sobre Masiosare
"Me gustaría saber qué significa Masiosare", escribe el lector Hugo Ciceri.
No es la primera vez que recibimos esta petición. Humildemente invitamos a los lectores a dar sus propias respuestas, aunque adelantamos dos posibilidades:
1) Un extraño enemigo.
2) Un homenaje prematuro al Himno Nacional Mexicano, antes de que lo cambien como a la Constitución o lo mochen como al águila del escudo: "Mas si osare un extraño enemigo/ profanar con su planta tu suelo/ piensa šoh Patria querida! que el cielo/ un soldado en cada hijo te dio".
HUSOS Y USOS * Hernández
Cual diputados panistas y priístas que se niegan a reconocer los derechos de los pueblos indígenas, los integrantes de Ranch Rescue declaran: "Rechazamos de manera absoluta el concepto de los derechos de grupo. En vez de esto reconocemos que los únicos derechos son los derechos de los individuos tal como fueron otorgados a cada uno de nosotros por Dios".
Amparados en estos derechos, los hermanos Roger y Don Barnett se dedicaban a "cazar" trabajadores indocumentados que cruzaban sus propiedades en Arizona. Y también amparados en estos derechos, según informó la policía local, los hermanos (Roger aparece en la foto) rentaban y vendían vehículos tipo van a bandas de traficantes de indocumentados. La policía local calcula que, gracias a esta actividad, los hermanos se embolsaron alrededor de un millón de dólares en el último año.
El mismo día que se dio a conocer esta noticia se informó que el mexicano Abecnego Monje fue indemnizado con 750 mil dólares por la DEA. Monje quedó paralizado de por vida tras haber sido baleado por un policía estadunidense en 1999.