Ť Hay que estar conscientes de los riesgos, dice Benjamín Cann
La película mexicana Crónica de un desayuno no gustó en la Berlinale
DPA
BERLIN, 10 DE FEBRERO. El público iba abandonando la sala poco a poco, pero el cineasta mexicano Benjamín Cann no se deja desanimar por eso. "Uno tiene que ser consciente del tipo de riesgo que asume. A estas alturas, esta es un poco la historia de mi vida, entonces no me decepciona. Preferiría que se quedaran todos, pero entiendo que hay a quien le entra este lenguaje y a quien no".
Su película Crónica de un desayuno se exhibió hoy en el Festival de Cine de Berlín, en el marco del Foro Internacional de Cine Joven. Es el único aporte proveniente de México que participa en la Berlinale. "Creo que eso tiene que ver con que en México se está haciendo un tipo de cine con el objetivo de que el espectador mexicano vuelva a las salas, y la mayor parte de las películas tienen un tono mucho más ligero y comercial para atraer al espectador", opinó Cann.
"Supongo que a la gente de este festival le interesó que sea una película mexicana atípica. No es común el lenguaje que utiliza, ni la estructura, y les debe haber parecido interesante, como una nueva forma de hacer cine mexicano, aunque no es nueva. Sin embargo, para lo que espera el público europeo es una película atípica", agregó.
La historia de Crónica de un desayuno se centra en el regreso al hogar después de ocho años de un padre de familia y en la reacción que desencadena en sus hijos y en su mujer.
En México, el filme ya lleva quince semanas en las salas cinematográficas y la han visto cerca de 400 mil espectadores. "Ha sido una sorpresa. Yo no pensé que iba a estar más de dos semanas en cartelera", admite el director de De muerte natural y Yo no lo sé de cierto, lo supongo, nacido en la ciudad de México en 1953.
"Allí pasa un poco lo que pasa acá, entra mucha gente y una parte se va y otra se queda; pero para los mexicanos hay un lenguaje que es muy claro, entonces allí la gente no se va por multitudes. Sí se van muchos. Les afecta más el lenguaje visual, eso de marearse con la cámara, que el tono de la película".
Crónica de un desayuno cuenta con un elenco de primeras figuras, entre ellos, María Rojo, Bruno Bichir, Angélica Aragón, Héctor Bonilla y Eduardo Palomo.
"En México se hace poco cine, entonces es fácil involucrar a los actores en un proyecto, porque tienen ganas de trabajar. Además, tengo la fortuna de haber trabajado mucho en teatro y televisión, entonces todos ellos me conocen y se suben al barco conmigo. Se sumaron a este proyecto cobrando realmente muy poco dinero".
Cann ya está trabajando en una nueva película que comenzará a rodar en mayo y se llamará Dicen que no duele. Será una comedia, "aunque no definitivamente una comedia", aclara, "sobre adolescentes y su primera aproximación al mundo y a las relaciones amorosas, en una ciudad caótica como los es la ciudad de México".
Sigue la competencia
La lujuria y el sexo acapararon el sábado el centro de la atención durante el festival de cine de Berlín, ofreciendo diferentes formas de pasión sexual.
Quills, de la estrella de Titanic, Kate Winsle, y Geoffrey Rush, ganador de un Oscar por Shine, cuenta la historia de los últimos meses del Marqués de Sade en un insano asilo de París en 1794.
Esta es la obra erótica de Sade, interpretado por Rush en una sólida interpretación que ha suscitado rumores sobre otro posible Oscar al mejor actor.
Mucho más convencional es la italiana Malena, una historia de la Segunda Guerra Mundial acerca de una mujer cuya belleza provoca la agitación sexual de los hombres en una población.
La francesa A ma soeur (Fat girl) muestra el descubrimiento sexual de la adolescencia desde la perspectiva de dos hermanas ansiosas de perder su virginidad durante unas vacaciones.
Una de las 24 películas que compiten para el Oso de Oro como mejor película del festival, Fat girl, está dirigida por la controversial Catherine Breillat, que impactó a los espectadores al incluir explícitas escenas de sexo en su filme Romance, de 1999.
Otra cinta que se presentó hoy y que también compite para el premio a la mejor película es Chocolat, en la cual la actriz Juliette Binoche despierta la pasión de una ciudad al abrir una tienda de chocolates.