SABADO Ť 10 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Va por el oro en mil 500 y la marca mundial en 5 mil
Para ser triunfador se requiere voluntad, dice Alí Saidi-Sief
ROSALIA A. VILLANUEVA
Ganar la medalla de oro en el Mundial de Atletismo en Edmonton, en la prueba de mil 500 metros, y el récord mundial en 5 mil son los dos retos del argelino Alí Saidi-Sief, el subcampeón olímpico de Sydney, quien regresa hoy a su país tras el campamento que realizó por más de 30 días en la ciudad de México y con la promesa de volver en abril.
El fondista consideró que para ser un triunfador se necesita "voluntad", por lo que quiere demostrar al mundo que la medalla de plata obtenida en su debut olímpico no fortuita "como muchos piensan", ya que la temporada pasada dominó el escenario mundial en los Grand Prix de Atletismo y este año pretende hacer lo mismo.
Al término de su penúltimo entrenamiento en la pista del CDOM, dijo que por el momento no le interesa sacar provecho a su medalla, porque los argelinos no están acostumbrados "como (los atletas) en México", que apenas dan un resultado y ya están pidiendo un pago, pues el dinero es un arma de doble filo; "es peligroso y te puede cambiar la mentalidad".
De 22 años y complexión delgada, Alí señaló que lo único que ha recibido en su país fue apoyo e incluso el Ministerio de Deportes de Argelia le dio 15 mil dólares para venir por primera vez a México, un país que le agradó mucho por el calor de su gente, aunque solamente comió "arroz y frijoles" y probó "tequila", según reveló su entrenador Rachid Banouas.
Ambos prometieron que regresarán a a nuestro país dentro de dos meses, porque desean culminar la preparación con miras al Mundial.
Entre sus planes está competir en seis eventos de carácter internacional, pero la meta está en la Golden League de Roma, el 29 de junio del presente año, donde el velocista espera batir la marca del mundo de 5 mil metros de 12:39.36 minutos que ostenta el etíope Haile Gebrselassie, impuesto en 1998, y llegar con esa hazaña a la justa de Edmonton.
El atleta indicó que le faltó tiempo para conocer los lugares turísticos mexicanos; su única distracción fue la pista del CDOM y el Desierto de los Leones. Le afectó la altura y la contaminación, pero anotó que es normal, porque está acostumbrado a entrenar en ciudades a nivel del mar.
Confía en un futuro terminar su carrera de economista, pues por el momento está dedicado ciento por ciento al atletismo, ya que aspira al metal dorado en Atenas 2004.