Ť Bastaron 11 canciones para encender al Hard Rock
Orishas convenció al público con sus voces entre rapeadas y soneras
JUAN JOSE OLIVARES
El grupo de hip hop cubano Orishas la armó en grande en el Hard Rock Live la noche del jueves al aventarse un conciertito de 11 rolas (más bien showcase) que fueron suficientes para encender a los capitalinos y cubanos residentes en México que gozaron con el guaguancó rapeado de los isleños.
Pero eso sí, hay que resaltar que el boom cubano que se vive en nuestro país ayudó a que este grupo sea conocido, ya que son programados continuamente sus videos en las ya conocidas televisoras de videclips, además de que las chicas y chicos Condesa-Coyoacán way of life todo lo que sepa y se oiga como cubano, les encanta. Son los mismos chavos que atiborran semana a semana los mamas rumbas, etcétera, etcétera. Bueno.
No obstante, los Orishas (nombre que se les da a los dioses de la región afrocubana) reventaron los scratches, las cajas de ritmos, las tumbadoras, los bongoes y las potentes voces de los tres cantantes, quienes en una polirritmia bien armonizada, explotaron desde la rumba, el son, el guaguancó y lo más negro de lo negro del rap. Al fin y al cabo que los inventores de esta madre tan contestona llamada rap ?que a su vez, claro, viene del blues? son los negros, aunque gabachos.
Ruzzo, Yotuel, Liván y Roldán cachondearon con su ritmo y su baile a los humos féminos (esos que no se disipan del local por la falta de ventilación, ya se ha dicho) como imaginando a una mulatota de Habana Vieja. Y el público se los aplaudió.
El coto comenzó con una intro de pedazos de canciones como Guantanamera y Santa Bárbara, para continuar con Represent, Canto para Lecua y Changó, que quizá muestran el lado de la aceptación de su gobierno, ya que estos jóvenes vivieron en Francia porque antes el hip hop en Cuba "era un instrumento del imperio", por lo que en La Habana se realizaba un festival semiclandestino, que ahora ya es legal. Ustedes saben, con la venia del jefe todo se puede.
Percusiones entrelazadas con las secuencias, el tallón del diyei a los discos y las voces entre rapeadas y medio soneras, convencieron al público. Atrevido, 537 Cuba, 1999, Mística, Conexión y Orishas llegó, rimbombaron la líbido de los mexicanos, cubanos y los chilangos que se sienten caribeños.
Salieron del escenario, pero la gritería los hizo regresar a interpretar Orishas llegó mix (que viva Changó señores...) y A lo cubano, nombre homónimo de su disco. Pues sí, hay hip hop de Cuba y buen hip hop.