SABADO Ť 10 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Aumentó otra vez la contaminación en la zona, aseveran especialistas y legisladores

La salud de vecinos de Met Mex Peñoles peligra de nuevo

CAROLINA GOMEZ MENA

La salud de los vecinos de la metalúrgica Met Mex Peñoles está en peligro, debido al aumento de la contaminación que causa la empresa, aseguran especialistas, legisladores y residentes de colonias aledañas a la firma.

Hace poco más de un año la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) levantó una sanción que impedía a la compañía -ubicada en Torreón, Coahuila- trabajar a más de 25 por ciento de su capacidad, debido a que se comprobó que contaminaba el ambiente con plomo, arsénico y cadmio en niveles superiores a los aceptados.

Francisco Javier Perezgasga, investigador del Instituto Tecnológico de La Laguna, dijo que los niveles de plomo en niños vecinos de la metalúrgica están muy por encima de los valores aceptados por la OMS, según recientes análisis sanguíneos.

Los menores tienen hasta 45 microgramos de plomo por decilitro de sangre, cuando el máximo es de diez.

En la colonia Lázaro Cárdenas, donde existe un tiradero de la planta, el arsénico está 3 mil por ciento por encima de la norma, pues el máximo aceptable es de 50 partes por millón y en el lugar hay mil 500 partes por millón.

De plomo hay 9 mil partes por millón, pese a que el máximo aceptable es de 600 partes por millón, es decir, mil 500 por ciento sobre la norma.

Hace poco más de dos semanas, un grupo de afectados informó del asunto a Ignacio Campillo García, titular de la Profepa, pero éste, dijeron, no accedió a tomar cartas en el asunto.

Por ello, demandan al presidente Vicente Fox y a Víctor Lichtinger, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que se obligue a la metalúrgica a cumplir con la ley.

Exigen a la Profepa que realice sus propios monitoreos de las emisiones de Peñoles, pues "es ilógico" que su parámetro para decidir sean los sistemas de medición de la propia empresa.

Consideran necesario que la dependencia declare una zona de salvaguarda o amortiguamiento ambiental, en la cual no deben permitirse asentamientos poblacionales. Estiman conveniente que en un radio de 300 metros se retire a las familias y se les reubique en un lugar seguro.

La exposición constante de los menores a los contaminantes daña el sistema nervioso central y causa anemias crónicas, insuficiencia renal y cánceres de piel e hígado, entre otros perjuicios.