SABADO Ť 10 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Fueron "golpeados salvajemente" en octubre pasado
Denuncian torturas contra custodios de Puente Grande
Ť Se les incomunicó tras la fuga de El Chapo de ese penal y sólo comían una vez al día, según parientes de los vigilantes
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
En octubre pasado, varios de los custodios del penal federal de Puente Grande que están arraigados por 40 días en un hotel capitalino, fueron "golpeados salvajemente" por haber denunciado anomalías en la operación de ese centro y tratos preferenciales para los narcotraficantes Joaquín El Chapo Guzmán Loera y Héctor Luis El Güero Palma Salazar, aseveraron familiares de los vigilantes.
En conferencia de prensa, expusieron: "Los primeros diez días que retuvieron a nuestros parientes en el penal de Puente Grande, los mantuvieron incomunicados, durmiendo en el suelo; les aplicaron torturas sicológicas para que hicieran declaraciones acusatorias en contra de sus compañeros; les daban de comer una vez al día y los sometieron al detector de mentiras".
Aseguraron: "Hasta su llegada a este hotel, cuando ya habían transcurrido 12 días y se les había notificado que estaban bajo arraigo, se les brindó un trato digno, pero antes se violaron todas sus garantías constitucionales y sus derechos humanos".
Los custodios fueron retenidos durante diez días en las instalaciones del penal de Puente Grande, en Jalisco, a partir del 20 de enero, fecha en la que se conoció públicamente de la evasión de El Chapo Guzmán, ex jefe del cártel de Sinaloa.
Posteriormente, 78 personas, incluyendo al ex director del penal, Leonardo Beltrán Santana, fueron trasladadas a la ciudad de México y arraigadas en el hotel Fontán, en donde permanecen 72, ya que seis fueron dejados en libertad bajo reservas de ley.
Los familiares de los arraigados han ingresado al hotel diariamente a partir de la última semana para entrevistarse con sus allegados. Ayer dijeron que a los liberados "los han dejado ir a pie, no les han dado ni para los camiones. Los trajeron en avión y los ponen en libertad para regresar a su estado como puedan. Esto es indigno y la Comisión Nacional de Derechos Humanos ni siquiera aparece".
Un hijo de un custodio, que solicitó el anonimato por temor a represalias, señaló: "En enero de 2000, un grupo de nuestros familiares fueron con mucho valor a la Comisión de Derechos Humanos de Jalisco para denunciar la corrupción que existía en el penal.
"A pesar de que posteriormente a esa acción fueron golpeados, sostuvieron sus acusaciones, pero fue hasta un año después cuando visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos les fueron a decir que se desistieran de esas acusaciones, porque eran cosas laborales.
"A los custodios denunciantes los obligaron, principalmente los comandantes y las altas autoridades del penal, a dar buen trato y preferencias a El Chapo Guzmán y a El Güero Palma; como no quisieron, en octubre de 2000 fueron golpeados en forma salvaje".
Al terminar la conferencia de prensa, 26 familiares de los custodios, entre ellos cinco niños, marcharon del hotel Fontán, en Paseo de la Reforma y Balderas, a la Cámara de Diputados, para denunciar los malos tratos a que los arraigados fueron sometidos por personal de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada, a cargo de José Trinidad Larrieta Carrasco.