ANDANZAS
Ť Colombia Moya
SI EN EL año de 1789 se estrenó en el Gran Teatro de Burdeos el ballet La fille mal gardée, o La chica mal cuidada, ahora, de nueva cuenta, 212 años después de su estreno, usted y sus hijos pueden apreciar este gracioso ballet en el Palacio de Bellas Artes con la Compañía Nacional de Danza.
SU ESTRENO, CON música de autor anónimo se debió al coreógrafo y bailarín de gran renombre en la época, Jean Dauberval, quien decidió, como consecuencia de la atmósfera prerevolucionaria que ya flotaba en todo ámbito social, resaltar, de manera cómica, lo absurdo de las desigualdades sociales y lo inútil de la riqueza, ante el amor verdadero, pues Lisette y Colín, realizan su amor a pesar de la fuete vigilancia a que la ha sometido su madre, una enérgica matrona quien espera casar a su hija en total estado de pureza con un aristócrata potentado y bastante bobo, al cual naturalmente no ama la chica mal educada.
LA ANÉCDOTA REVELA de hecho el desarrollo de una burguesía en pleno florecimiento, así como la rebeldía de las nuevas ideas de los filósofos y pensadores que dieron definitivo aliento a los postulados de la revolución francesa, libertad, igualdad y fraternidad, aunque claro bajo el velo inocente de una historia divertida de amor que ocurre entre las fiestas y danzas campesina de un pueblecillo aparentemente ingenuo.
SIN EMBARGO, LA historia rescata la legalidad de los amores de Lisette y Colín, rematando el ballet con la inevitable aceptación de la madre para la boda de su hija y el campesino del pueblo, en medio del júbilo y la fiesta popular a la que finalmente se une.
AUN ASI, DESPUÉS de la revolución francesa una verdadera libertad para las chicas bien o mal cuidadas, así como para los más chicos aún, los niños, no existe, a pesar de los avances por todas las voces pregonados, la feroz naturaleza humana en su peor faceta, parece, hoy por hoy, dar mas guerra que nunca, y los postulados de la revolución francesa, acartonados y de muy dudosa vigencia, fuente inspiradora de los derechos humanos, parece flotar entre el temblor de la duda y el aguijón de las traiciones, sólo habría que revisar el Internet, o el imperio del narcotráfico y sus infinitos tentáculos, para horrorizarnos al ver lo mal cuidados que han estado y están las niñas y los niños, las jóvenes mujeres que forman parte del inmenso mercado de seres humanos para alimentar la codicia y la lujuria de aburridos impotentes incapaces de amar.
LAS RESPUESTAS AL por qué sigue sucediendo todo esto, aun no llegan, ¿acaso no hemos podido mejorarnos, civilizarnos verdaderamente?... Cuánta falta hace que los legisladores se pongan en los zapatos de las niñas y los niños mal cuidados, en los de las jóvenes violadas y asesinadas, en los de las mujeres golpeadas y humilladas, e hicieran en todo el mundo hacer sonar el chasquido de la espada de la justicia con sanciones ejemplares. Inolvidables, como nunca podrán olvidar las criaturas afectadas lo que les han hecho, mientras tanto aún podemos disfrutar un rato el 10 y 17 de febrero a las 12:00 horas en Bellas Artes, la ingenua historias de la virginidad de una chica mal cuidada y finalmente bien recompensada.