VIERNES Ť 9 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Autor de Títeres de tú, obra con la riqueza interactiva del libro y el disco compacto

Hacer de la poesía un bien del dominio público es la búsqueda del escritor Edel Juárez

Ť Se pronuncia por suprimir los rasgos solemnes del género para llegar a más personas

ANGEL VARGAS

Hacer de la poesía un bien del dominio público fue el derrotero que se impuso Edel Juárez cuando, hace un par de años, decidió abandonar los estudios en sistemas de computación para abocarse a la escritura.

En la búsqueda de los medios idóneos para lograr ese objetivo, consideró que los libros por sí mismos resultan muy limitados para atraer la edelatención de las mayorías y por ello se dio a la tarea de procurarse mecanismos y formas distintos para conseguirlo.

Fue así como se encontró con la riqueza interactiva del LCD, es decir, un libro y un disco compacto en un solo producto.

Y bajo esa modalidad produjo su segundo volumen de poesía, Títeres de tú, de reciente aparición en el mercado. Edición de Sony Music, el material incluye un texto impreso con ocho poemas, así como un álbum con la versión musicalizada de los mismos y un track interactivo en el que ''se experimenta con otras formas de exponer la poesía".

Cercanía con la trova y las peñas musicales

Los orígenes literarios de Edel Juárez ?nacido en la ciudad de México hace 25 años? están estrechamente vinculados con la trova y el mundo de las peñas musicales. Incluso ha colaborado o alternado de manera frecuente con cantautores como Fernando Delgadillo, Armando Rosas, Vicente Feliú, Alejandro García Virulo y Frank Delgado.

La cercanía con estos artistas es evidente en la parte discográfica de Títeres de tú, ya que algunos de ellos participan como arreglistas musicales o intérpretes invitados. Es el caso de Rosas y Delgadillo, a quienes se le suman también Edgar Oceransky, Jaime Ades y el grupo Mexicanto.

De formación autodidacta, Edel se pronuncia en favor de suprimir los rasgos solemnes a la poesía con el fin de que ésta llegue y pueda ser apreciada por mayor cantidad de personas.

''La poesía escrita con 'P mayúscula' de los poetas 'con P mayúscula' es algo fuera de contexto. No tengo nada en contra de los clásicos pero, como ejemplo, El seminarista de los ojos negros (el poema) me dice lo mismo que los cantos tibetanos; no le encuentro relación alguna con el concepto de amor ni de sociedad de nuestra época", indica.

Apuesta por lo popular

''La poesía que intento hacer es más al nivel de los chavos, de la gente común que tiene un lenguaje común. La riqueza de lenguaje y las metáforas se encuentran hasta en el Metro, y se entienden y se viven con las palabras de todos los días; no soy partidario de disfrazarlas de términos 'grandes' para que suenen y se sientan bonito."

El escritor manifiesta su conciencia de que tal posición o forma de pensar puede ser motivo de críticas, situación a la que está propenso también su trabajo y, según dice, no teme que se le cuestione o incluso se le califique de poetucho.

''Aspiro a ser un poeta popular, no populachero. Uno tiene que ser el poeta, el escritor o el artista del entorno en que vive. El mío es un entorno popular, desenfadado, pero que aprecia las manifestaciones artísticas, sean complejas o sencillas; además de que lo más sencillo para algunos es lo más complejo para otros. Soy de la idea de que hay que llegarles a todos, pero nunca dejando de ser uno mismo, siempre siendo honesto".