Ť La estructura es inadecuada e ineficiente, asegura
Ha fallado la labor de la PGR, señala Macedo de la Concha
Ť En entrevista radiofónica señala errores y carencias
Ť Los cambios emprendidos terminaron los cotos de poder
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
El general Rafael Macedo de la Concha, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), aseguró que la dependencia a su cargo no responde a las necesidades de procuración de justicia, persecución de los delitos y detención de delincuentes que la sociedad mexicana reclama. "Lo reconozco abiertamente, no viene cumpliendo con eficacia su trabajo", dijo durante una entrevista radiofónica.
Señaló que la estructura de la PGR es "inadecuada,
ineficiente" y no responde a la verdadera necesidad de la institución.
Explicó que "de un total de 17 mil servidores públicos, 11
mil son empleados administrativos, existe una carencia de 900 ministerios
públicos y de 3 mil 500 elementos de la Policía Judicial
Federal (PJF)".
Mencionó que en los recorridos que realiza por
distintas delegaciones y subdelegaciones de la PGR en el país ha
encontrado carencias materiales y de personal, y situaciones laborables
"lamentables" y hasta "vergonzosas".
En Chihuahua, agregó, donde se maneja un gran número de investigaciones y un cúmulo de mandamientos judiciales sin ejecutar, existen entre 3 mil y 3 mil 500 hampones que impunemente andan en las calles. La mejor silla era de plástico, el mejor escritorio tenía remiendos y el ministerio público tenía que poner de su bolsa para contar con una oficina digna.
Macedo de la Concha refirió que las computadoras de la delegación de la PGR en Chihuahua datan de hace 10 o 15 años, y los funcionarios tienen que utilizar sus computadoras personales.
"Tengo la seguridad de que ahí se reparten con la cuchara grande quienes tienen procesos penales en su contra", porque "cualquier narcotraficante paga gustoso y a lo mejor triplica o cuadruplica" ?con dádivas? la nómina de 340 mil pesos de la PGR.
Explicó que una de sus principales tareas es revertir la carencia de personal sustantivo, es decir, agentes del Ministerio Público y de la PJF, y dijo que la ley orgánica y el reglamento de la PGR "tienen candados" que le impiden contratar abogados y egresados confiables de diversas academias de policía.
El ex procurador de Justicia Militar definió cómo encontró la PGR: me parece que llegué a un lugar donde había un gran tesoro y cada quien tenía su parte, pero en el momento en que dejaron de tener acceso a él, siguen reclamando el derecho de ese tesoro porque se sienten los dueños. Yo vine a echarles a perder su fiesta; entonces, unos me quieren llenar de atenciones y otros, quizá hasta sean los mismos, por abajo hacen todo su esfuerzo por descalificar el trabajo para reconstruir la confianza de la sociedad en una institución que merece ser digna para ella. Por eso se ha ido rodeando de personas confiables y ha evitado que lo llenen de halagos y "caravanas".
Negó que esté militarizando la PGR y dijo "que es muy difícil que juristas calificados" acepten colaborar con él porque "prefieren decir no a arriesgar su prestigio".
Debemos aceptar que la parte sustantiva de la investigación y de la persecución del delito debe estar a cargo de abogados calificados, pero la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud (Feads) tiene áreas técnicas de combate al narcotráfico "que deben ser operadas por personal capacitado, y lamentablemente estos no son preparados en la universidades" y sólo de las fuerzas armadas "se puede tener gente confiable en esas labores".
Explicó: "he traído militares retirados o con licencia que cumplen con el perfil que se requiere para las tareas de intercepción, erradicación, en suma, en la lucha contra el narcotráfico, para que vengan a ayudarme en este esfuerzo, pero sólo en esas actividades".
Aseguró que las fiscalías "eran como principados", ya que tenían asignados a grupos de la PJF que actuaban sin control del director, "porque eran cotos de poder de las fiscalías". La Feads y la Unidad Especializada contra la Delincuencia Organizada "venían trabajando aisladamente, en forma dispersa, cada una con su información y con su parte, y con un gran celo". Cada agente se manejaba como quería y muchos estaban como secretarias, haciendo trabajos en máquina, pero con la restructuración se ha logrado reintegrar a 300 elementos en el combate a la delincuencia organizada.
Acerca de la evasión de Joaquín Guzmán Loera, el procurador dijo que en la investigación de la fuga, ocurrida el 20 de enero, ordenó que unieran esfuerzos y ya se tiene una investigación seria y muy avanzada. "Esto se dio porque vinculé el esfuerzo de ambas fiscalías y encontramos elementos y datos muy importantes en el sentido de que El Chapo seguía manejando su organización desde el penal federal de Puente Grande".