Ť Levanta la Conaie bloqeos carreteros; inios abandonan la Universidad Salesiana
Rigoberta Menchú vigilará el acuerdo firmado entre gobierno e indígenas ecuatorianos
Ť El convenio, un "parche" para los graves problemas del país, consideran analistas
REUTERS Y AP
Quito, 8 de febrero. La premio Nobel de la Paz 1992 y líder indígena guatemalteca, Rigoberta Menchú, prometió hoy aquí que verificará "muy de cerca" el cumplimiento de un acuerdo entre gobierno e indígenas ecuatorianos, que en la víspera puso fin a dos semanas de protestas que paralizaron gran parte de Ecuador.
"La fundación que hemos integrado hará un monitoreo permanente y muy de cerca de los acuerdos", dijo Menchú, quien visitó al presidente Gustavo Noboa.
Menchú, quien llegó anoche a Quito, condenó nuevamente la represión a las manifestaciones indígenas que dejaron tres muertes y decenas de heridos. "Los indígenas no somos menos. Queremos hacer política y esperamos llegar a muchos cargos a través de elecciones libres", añadió.
Las protestas contra el alza de ciento por ciento al combustible y de 75 por ciento a tarifas de transporte ocurrieron un año después de que un levantamiento indígena apoyado por mandos medios del ejército derrocó al presidente Jamil Mahuad, cuyo vicepresidente era Noboa.
El pacto suscrito el miércoles por el mandatario y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) establece una reducción de 20 por ciento en el precio del cilindro de gas de uso doméstico, vital para miles de campesinos pobres, así como mantener congelados los precios de los otros combustibles durante un año. También estableció que las tarifas del transporte serán revisadas.
Unos 5 mil indígenas que se habían instalado en la Universidad Salesiana de Quito comenzaron a regresar anoche a sus comunidades, mientras el cierre de carreteras impuesto por la Conaie se levantaba.
Analistas consultados por Afp consideraron que el acuerdo es "un parche" en la solución de los graves problemas sociales y económicos del país andino. Walter Spurrier, quien consideró que el gobierno no tendrá problemas con el Fondo Monetario Internacional, aunque ahora su recaudación sea menor a la prometida con el organisnmo, confesó su temor de que "de aquí a un año esta situación se repita", cuando el gobierno pretenda ajustar los precios de la gasolina.
Para el economista Alberto Acosta el acuerdo "no es una solución perfecta", pero sirvió para que el FMI vea "que el pueblo ecuatoriano no es igual a otros, y que debe cambiar sus estrategias".
Por el lado oficial, el canciller Heinz Moeller advirtió que el levantamiento indígena "es algo que no debe volver a pasar en el país", al tiempo que el secretario de la Administración, Marcelo Santos, dijo que durante la protesta hubo preocupación por un posible "golpe de Estado", pues "hay una corriente subversiva que pretende utilizar las legítimas aspiraciones indígenas".