JUEVES Ť 8 Ť FEBREROŤ 2001
Ť Nací para el boxeo, por eso no tengo miedo, dice el púgil yucateco
Es hora de demostrar que soy el campeón: Guty
Ť Ya no soy apático, tengo otra mentalidad y lo demostraré ante Erik Morales, afirma
CARLOS HERNANDEZ ENVIADO
Temoaya, Mex., 7 de febrero. A 11 días de lo que será la pelea más importante de su carrera, Gustavo Espadas afirma: "El Guty apático ya no existe; ahora tengo otra mentalidad. Ya es hora de demostrar que soy el campeón del mundo".
Espadas suma un mes y 11 días en el Centro Ceremonial Otomí, en lo que es su primera concentración de altura para una pelea, rumbo a su duelo del próximo sábado 17 ante Erik Morales, del que saldrá el monarca absoluto de peso pluma del Consejo Mundial de Boxeo.
-La principal crítica que se te hace es que eres tibio, que por momentos en una pelea te hace falta dar el extra.
-šEste es el extra: que estoy aquí, concentrado por primera vez!, responde de inmediato el campeón en receso.
-ƑEntonces no eres apático?
-Ya no, ya no me faltarán h.... La apatía quedó en México, porque si no quisiera no estuviera aquí, en este entrenamiento tan fuerte, con todos los sacrificios que hay que hacer para estar acá arriba.
Para quienes recuerden a su padre, ex campeón mundial mosca del mismo nombre, nadie reconocería a Guty hijo, espigado peleador de tes morena y pelo crespo, muy diferente al diminuto Gustavo padre, quien procedente de su natal Mérida era esperado en el CCO, para apoyar en el aspecto táctico y anímico a su vástago.
"Mi papá está muy feliz que me haya concentrado, porque dice que así no tengo el estrés de manejar ni estoy viendo el refrigerador de mi casa a ver qué como.
"Y es que ya cerca de las peleas tenía que forrarme en los entrenamientos para dar el peso, porque comía de más y eso era una desventaja. Ahora es distinto, ya estoy en 58 kilos", expresa.
Añade que los 850 gramos que le faltan para dar el límite no serán problema, porque "ando comiendo de todo y me siento muy fuerte"; ya después hará dieta.
No me echaré para atrás
El único problema que admite tener es la lentitud, "porque nunca había trabajado en la altura y tengo cansados los brazos" luego de realizar entre 150 a 180 rounds, por lo que disminuirá la intensidad de sus entrenamientos y ahora se enfocará a adquirir velocidad.
-ƑCómo te imaginas la pelea?
-Una batalla aguerrida, porque somos muy aferrados. No nos hemos agredido con palabras, pero como boxeadores mexicanos es garantía de una gran pelea. Erik nunca deja de tirar golpes y si quiero ganarle voy a tener que hacer lo mismo.
-El dice que la experiencia está a su favor...
-Si él lo dice... Yo digo que es un buen peleador y que se prepara bien, pero en el ring le voy a demostrar que el campeón soy yo.
-ƑQué es lo más peligroso que tiene?
-Que es agresivo y valiente. Sé que no se va a doblar, pero yo tampoco me voy a echar para atrás.
-ƑY cómo ganarle?
-Eso lo verán el 17. Ya falta poco.
-Cuando el año pasado se pospuso la pelea se llegó a decir que tuviste miedo.
Guty, un yucateco amable y sencillo, no cae en la provocación: "Miedo no hay en el boxeo. Eso es en lo último que se piensa. Si hubiera tenido miedo no hubiera dejado que me inyectaran en la clavícula. Es como si tú tuvieras miedo de entrevistarme. Yo nací para esto, no tengo miedo, sólo un poquito de nervio, pero eso es normal antes de cada pelea importante".
Mientras, en la soledad del Otomí, el joven Gustavo se entretiene. Ve películas, escucha música, "echa relajo y se mete hasta a la cocina para que no haya aburrimiento", aunque acepta que extraña a su esposa y a su pequeño hijo, quienes lo visitan los fines de semana.
Y advierte: "Por Erik estoy aquí, con tanto frío, lejos de mi familia. No me cae mal, pero allá arriba, cuando lo tenga enfrente, me voy a acordar de todo esto".
Se acordará, también, de su cumpleaños 27, que festejará en pleno entrenamiento, este viernes 9.
Por su parte, el mánager Ignacio Beristáin ve de manera distinta la concentración de su pupilo. "Ese fue un recurso para alejarlo de las cosas típicas de los mandilones: que lleven a los niños a la escuela, que vayan al mercado y otras cosas y que por eso descuidan sus entrenamientos", expresó.
Indicó que Guty ya no boxeará los 8 días previos a la contienda y que "logrará mayor elasticidad". Su único temor es que después de entrenar a los 3 mil 600 metros baje a la ciudad de México y lo afecte la contaminación. "Por eso, el lunes nada más tomará sus cosas y de inmediato se irá a Las Vegas", apuntó.