JUEVES Ť 8 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Los hicieron cantar estrofas del Himno Nacional para comprobar su nacionalidad
Interceptan en el AICM a 17 guerrerenses "sospechosos"
CIRO PEREZ SILVA Y DAVID APONTE
Diecisiete campesinos guerrerenses fueron interceptados ayer por la Policía Federal Preventiva (PFP) que, al parecer, los consideró "sospechosos" por su piel morena, sus humildes ropas y por viajar en grupo.
Como los creyeron centroamericanos, particularmente guatemaltecos, los hicieron identificarse, cantar estrofas del Himno Nacional, decir quién es gobernador de su estado y mencionar entidades de la República, además de someterlos a presión sicológica para que cayeran en algún error.
Los jóvenes, la mayoría de entre 14 y 25 años, habían arribado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por el área de llegadas internacionales porque el avión de Mexicana de Aviación que habían abordado tocó tierra en Acapulco antes de llegar a México, su destino original.
La mayoría mostró sus credenciales de elector, otros sus actas de nacimiento, y los menos, papeles de sus lugares de origen que, finalmente, les sirvieron para seguir adelante. En tanto, otros viajeros, barbados y de piel blanca, cruzaban la línea calificada como "puerta frontera" sin que nadie los considerara sospechosos de nada.
Los nerviosos interceptados, quienes no comprendían por qué habían sido detenidos y apartados de la línea, hicieron saber a los medios de comunicación --que observaron a distancia lo que sucedía-- el detallado interrogatorio al que habían sido sometidos.
Luego de pasar el trago amargo se dirigieron al mostrador de otra línea aérea en la que tenían comprados pasajes para Tijuana, a donde debían arribar la tarde de ayer. Cada uno pagó tres mil pesos por viajar de Acapulco a México y de aquí a Tijuana.
Efigenio Rayón y Arquímedes Ponce Catarino, únicos que accedieron a hablar con los reporteros, dijeron que aunque viajaban en grupo, sus destinos finales eran distintos. Unos pensaban quedarse a trabajar en Tijuana, otros en Ensenada, y algunos más deseaban llegar hasta Cananea para allí contratarse. "Si nos falla el trabajo, como último recurso trataríamos de pasar al otro lado a ganar algunos dólares", concluyeron.