JUEVES Ť 8 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Los inmigrantes, vitales para la economía, sostiene el representante Luis Gutiérrez
Presentan iniciativa de ley para legalizar la situación de los indocumentados en EU
Ť Sindicatos, ONG y agrupaciones religiosas respaldan el proyecto ante el Congreso
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington, 7 de febrero. Con el apoyo de sindicatos, grupos defensores de los derechos de inmigrantes y organizaciones religiosas, el representante federal Luis Gutiérrez presentó hoy formalmente un proyecto de ley al Congreso, cuyo propósito es legalizar la situación de inmigrantes indocumentados en este país.
Al presentar su proyecto, Gutiérrez, representante por Illinois, declaró que su propósito es la protección de las familias, la prosperidad y restablecer la justicia al proceso legal al tratar "una situación que afecta a cualquier persona que vive en Estados Unidos". Todos, añadió, "dependen de comunidades estables y una economía sostenible". Con ello subrayó que "los inmigrantes, incluyendo a quienes carecen de calidad (legal), son útiles -de hecho, vitales- para las necesidades de nuestra economía".
Entre las medidas de la iniciativa, que presenta en esencia un mecanismo para una especie de amnistía, se crearía un proceso para permitir que los inmigrantes residentes en el país obtengan la residencia permanente en un periodo de unos cinco años, sin importar su actual calidad migratoria.
Además, propone corregir problemas creados por la ley migratoria de 1996 al revocar medidas que prohíben a ciertos inmigrantes, que ahora residen fuera del país regresar a Estados Unidos por periodos de entre tres a diez años, así como anular medidas para aquellos inmigrantes sujetos a la deportación por haber cometido delitos menores y no violentos en el pasado.
Varios sindicatos nacionales expresaron su apoyo a esta propuesta, entre ellos el sindicato nacional de trabajadores de servicios (SEIU, por sus siglas en inglés) que cuenta con 1.4 millones de agremiados, el de trabajadores de hoteles y restaurantes (HERE), y varios de sectores jornaleros incluyendo UFW, FLOC y PCUN.
Arturo Rodríguez, presidente del UFW, declaró que "la mano de obra inmigrante ha desempeñado un papel mayor en la expansión económica que hemos experimentado... Es justo que esta nación reconozca sus contribuciones y recompense su trabajo al cambiar" las leyes para permitir legalizar la situación de inmigrantes que han estado en Estados Unidos desde 1996. "Ellos (los inmigrantes) han ganado el derecho de participar plenamente en la vida de este país que han enriquecido".
De hecho, la central obrera AFL-CIO y varias redes de organizaciones de derechos del inmigrante y religiosas se han manifestado a favor de un mecanismo para promover la amnistía de los indocumentados durante más de un año. La semana pasada, en Oakland, California, miles de sindicalistas encabezados por el secretario general de HERE, John Wilhelm, se dijeron a favor de la amnistía y contra la ley de control de inmigración de 1996.
Por su parte, organizaciones empresariales de los sectores agropecuario, de servicios, de hoteles y restaurantes, y de procesamiento de alimentos, también han presionado por un cambio en las leyes sobre inmigración, algunos incluso han apoyando la idea de un tipo de amnistía limitada.
Sin embargo, aunque diversos sectores económicos, sociales y políticos coinciden en la necesidad de una reforma de la ley, y casi todos han reconocido la dependencia de este país de la mano de obra inmigrante, aún no se ha consolidado una propuesta amplia ni se ha logrado negociar un acuerdo que cuente con suficiente apoyo de los sindicatos, el sector privado y otros promotores de una reforma como para obligar a la cúpula política a responder.
El propio Gutiérrez reconoció este miércoles que su propuesta es considerada "ambiciosa y que enfrenta una batalla cuesta arriba". Varias fuentes legislativas consultadas en los últimos días descartan la posibilidad de que esta clase de iniciativa logre obtener un apoyo mayoritario en esta coyuntura. Sin embargo, la propuesta presentada hoy definirá un polo del debate sobre la reforma de las leyes migratorias dentro del Congreso.
La otra, que aún no se presenta formalmente al Congreso, es la promovida por el senador Phil Gramm, de Texas, y prevé un nuevo tipo de "programa de trabajador huésped" con ciertas garantías de derechos laborales mínimos, como un salario mínimo, un mecanismo de acceso a servicios de salud, y un fondo de ahorro.
Aunque muchos aceptan que el tema migratorio será parte de la agenda legislativa de este país, hasta el momento no ha habido grandes avances sobre el asunto. Algunos temen que con la percepción de una economía que pierde su dinamismo, será más difícil promover reformas sustanciales en torno a la inmigración. Para otros, la "ventana de oportunidad" que existía en medio del auge económico para promover reformas más amplias en este rubro se está cerrando rápidamente.