MIERCOLES Ť 7 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Madrugada del martes

Murieron siete de forma violenta

SUSANA GONZALEZ GUTIERREZ

La víspera no fueron dos, sino hasta siete las personas que murieron de manera violenta en el Distrito Federal por diferentes motivos.

Por la mañana, vecinos de la colonia Pueblo Aculco, en la delegación Iztacalco, reportaron a la policía que de un coche abandonado en la privada de Farmaceúticos y la lateral de la avenida Churubusco se había formado un charco de sangre debajo de la parte trasera del auto.

Al abrir la cajuela del automóvil -un Sentra color arena, modelo 2000, placas 374-LCH- patrulleros de la zona y peritos de la procuraduría capitalina descubrieron el cadáver de un hombre que presentaba huellas de tortura en los brazos y cabeza.

De acuerdo con las primeras indagatorias, el hombre fue asesinado con un disparo en la cabeza del lado izquierdo -la bala le salió por el flanco contrario- alrededor de las 3 de la madrugada. La víctima es Uriel Cedano Fuentes, de 33 años de edad.

También en Iztacalco, dos jóvenes fueron ejecutados durante la madrugada en la colonia El Rodeo. Al parecer, Ricardo Morales Rodríguez y Luis Fernando Rodríguez García, de 15 y 25 años de edad, fueron baleados por varios sujetos que viajaban a bordo de una camioneta negra con vidrios polarizados y sin placas.

Además fue asesinada una mujer -María Félix Granados del Castillo, de 40 años-, cuando, junto con su familia, se resistió a ser asaltada por tres individuos que se introdujeron en su domicilio de la colonia Santa Rosa, en la delegación Alvaro Obregón. Uno de los asaltantes también murió al recibir un balazo en la frente, mientras el dueño de la casa, Florencio Castillo, y su hija Laura, de 16 años, resultaron heridos de bala.

En tanto, un joven fue hallado muerto en el interior del baño de su domicilio, en la colonia Del Valle. El cuerpo de Rodrigo Alexei Espinosa Chonai, de 18 años de edad, presentaba un impacto de bala en la cabeza y a su lado se encontró una pistola calibre 45. Otra víctima del día fue Miguel Hernández, un vigilante de seguridad privada, de 32 años, quien falleció al caer de un décimo piso en Bosques de las Lomas.