MARTES Ť 6 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Una reciente antología del escritor peruano inconforma a varios de los no incluidos
Diversidad y experimentación, signos de la nueva poesía de AL: Zapata
Ť Figuran José Emilio Pacheco, Severo Sarduy y Oscar Hahn hasta completar una lista de 49
Ť Se trata de ofrecer una compilación que ''refleje el saludable arte de diferir'', asevera
ARTURO JIMENEZ /I
Una antología que ha comenzado a causar escozor entre quienes no fueron incluidos es la selección de 49 poetas, 342 poemas y más de 700 páginas llamada Nueva poesía latinoamericana, del escritor peruano Miguel Angel Zapata, quien desde la ciudad de El Paso afirma: ''Mi antología refleja el saludable arte de diferir".
Esta compilación fue realizada en Estados Unidos, lo que le dio al autor la ventaja de marcar distancia ante los ''conflictos internos" y ''broncas literarias" que en cada país suelen precipitarse en estos casos, y editada en México (UNAM-Universidad Veracruzana, colección Antologías Literarias del Siglo XX).
Miguel Angel Zapata (1955) es autor de más de 10 libros de poesía y ensayo literario, traductor de poetas estadunidenses y catedrático en la Universidad de Texas, además de director de Códice-Revista de Poesía y Poéticas.
En esta selección aparecen poemas de mexicanos como José Emilio Pacheco, de cubanos como Severo Sarduy o de colombianos como Giovanni Quessep, además de chilenos como Oscar Hahn o peruanos como Carlos López Degregori. Todos con el común denominador de haber nacido entre 1937 y 1959.
''El lector encuentra a poetas que escriben una poesía coloquial como Pacheco o Cisneros o un Montejo; otros que vuelven de un modo imprevisto a la práctica del soneto y la décima como Gónzalez Esteva o Mendiola; algunos que apuestan hacia una neotran sparencia como Watanabe o Ulacia o la primera Volkow o Freidemberg; el poema en prosa más saludable que nunca como Juan Luis Martínez; y otros que siguen los postulados del movimiento neobarroco como Hinostroza o Kamenszain."
Dos de las características de la nueva poesía latinoamericana, sostiene, son una ''espléndida diversidad de signos" y un alto nivel poético. Aunque precisa: ''Las prácticas se dispersan, pero en el fondo hay un encuentro con la experimentación".
Aclara que el adjetivo ''nueva" ha sido utilizado en cada época y, para delimitar, señala que la nueva poesía latinoamericana actual sería la publicada a partir de la década de los sesenta. ''Con el fin de la modernidad estética comienza un nuevo periodo en nuestra realidad latinoamericana. Y aquí hablo de novedad, no de juventud". Esta etapa, agrega, está llena de cambios y revoluciones.
''Con ella comienza un nuevo momento para la poesía: se reactiva la imitación diferencial que practicara Darío: ese deseo de condensar y asimilar al español varios estilos y otras formas; los clásicos, los parnasianos y la literatura escrita en lengua inglesa. No hay un solo centro linguístico: el modelo se dispersa. Ahí está, como botón de muestra, el resurgimiento experimental del soneto."
Los poetas que no dicen nada
Acerca de la actual ''diversidad de signos", Zapata abunda: ''Se puede observar el retorno a las formas clásicas y las troquelaciones y refundiciones practicadas anteriormente con acierto por Carlos Germán Belli (1927) o por el grupo de Los Contemporáneos en México. También: la práctica del poema en prosa, que tiene larga tradición, de una poesía neotransparente y de otra de tendencia neobarroca".
Estos signos diversos, señala, continúan la tradición del modernismo, el romanticismo y las vanguardias a nivel internacional. ''Hay asimismo un retorno maravilloso a las cosas de la naturaleza, a esos elementos humanizados de un mundo que se despide de su inocencia, que llega a ironizar su propia destrucción".
Y acerca de la experimentación como punto en común, retoma y observa: ''Los buenos poetas latinoamericanos se han dado cuenta que se debe experimentar, siguiendo la trayectoria de Garcilaso. Pero hablamos de una experimentación de alto nivel, donde el poema, en su trayecto de refundición, no pierde su sentido de esplendor".
Zapata recurre de nuevo al ejemplo del retorno del poema en prosa y señala que ''esta poesía lucha contra la abstracción en los actuales tiempos de la posmodernidad". Y lanza una segunda observación, ésta para la polémica: ''Los buenos poetas se han dado cuenta que el ser claro es más difícil que escribir garabatos que no se entienden".
Antes había sostenido: ''Descreo en los poemas que en su afán de seducir, impresionar y ser oscuros, acaban diciendo nada. Que (esos poetas) relean a Fray Luis de León y a Vallejo para que afinen su espíritu y su pluma. Copian mal a Góngora y escuchan mal a Lezama".
-ƑCuáles fueron los criterios para esta selección, aparte de los años de nacimiento, de 1937 a 1959?
-La excelente calidad de los poemas fue esencial. Es una antología que responde a la práctica del arte de diferir. Aquí hay poetas que practican varias formas y temáticas, pero sus poemas sí tienen sentido. De lo que se trata con un buen poema es que funcione y nos emocione al leerlo, no de ser oscuro ni demasiado claro o prosaico, sino que esté bien escrito.
''Mi antología no pretende ser la antología de la poesía latinoamericana actual. Es consecuencia de un proceso selectivo e interminable de lecturas a nivel personal. Después de todo, las antologías son más informativas que definitorias en relación con la importancia de la obra de un autor. A los poetas no debe importarnos tanto si estamos incluidos (aunque esto es casi imposible de predecir) si creemos de verdad en nuestra propia obra y su resonancia."
Y agrega: ''Una antología es para descubrir nuevas voces, no sólo las que aparecen en los periódicos a cada rato o en las revistas de 'prestigio' o porque el director es fulanito de tal, o se ganó el premio al mejor poema del siglo. Dejémonos de engaños".
Reclamos telefónicos
-ƑHay quienes se han inconformado por no aparecer en esta antología?
-Muchos se han sentido descontentos por su exclusión. Algunos hasta me llamaron por teléfono para reclamarme. En ese caso, uno no sabe qué responder.
-ƑPodrías dar nombres?
-Imagínate si lo hago. Algunos viven en el DF, Lima o Buenos Aires y ya no podría volver a leer poesía en esos países. Además, no se debe dar demasiada importancia a esto, siempre sucede.
-ƑNo tuviste la tentación de incluir a poetas amigos tuyos o a poetas por ser ya conocidos?
-Algunos poetas incluidos son amigos míos, pero también son excelentes poetas. Por otro lado, a la mayoría no los he visto en persona. Nunca incluiría a uno por el hecho de ser ''conocido", sino que su obra me tiene que imantar.
-ƑPor qué no te incluiste?
-No me incluí porque no me incluí. Los latinoamericanos somos muy provincianos, nos importa el qué dirán. En las grandes y excelentes antologías de poesía estadunidense, publicadas en ese país, los editores se incluyen sin problema alguno.