MARTES Ť 6 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť A 18 días del viaje, nacionales y extranjeros están en plena organización

Intensa movilización por marcha del EZLN

Ť En el aeropuerto de Jesús María dos individuos fotografían a todos los viajeros

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

San Cristóbal de las Casas, Chis. 5 de febrero. A 18 días de que salga de esta ciudad la marcha del EZLN a la ciudad de México, en medio de erráticas declaraciones del gobierno, la Iglesia católica, los partidos políticos y las cámaras empresariales, algo se mueve. Miles de personas, organizadas en toda clase de comités, trabajan en lo que será su parte en la movilización, que podría decirse que ya empezó.

Según datos del Centro de Información Zapatista, que preside Rosario Ibarra de Piedra, su página electrónica recibe un promedio de 650 visitas diarias, de las cuales más de la mitad se originan en el extranjero. El CIZ se encarga de coordinar la información de todo lo que se organiza públicamente, en el país y otras partes del mundo, para apoyar la marcha de 24 delegados del CCRI-CG del EZLN.
patrullaje
Aparte de los nerviosismos gubernamentales ya expresados, debe haber algunos todavía sin expresar, pero ya en acción, como el incrementado activismo de los agentes del Instituto Nacional de Migración en las terminales aéreas de la entidad, particularmente San Cristóbal y Tuxtla Gutiérrez.

Además, en el aeropuerto coleto de Jesús María se han apostado desde la semana anterior dos individuos no identificados que fotografían a todas las personas que bajan del avión. Varios viajeros se han quejado ya, sin que nadie les ofrezca alguna explicación.

En plena temporada turística, las autoridades parecen temerosas de los extranjeros que arriban a Chiapas. Aunque se ha dicho oficialmente que se permitirá el libre tránsito de viajeros que vengan con motivo de la marcha zapatista, debe causar inquietud que el acto se siga desde 43 países de todos los continentes, lo mismo por individuos que por organizaciones sociales, religiosas o políticas. En primer lugar, Estados Unidos, seguido por España e Italia, luego Argentina, Alemania, Francia y Canadá. Pero también desde Austria, Eslovenia, China, Cuba, Australia, Indonesia, Sudáfrica, Malasia Ecuador, Portugal, Japón, Colombia, Guatemala, Brasil, Chile y Bolivia, entre otros.

A nivel nacional, la construcción de lo que la irritación de los medios pro gubernamentales llama zapatour recorre todas las delegaciones políticas del Distrito Federal y las principales ciudades de Chiapas, y también las de Morelos, Puebla, Querétaro y Veracruz. De Torreón a Guanajuato, de Nuevo León a Oaxaca pasando por San Luis Potosí e Hidalgo, miles de personas organizan conciertos, proyecciones, volanteos, pinta de bardas, mítines.

Se ofrecen casas para alojamiento, para centro de información, para atención médica, a todo lo largo del recorrido anunciado por el EZLN.

Mención aparte merece la pequeña comunidad purépecha de Nurio, lugar de reunión del Congreso Nacional Indígena, donde se está construyendo un sitio de alojamiento en cuatro hectáreas, pero a ver cómo le hacen para albergar alrededor de 10 mil personas. De hecho, las comunidades indígenas de la ruta por el sur y el centro de la República muestran gran interés, y no se cansan de extender invit  aciones a los comandantes zapatistas, a través de sus ayuntamientos.

En París, Francia, se realizó la semana pasada la primera reunión europea de comités de apoyo a la marcha zapatista, y ya se han registrado actos públicos en Barcelona, Madrid y otras ciudades mediterráneas. En Los Angeles y Seattle, en Estados Unidos, se anuncian conciertos y actos en los consulados mexicanos.

Por lo pronto, se dan casos como las caravanas de Xochimilco que recorren sin descanso los pueblos de San Francisco, Tlalnepantla, Xalpa, Tepetlapa, Tulyehualco, Acapixca, Atlapulco, Tepalcatlapa, Ahuayahua, Xochimanca y otros, invitando a la movilización e informado sobre el estado de cosas. O los actos públicos en Orizaba y en la Plaza Acteal de Torreón, Cohahuila. Se mueven los de abajo (y los de en medio), en balnearios, ejidos, colonias. Pueblos enteros se ofrecen como anfitriones de los indígenas chiapanecos, y los que se les junten en el camino.

Es imposible saber cuanta gente participa en todas estas acciones, pero suma ya varios miles. Y hay expresiones individuales de todo tipo, como el poema "Una aportación a la paz" que envía un ciudadano de Comonfort, Guanajuato. Para presentar su "aportación", este guanajuatense escribe: "Vicente Fox ha interrumpido la salida del Ejército de las comunidades de Chiapas dizque hasta que el EZLN dé una señal de que quiere diálogo". Y se avienta al ruedo:

"¿Quién debe dar la señal/si no es quien cerró las puertas?/Cuando estén abiertas en una forma total/el diálogo nacional ha de venir ciertamente./Mientras tanto el presidente/sin poner más objeciones/acepta las condiciones/cumpliéndolas cabalmente".