SABADO Ť 3 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Se presenta hoy en el Hard Rock; mañana en el Zócalo

México es una fuente de arte que hay que cuidar: Compay Segundo

JUAN JOSE OLIVARES

A sus 94 años, Francisco Repilado Muñoz, mejor conocido como Compay Segundo es un dínamo que no cesa. Luego de asistir a una conferencia de prensa en el Museo de la ciudad de México para anunciar su presentación en el Zócalo (el próximo domingo a las 13 horas), casi voló para asistir a otro encuentro con periodistas para presentar su reciente disco Las flores de la vida e informar sobre otra presentación que tendrá en el Hard Rock Live, este sábado por la noche.

Para este "repentista" músico inventor del llamado armónico (guitarra de siete cuerdas con la que puede sacar un sonido de tres cubano), toda una institución buena vistadentro de la música cubana tradicional, "Las flores de la vida es un homenaje a la juventud ("yo soy joven"). A todo el mundo le llegan las flores, que son las oportunidades que no se deben desperdiciar, como el poder viajar por todo el mundo, esa fue la chance mía, mis flores", dijo en alguna de las dos conferencias.

Y es que ya no se sabe en qué ocasión hace sus ya tradicionales comentarios, que los periodistas fans (como el que escribe) le aplauden: "conocí a María Félix cuando no era actriz, y luego, me invitó a comer un mole de guajolote que no se me olvida; en Francia, sólo la saludé".

Compay comentó sobre el show del Zócalo, entre esas anécdotas repetidas que goza todo mundo, que es importante que "los gobernantes lleven la cultura a un rinconcito del corazón del pueblo", porque "México es una fuente de arte, que hay que cuidar".

Adelantó que el domingo ?quién sabe si en el Hard Rock también? interpretará canciones de todos sus discos, así como unas canciones mexicanas. "Aunque he notado que los mexicanos han olvidado su sombrerón ese que usaban (y de verdad parece que el tiempo no pasa por Compay), voy a tocar el domingo La malagueña, algunas canciones afro y otras tradicionales como Chan chan".

La filosofía de Compay se refleja en su música y en su vida: "Hay que comer un día sí y otro no. Lo mejor de la vida ?como ya lo ha dicho? es tener un guitarra, un puro que es como una ensalada de lechuga: pura hoja, y un trago de ron". Nonagenario, alegre repite que quiere otro hijo con su novia de 40 años: "ya llevo casi la mitad".

Sí que las flores le han llegado a don Repilado, pues como lo dice el crítico cubano, Pedro de la Hoz: "Este hombre desafió con el sabor de su voz los temas de Las flores de la vida, desafía el tiempo. Ama, sonríe, baila, (llegó bailando a la rueda de prensa), cultiva afectos, reparte su corazón y bate palmas al futuro. ¿Puede concebirse mayor dicha?".

Cabe señalar que el disco de Compay, incluye algunas canciones proverbiales de la isla, como La negra Tomasa, de Guillermo Rodríguez Fife, ?que en México popularizara el grupo Caifanes?, Enamorada, de Agustín Lara, o Juramento, de Miguel Matamoros, así como la multipisada Guantanamera, con música de Joseito Fernández sobre textos de José Martí.

Zona de son

No todo es Compay, Buenavistas o Afrocubans, ya que este día comienzan los conciertos callejeros y ciclos de espectáculos organizados por el Instituto de Cultura del Distrito Federal. El ciclo se llamará ahora Al aire...libre, que es una continuación del llamado La calle es de todos.

Y que mejor comienzo con el programa Zona de son, que es un espacio dedicado para presentar lo mejor de los soneros, no sólo de Cuba, sino de México también.

En esta ocasión, a partir de las 17 horas y hasta pasada la media noche, las cuerdas, coplas y zapateados brillarán con la presentación en el Zócalo ?un día antes de Compay? del Conjunto Tierra Blanca (Veracruz), Los Hidalguenses (Hidalgo, qué raro) y Los Purépechas de Charapan (Michoacán), además de Juan Reynoso, Premio Nacional de las Ciencias y Artes 1997, mejor conocido como El Paganini de Tierra Caliente. ¡Qué platillo!.

En el encuentro participarán también: Chuchumbé (Veracruz), Los camperos de Valles (San Luis Potosí), Guillermo Vázquez y los leones de la sierra Xichú (Guanajuato).

El son es un género tradicionalísimamente mexicano que nace de la Tierra Caliente (de las regiones de Guerrero, Michoacán, Estado de México), de las tres Huastecas (veracruzana, potosina e hidalguense), y de parte del Itsmo y Guanajuato, y que conjuga elementos de improvisación, sensibilidad, picardía y creatividad ilimitada.

Y como dijo algún día nuestro Paganini, Juan Reynoso: "Yo sólo toco una música vieja, pasada de moda. Me preocupa qué pasará con ella cuando me haya ido". ¡ay don Juanito, usté nunca se irá!