Ť Homenaje al realizador de Una familia de tantas a dos años de su fallecimiento
Alejandro Galindo captó con ''exactitud el alma del arrabal'', dijo Carlos Monsiváis
Ť En su filmografía dejó películas ''regulares y malísimas'', pero también extraordinarias
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
En su vasta filmografía, Alejandro Galindo dejó películas ''regulares y malísimas'', pero también dejó otras ''extraordinarias'', de las mejores que se han hecho en el cine mexicano, evaluó Carlos Monsiváis, durante un homenaje al director de Campeón sin corona, efectuado con motivo de su segundo aniversario luctuoso.
A juicio del escritor y ensayista, a la obra de Galindo ''la marcan las contradicciones; es uno de los directores y argumentistas más feroces en su crítica y es el responsable de filmes de un moralismo lamentable; es un innovador y un realizador rutinario. En sus mejores momentos, los que importan siempre en la obra de todo creador, vivifica el melodrama y la comedia, dignifica con gran frescura los personajes populares y le da forma perdurable al horizonte urbano ?que emerge aproximadamente en 1940? en películas divertidas, perspicaces, intensas y, a fin de cuentas, críticas''.
En una muestra de su proverbial cinefilia, Monsiváis repasó la trayectoria fílmica de Galindo, desde que éste vivió en Hollywood (1931), ''donde aprende lecciones básicas del proceso narrativo'', hasta la realización de su primeras cintas: Almas rebeldes, Los millones de chaflán, Refugiados en Madrid, Mientras México duerme, que marca ''el inicio de sus exploraciones populares'' y de la cual resaltó ''sus atmósferas cabareteras''. De la segunda versión de esta cinta, el escritor recordó la imagen de Prudencia Griffell yendo a los cabarets a preguntar: ''¿Mi nietecita, no han visto ustedes a mi nietecita?'' El autor de Aires de familia aseguró que cuando acude a un antro no resiste la tentación de hacer la misma pregunta.
Creador de mitologías
Es en la urbe donde crecen los éxitos de Galindo, ''es la ciudad de los mitos preuruchurtianos''. En Campeón sin corona, basada en la vida del boxeador Rodolfo El Chango Casanova, ''más allá de las cursilerías en el diálogo y de concesiones moraloides, en especial el desolador final feliz, lo extraordinario es el equilibrio entre la alegría popular y la tristeza del héroe''.
Para el escritor es muy claro que en Nosotros los pobres (Ismael Rodríguez, 1947) Pedro Infante toma la dicción del David Silva de Campeón sin corona, ''porque no hay otro modelo del habla popular y David Silva se inspira a su vez en Cantinflas que a su vez se inspira en los cómicos de la carpa. Hay toda una corriente de invención de un sonido que viene a morir en la televisión''.
Galindo realiza sus mejores filmes de 1948 a 1953: Una familia de tantas (1948), Cuatro contra el mundo (1949), Doña perfecta (1950), Espaldas mojadas (1953) y Los Fernández de Peralvillo (1953), cintas en las que ''extrae actuaciones notables de actores más bien rutinarios'' y ''capta con lo que hoy nos parece sorprendente exactitud, el alma del arrabal (...) El horizonte de los trabajadores y de la clase media baja; los diálogos, los escenarios, los caracteres son o se dejan ver como auténticos''.
Era el principio de un cine maduro que ''la censura veta casi de inmediato''. La hipótesis de Monsiváis es que al impedirse el desarrollo de un cine crítico que no elude la realidad, ''se provoca lo que ocurre muy poco después: el embotamiento y la incapacidad de madurez que acaba con el público de clases medias y terminan nulificando el desarrollo mismo de la industria. La censura es la verdadera asesina de una posibilidad artística, industrial incluso''.
Aunque después de Espaldas mojadas, Galindo ''sigue un camino desafortunado'', lo mejor de su obra ?concluyó Monsiváis? ''es más que suficiente; ahí, en esas películas es un director excepcional y un creador de mitologías que se trasladan perdurablemente a la vida colectiva''.
El homenaje, organizado por la Delegación Coyoacán en el Foro Cultural Coyoacanense, marcó el inicio de un ciclo en el que se mostrarán algunas de las cintas del realizador. En el acto, la jefa delegacional y actriz, María Rojo, remarcó que la de Galindo es una obra clave en la cinematografía de México: ''Gracias a él las tantas familias de la clase media que componían el México moderno, encontraron una existencia en el celuloide, no serán borradas por el olvido''.
(El ciclo Alejandro Galindo en ese foro proseguirá con Espaldas mojadas, Campeón sin corona, Cuatro contra el mundo y El rápido de las 9:15).