SABADO Ť 3 Ť FEBRERO Ť 2001
José Luis Manzo
Candil de la calle
Todo mundo reconoce, menos el gobierno de Fox, que la grave crisis de abasto de electricidad que vive el estado de California desde hace casi tres semanas se originó porque el Estado retiró el control que mantenía sobre el sector eléctrico y dejó en manos del mercado la responsabilidad de prestar ese servicio, lo que abrió las puertas a empresas privadas y a especuladores que operan sin freno buscando ganacias altas, fáciles y rápidas en perjuicio de los consumidores, que sufren desabasto, mal servicio y altos precios.
Claudio X. González vocero empresarial y oficial, afirma que en California falló el esquema de liberación eléctrica porque esa fue una privatización "imperfecta", error que no cometerá el gobierno de Fox, cuyo esquema es mejor y evita esos problemas de desabasto. El vocero empresarial no dice, sin embargo, cómo y con qué mecanismos se logrará que el esquema que provocó un desastre eléctrico en California no produzca el mismo efecto al implantarse en México. Existe cerrazón gubernamental a reconocer que el problema fundamental radica en que dicho sector es manejado como negocio privado y no como un servicio público estratégico, lo que facilita la especulación, tanto con el abasto del combustible para las plantas de generación (gas natural) como con la propia energía eléctrica generada.
Ante el desastre que la privatización eléctrica provocó en California, el gobierno de ese estado planea crear una sola empresa estatal de generación, similar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Asimismo, los gobiernos de varios estados de la Unión Americana decidieron frenar el mismo proceso que venían aplicando. Mientras tanto, llevando el voluntarismo y la "mentalización positiva" a extremos peligrosos, el gobierno de Fox insiste en sacar adelante su propuesta de restructuración eléctrica, que en esencia es la misma que ya fracasó en California, negando que dicho esquema puede provocar en México una crisis eléctrica como la que hoy vive California.
A solicitud expresa del presidente George Bush, CFE vende al estado de California energía eléctrica que hace falta para satisfacer la demanda en México, en un "esfuerzo de buena voluntad" (Alfredo Elías Ayub, dixit), para ayudar a resolver la grave crisis de desabasto eléctrico que vive ese estado (La Jornada, enero 31, 2001). Por otro lado, la empresa estadunidense Sempra Energy suspende el abasto de gas natural a las plantas de generación de CFE ubicadas en la frontera norte, por que no hay suficiente gas en Estados Unidos (La Jornada, febrero 2, 2001). Así, mientras CFE es candil de la calle y oscuridad de su casa, Sempra Energy es candil sólo de su propia casa.
La lista de incongruencias continúa. El director general de CFE, Alfredo Elías Ayub, declara que la capacidad actual y la que se encuentra en construcción, o ya comprometida, es más que suficiente para garantizar el abasto eléctrico hasta 2004; además de que ya se cuenta con el financiamiento asegurado para las obras previstas para 2005 y 2006, mismas que asegurarían el abasto para los años subsiguientes. Luego entonces, no debiera correr prisa para conseguir recursos de inversionistas privados; no se justifica abrir todavía más, y sin ton ni son, las puertas del sector eléctrico a capitales privados.
El martes y jueves de la semana que termina se registraron apagones que afectaron a grandes zonas del Valle de México. En opinión de técnicos de Luz y Fuerza del Centro (LFC), esos apagones se deben a accidentes y fallas en los sistemas de distribución, no a la falta de capacidad instalada para generar electricidad. El problema se podría resolver en lo fundamental si los directivos de CFE y LFC realizan las gestiones pertinentes para destinar una mayor parte de los recursos que generan esos organismos a los programas de mantenimiento y conservación de las instalaciones, que están muy alejados de los niveles técnicamente recomendables para operar el sistema con eficiencia y con bajos riesgos de accidentes. Para eso, sin embargo, no hay recursos.